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Alemania enfrenta un aumento del 41% en los precios de la energía

La crisis energética, tras la invasión de Ucrania y las sanciones occidentales a Rusia, causó graves consecuencias a los consumidores e industrias alemanas.

Publicado el 1 de marzo de 2024 por Camila Turner
Alemania enfrenta un aumento del 41% en los precios de la energía

Los costes de la calefacción, la electricidad y el combustible en Alemania están actualmente un 41% por encima de los niveles de principios del 2021. Los consumidores alemanes tienen que gastar 1,500 euros más al año en energía. Esto significa que el costo pasó de ser de 3,772 euros en febrero del 2021 a ser de 5,306 euros en febrero de 2024.

Por su parte, los costos de calefacción son un 71% más altos, debido a un aumento del 75% en el gas, teniendo en cuenta que la mayoría de los hogares utilizan calefacción con gas. Además, la población debe gastar un 30% más en combustible y un 22% en electricidad. De este modo, se llegan a costos de 2,003 euros en gas y de 1,425 euros en electricidad.

Se debe tener en cuenta que en el estudio se utilizó como base para el cálculo un hogar modelo de tres personas con una necesidad anual de calefacción de 20,000 kilovatios hora (kWh), un consumo de electricidad de 4,000 kWh y una distancia anual de conducción de 13,300 kilómetros. Esto es teniendo como mes base del índice de coste energético a enero de 2015.

Electricidad, gas, gasóleo y combustibles: tres años después del inicio de la crisis energética, la energía sigue siendo mucho más cara que antes. Aunque los costes han caído un tercio desde su máximo en octubre de 2022, los hogares siguen sufriendo una pesada carga elevados costes energéticos“, comunicó Thorsten Storck, experto en energía de Verivox, el portal encargado de realizar los cálculos.

Como se menciona, si bien los costos siguen siendo más altos que los previos a la crisis, hubo un gran descenso desde los momentos más álgidos del 2022. Los costos en energía en Alemania cayeron un 30% desde octubre del 2022 hasta octubre del 2023. Octubre del 2022 fue el punto máximo en la crisis, con un coste que alcanzó los 7,926 euros al año.

Mientras tanto, el índice de referencia regional en Europa mostró que el precio del gas en Europa cayó al nivel anterior a la crisis, aunque los precios para el consumidor varían en cada país y según los impuestos aplicados.

Alemania transitando la crisis energética.

La crisis energética se potenció luego de la invasión a Ucrania, frente a lo cual Rusia comenzó a hacer recortes del gas a Europa, hasta en septiembre del 2022 llegar a cortar totalmente el gasoducto Nord Stream.

La dependencia hacia el gas ruso colocó a Europa en una gran crisis. En el 2021, previo a la invasión, el 45% del gas importador por la Unión Europea procedía de Rusia. Para Alemania esta cifra era todavía mayor, situándose en alrededor de un 52% de las importaciones.  

Según datos publicados por la Unión Europea, la proporción de gas por gasoducto de Rusia en las importaciones de la UE cayó a un 8% en el 2023. Para el gas por gasoducto y el GNL combinados, Rusia representó menos del 15% de las importaciones totales. Sin embargo, Rusia sigue siendo un gran exportador de GNL para algunos de los países europeos como España y Bélgica.

Esta reducción en gas ruso fue compensada con un aumento de las importaciones de gas natural licuado procedentes principalmente de Noruega y Estados Unidos. Por ejemplo, las importaciones desde Estados Unidos crecieron de 18,9 mil millones de metros cúbicos (bcm) en 2021 a 56,2 bcm en 2023.

En el segundo trimestre del 2023, Estados Unidos fue el mayor proveedor de GNL de la Unión Europea, representando un 45% de sus importaciones. Sin embargo, Europa se tuvo que enfrentar a los altos costos del gas proveniente de Estados Unidos. A finales del 2022, el GNL costaba casi cuatro veces más en Europa que en Estados Unidos.

Cambio en el suministro de gas de los principales socios a la UE entre 2021 y 2023, medido en mil millones de metros cúbicos (bcm).

Todo esto llevó a plantear una desindustrialización de Alemania. La preocupación se generó por la salida de algunos productores del país. Frente a los altos costos de la energía, diferentes empresas industriales declararon que preferían invertir en el exterior antes que expandirse internamente.

Además, la crisis energética llevó a cuestionar medidas adoptadas desde los tiempos de Merkel, los cuales estaban planificados para concretarse en el 2022. Hace años que Alemania planificaba abandonar la energía nuclear por completo. Sin embargo, la guerra en Ucrania llevó a postergar el plan por unos meses más de los previstos para así asegurar el suministro energético. Finalmente, a pesar de las controversias, Alemania apagó sus últimas centrales nucleares en abril del 2023.

En respuesta a la crisis, el gobierno alemán tomó medidas como son los límites a los precios del gas y electricidad. Dicha decisión fue parte de un paquete 200 mil millones de euros para proteger a la población de la suba de precios.

Como se puede ver, Alemania transitó por múltiples focos de conflicto a lo largo de los últimos años a raíz de la invasión de Rusia. Estos problemas están lejos de desaparecer, pero parecen encontrarse en un mejor lugar que antes.

Mejoras no exentas de grandes desafíos.

Queda por preguntarnos qué fue lo que le permitió a Alemania bajar los precios en comparación con los picos máximos del 2022. El país se vio beneficiada por múltiples factores, incluyendo un inverno más cálido, una menor demanda de energía por parte de su población e importaciones de sus socios.

La menor demanda fue aprovechada para llenar las reservas de gas. En diciembre del 2023, el almacenamiento de la Unión Europea alcanzó aproximadamente un 86%, mientras que Alemania en enero del 2024 alcanzó un 75%. Gracias a ello, no se esperaba un aumento repentino de los precios en el invierno. De este modo, Alemania atraviesa el invierno mucho mejor preparado que en el 2022.

La caída en los precios beneficia a las empresas industriales alemanas, pagando un 23% menos que el año anterior. Dichas industrias pagan actualmente una media de 17,60 céntimos por kilovatio hora (ct/kWh) en nuevos contratos sin incluir el impuesto a la electricidad. Mientras tanto, en el 2022, los precios para la industria llegaron a encontrarse a más de 40 ct/kWh.

Sin embargo, las preocupaciones acerca de la industrialización no cesaron. Según la oficina estadística de Alemania Destatis, la producción industrial cayó por siete meses consecutivos en el 2023, concluyendo con un año con gran contracción.

Destatis

A pesar de ciertas mejoras, el canciller alemán Scholz advirtió a finales del año pasado que la crisis energética “definitivamente no ha terminado. La seguridad energética de Europa continuará siendo un tema central para la estabilidad de los países. Precios todavía volátiles, un posible invierno más frío o un cambio en el suministro de gas podrían poner a Alemania en jaque en cualquier momento.

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