Al-Shabaab es una organización terrorista, vinculada con Al-Qaeda, con alta presencia en Somalia y el resto del Cuerno de África, extendiéndose hasta Yemen. Se le atribuyen una gran cantidad de atentados en esta región, que datan desde el 2010 aproximadamente.
El vocero de la organización, Ali Mohamud Rage, dio el discurso de graduación y mencionó la importancia de los ataques llevados a cabo por Al-Shabaab el último mes, específicamente en Masagawa y Buulo Mareer. Lo acompañaba Suldan al Mohamed, consejero del líder de la organización, Abu Ubayda Ahmad Umar.
Durante este último mes, se graduaron cientos de seguidores y formarán parte del Batallón hacia el martirio, el cual Al-Shabaab utiliza para llevar a cabo sus ataques en Mogadiscio y otras ciudades, ya sean bombardeos suicidas o golpes a bases militares del Ejercito Nacional Somalí.
Este refuerzo de las líneas de seguidores se da en respuesta a que el año pasado, el presidente Hassan Sheikh Mohamud declaró el año pasado una “guerra total” para eliminar al grupo yihadista.
Según el gobierno somalí, “Somalia está lista para lanzar una importante operación de seguridad en la capital, Mogadiscio, y garantizar que los terroristas fugitivos no perjudiquen a la ciudad y a sus civiles como represalias”.
El país ha sido una zona de conflicto vivo muy crudo, con daños a la población civil, la infraestructura, y generando millones de desplazados, interna y externamente. En un periodo entre 2016 y 2017, considerado una de las épocas más violentas, murieron 2.078 civiles y otros 2.507 resultaron heridos.
Milicianos de Al-Shabaab celebrando su graduación del campo de entrenamiento
Un informe publicado por el Ministerio Federal de Salud y Servicios Humanos de Somalia, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y UNICEF declara que “el conflicto ha afectado a los niños de manera desproporcionada, al exponerlos a graves violaciones durante las operaciones militares, en las que han resultado muertos, mutilados o han sido arrestados por las fuerzas de seguridad somalíes”.
Además, aumentaron rápidamente los informes acerca del reclutamiento de niños soldados. En los 10 primeros meses de 2017, se notificaron unos 3.335 casos de reclutamiento de menores, de los que el 71,5 por ciento se atribuyó a Al-Shabaab, el 14,6 por ciento a las milicias tribales y el 7,4 por ciento al Ejército Nacional Somalí.