Mostafa Madbouly, primer ministro de Egipto, ha realizado una conferencia de prensa junto con funcionarios egipcios y emiratíes, anunciando un acuerdo por 35 mil milones de dólares para el desarrollo de una mega ciudad en Egipto.
El acuerdo está centrado en la ciudad de Ras el-Hekma, en la costa noroeste de Egipto. Ras el-Hekma es una ciudad a 200 kilómetros al oeste de Alejandría, conocida por sus playas de arena blanca y aguas claras del Mediterráneo. Es conocida también por ser uno de los destinos más elegidos por la clase alta egipcia para vacacionar en verano.
El acuerdo se realizó precisamente con ADQ, uno de los tres fondos soberanos del gobierno de Abu Dhabi. Según fuentes dentro de ADQ, el proyecto sería construir una ciudad de ‘nueva generación’: 170 kilómetros cuadrados, con zonas turísticas y residenciales de lujo, parques de diversiones, una marina y un aeropuerto. Además, la idea es que sea una ciudad con mucha tecnología de primer nivel y que se desarrolle la industria liviana. La construcción comenzaría en 2025.
Según informó Reuters, “el acuerdo implicaría un ingreso de 15.000 millones de dólares en la próxima semana y 35.000 millones de dólares en dos meses”, aunque “11.000 millones de dólares de ese dinero se convertirían a libras egipcias a partir de los depósitos existentes en dólares de los EAU en el banco central de Egipto”.
En cuanto a las personas que tendrán que ser desplazados mientras se desarrolle el proyecto, el gobierno tiene ya planeada una relocación y compensación económica.
Egipto enfrenta una crisis económica severa: inflación que llega al 40%, casi la mitad de la población bajo la línea de pobreza, se cuadruplicó la deuda pública en un periodo de 10 años y hay escasez de divisas extranjeras. En diciembre de 2022 firmó un acuerdo con el FMI por un paquete de ayuda económica de 3 mil millones de dólares. Es muy importante aclarar que el contexto de la guerra en Gaza y los ataques de los hutíes en el Mar Rojo han golpeado mucho las ganancias de Egipto por la utilización del Canal de Suez.
Este acuerdo es esencial para Egipto por el ingreso de divisas. Además del ingreso de inversión extranjera, el desarrollo del proyecto también creará nuevos empleos, así como también puede ayudar estabilizar el tipo de cambio. Significaría además un gran incremento en inversión extranjera en comparación al año pasado, que fue solamente de 10 mil millones de dólares.
“Si la financiación se concreta según lo previsto, creemos que esto (junto con un programa ampliado del FMI) debería proporcionar suficiente liquidez para cubrir el déficit de financiación de Egipto durante los próximos cuatro años”, aclaró Farouk Soussa, empleado de Goldman Sachs.
Esto ha acarreado ciertas críticas por parte de la oposición al gobierno, ya que algunos sectores consideran que el desarrollo de la ciudad lo deberían llevar a cabo inversores locales. Ante este reclamo, Madbouly afirmó que Egipto se queda con el 35% de los ingresos que tenga el proyecto a largo plazo. Desde el gobierno predicen que serían de 150 mil millones de dólares en el primer año.