Durante el segundo semestre del 2020, con el gobierno de Donald Trump como mediador, Israel junto a Emiratos Árabes Unidos, Marruecos, Sudán y Bahréin firmaron los Acuerdos de Abraham normalizando las relaciones diplomáticas. Tras las tensiones y enfrentamientos vividos en medio oriente en los últimos meses, los acuerdos están puestos a prueba.
Gracias a Los Acuerdos de Abraham, los países previamente mencionados iban a establecer relaciones diplomáticas, este concepto incluye comercio, colaboración en información científica, en sistemas de seguridad y defensa, en tecnología y en turismo.
Este tratado beneficiaría a todas las partes que lo integran e incluso luego de su firma, Donald Trump, presidente de Estados Unidos, declaraba que había 5 países más que estaban dispuestos a negociar para ser integrados, siendo Arabia Saudita el de mayor relevancia. Los acuerdos eran presentados como un paso al frente para lograr la paz y estabilidad en la región pero tambien fueron criticados ya que estos no proponian una resolucion para el conflicto Palestino-israeli. Como se preveía, aquellos países que estaban en contra de un acuerdo con Israel y también en contra de que países árabes formen parte del tratado, se hicieron escuchar.
Con Irán a la cabeza, se repudió la actitud de los países asegurando que violaron “Los 3 No de Jartum”, acuerdo de La Liga Arabe en 1967 donde juraban “no a la paz con Israel”, “no a la negociación con Israel” y “no al reconocimiento de Israel”.
Previo a los Acuerdos de Abraham, Israel ya era parte de dos acuerdos exitosos de paz y reconocimiento con países árabes.
En 1978 se firmaron los Acuerdos de Camp David entre Israel y Egipto, estos se llaman de esa manera ya que fueron firmados en Camp David, Maryland, Estados Unidos. Fueron mediados por el presidente Jimmy Carter y firmados por Anwar Sadat, presidente de Egipto y Menachem Begin, primer ministro israeli.
En 1994 se firmó el Tratado de Wadi Araba entre Israel y Jordania en Washington DC, con Bill Clinton como mediador y firmado por el primer ministro israeli Itzjak Rabin y su par jordano, Abdelsalam Al-Majali.
A diferencia con los Acuerdos de Abraham, estos acuerdos pusieron fin a décadas de conflictos armados directos entre los países fronterizos, mientras que el tratado actual se centra en cooperación en aspectos económicos y culturales.
Desde que los acuerdos son válidos, las relaciones vienen floreciendo y hay sobrados ejemplos para mostrar su éxito actual. A principios de 2022 un avión de la aerolínea Royal Air Maroc realizó por primera vez la ruta Casablanca – Tel Aviv aterrizando en el aeropuerto Ben Gurion. En septiembre de 2021, Israel abrió un stand en la Expo Dubai de aquel año y el canciller Yair Lapid visitó Bahrein, acto que fue seguido en 2022 con la visita de Isaac Herzog, primer ministro, siendo la primer visita oficial de un jefe de estado israeli en la historia, significando un gran paso y acercamiento con las naciones del golfo.
Por otro lado en cuanto al aspecto económico, el sector industrial de defensa israeli ha destinado 29% de sus exportaciones a los países que son parte de Los Acuerdos de Abraham, eso se traduce a una cifra mayor a $3.000 millones en el 2022.
El 7 de octubre de 2023, el grupo terrorista Hamas realizó una masacre dentro de territorio israeli asesinando a más de 1500 personas y secuestrando a más de 240. Se estima que más de 100 aún siguen en calidad de rehenes dentro de la franja.
Ante esta situación Israel decidió demostrar la capacidad de su ejército e incursionó dentro de la franja de gaza de manera aérea, como suele hacer, y por primera vez de manera terrestre. Ante las fuertes imágenes que se vieron por la ofensiva israeli, los países del mundo arabe, incluyendo los que tienen acuerdos de paz con Israel, salieron a pedir un alto al fuego inmediato y que la respuesta de Israel sea “proporcional”.
A pesar de ciertas planificaciones dentro de la liga arabe de generar un “boicot petrolero” y otros tipos de sanciones en contra de Israel, sugerido principalmente por Libia y Argelia, la gran mayoría de los países se negaron mostrando que las relaciones y acuerdos están aún vigentes. Es más, gracias a la normalización de relaciones, Israel pudo facilitar el recibimiento de ayuda humanitaria proveniente de los Emiratos Árabes Unidos con destino a la franja de Gaza. “A partir de nuestra relación con Israel, hemos utilizado la normalización para ayudar a [mitigar] la situación humanitaria”, declaró un funcionario emiratí a Crisis Group.
Existe la posibilidad de que Arabia Saudita integre los acuerdos próximamente?
Desde el comienzo de las negociaciones se barajó la posibilidad, que en su momento no se dio pero sigue latente.
El impacto que generaría en medio oriente la inclusión de Arabia Saudita, uno de los líderes del mundo arabe, a Los Acuerdos de Abraham sería muy grande. Más allá de los grandes beneficios económicos que esto implicaría, también habría consecuencias ya que su seguridad se vería comprometida.
Recordemos que dentro del mundo arabe hay rivalidades internas, por un lado está el eje más radical de Irán, Siria, Líbano, y por otro lado se encuentran aquellos con más predisposición a negociar con países occidentales (Estados Unidos principalmente) como Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos.
El hecho de que estos países tengan negociaciones con Israel es visto como una traición a la causa palestina, cosa que hace que Irán sea una amenaza constante para ellos. Por otro lado, más allá de las amenazas externas, parte de la población musulmana conservadora de Arabia Saudita tampoco vería con buenos ojos traicionar la causa palestina y establecer relaciones con Israel y menos todavía si es en un contexto como el actual.
La posibilidad para que Arabia Saudita se sume a los acuerdos debería venir con un beneficio económico mucho mayor a las posibles consecuencias que la corona saudi podría sufrir por esa decisión, acompañado por apoyo militar estadounidense para apagar las amenazas iraníes que recibiría.
En un futuro, con un conflicto israeli-palestino resuelto y con una politica acorde de Estados Unidos, la posibilidad de que Arabia Saudita y otros paises como Kuwait y Oman se sumen es concreta. Junto a ello, es posible que en los acuerdos se establesca la posicion que mantendran estos paises en cuanto a la resolucion sobre el conflicto israeli-palestino.
Dentro de la política norteamericana, la inclusión de Arabia Saudita sería festejada como una victoria para el oficialismo, que en caso de no lograrlo a tiempo antes de las elecciones, pasaría a ser una promesa fuerte de campaña por parte del líder del partido opositor, nuevamente Donald Trump, quien muestra su exitosa política exterior en su mandato como ejemplo de lo que es capaz de hacer para el futuro, afirmando que una vez sea presidente el conflicto de medio oriente llegará a su fin y los acuerdos que el mismo medio sean expedidos por la región.