La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) advirtió que es probable que las elevadas tasas de interés y el débil comercio multilateral, en conjunto con la caída del ritmo de crecimiento de China, afecte a las grandes economías.

Además, la OCDE ha expresado que Alemania, en conjunto con Argentina, serían probablemente los únicos países del G20 cuyas economías se vieran afectadas negativamente a causa de dicha ralentización económica. 

En todo Europa se sintió el impacto de las altas tasas de interés, en parte debido al aumento de la inflación, lo cual ha añadido más peso a los hombros de las empresas. Esto se suma a que la economía manufacturera alemana se enfrenta a volúmenes de comercio globales bajos en términos históricos. 

Asimismo, mientras la economía europea está siendo afectada por inflación y tasa de interés altas, China, un gran aliado comercial para Alemania, crece a un ritmo más bajo del esperado. En consecuencia, Alemania no encuentra un mercado en donde refugiarse. 

La jefa de economistas de la OCDE, Clare Lombardelli, expresó que «se observa un crecimiento debilitado en toda Europa, pero Alemania es probablemente el ejemplo más claro. Se evidencia el impacto de la inflación en el salario real, y eso hace que baje la demanda«. También, Lombardelli añadió que Alemania es la economía europea que más afectada se vería por el lento crecimiento de China, ya que es uno de los países a los cuales más exporta, y de donde proviene una gran parte de sus importaciones. 

Inflación proyectada por la OCDE

Por supuesto que la política monetaria también juega un rol importante. La semana pasada, el Banco Central de Europa aumentó las tasas de interés al nivel más alto desde la creación del euro en 1999. Por otro lado, el Banco Central del Reino Unido confirmó que subirá las tasas por última vez, luego de aplicar 14 subas consecutivas.

La invasión de Rusia a Ucrania ha desatado una ola de malos ambientes Europa, afectando las esferas sociales y económicas, dando lugar a una crisis a la cual la sociedad europea no acostumbraba tener desde hace décadas. Debido a la comodidad que solían disfrutar los países europeos, sus sociedades tienen una vara de hartazgo mucho más baja a la cual acostumbramos nosotros, lo que hace que cualquier situación anómala tenga un impacto significativo en la opinión pública.