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Alemania suspenderá el freno constitucional a la deuda y presentará un nuevo presupuesto para lo que resta del año

Los desajustes fiscales llegaron luego de que el Tribunal Constitucional alemán fallara en contra del uso de 60 mil millones de euros sobrantes del fondo de emergencia COVID-19 para financiar la agenda climática.

Publicado el 26 de noviembre de 2023 por Augusto Loza
Alemania suspenderá el freno constitucional a la deuda y presentará un nuevo presupuesto para lo que resta del año

En las últimas semanas reinó un clima de incertidumbre en Alemania. Luego de declarado inconstitucional el uso de los 60 mil millones de euros para la agenda climática se desató una crisis presupuestaria, el gobierno congeló todos los gastos y la coalición entre socialdemócratas, verdes y liberales pareció peligrar.

Durante los últimos días el ministro de finanzas Christian Lindner anunció que el próximo miércoles presentará en el Parlamento un presupuesto suplementario para el 2023. Este presupuesto incluirá una suspensión al freno de deuda, o Schuldenbremse, una regla fiscal agregada a la Constitución en 2009, luego de la crisis financiera internacional, que busca restringir el déficit presupuestario estructural a nivel federal al 0,35% del PBI, limitando así la emisión de deuda pública.

Lindner, principal figura del partido liberal FDP dentro del gobierno, comunicó a los medios que el proyecto de presupuesto ha sido consensuado con el canciller Olaf Scholz, del partido socialdemócrata SPD, y el vicecanciller y ministro de economía Robert Habeck, del partido ambientalista de Los Verdes.

Un apoyo claro del presupuesto en el Parlamento la semana entrante será clave para mostrar la estabilidad de una coalición tripartita que, desde su asunción en 2021, ha tenido variadas divisiones internas y ha sido criticada por la opinión pública. Las próximas elecciones federales son en 2025 y hasta ahora las encuestas de opinión indicarían un cambio en el gobierno.

 El partido de derecha Alternativa para Alemania, AfD por sus siglas en alemán, con una agenda anti inmigratoria y euroescéptica, ha sido el que más ha crecido en el último año. Propiciado por el estancamiento económico, los altos precios en la energía y un creciente descontento con el abordaje de la cuestión inmigratoria, el partido pasó de una participación marginal en el Parlamento a medir más de 20 puntos en la reconocida encuesta de DeutschlandTrend, colocándose en segundo lugar tras los democristianos, y a ganar sus primeros gobiernos locales.

Son los altos precios de la electricidad y el gas uno de los motivos por los cuales el gobierno buscará abandonar la disciplina fiscal de la que Alemania es paladín. «Ahora hay claridad jurídica sobre cómo debemos abordar los fondos especiales y los préstamos de emergencia» dijo el ministro de Finanzas Lindner quien fue la principal persona detrás de la recolocación de los fondos en contra de la cuál falló el Tribunal Constitucional alemán.

El presupuesto presentará una excepción al “freno de la deuda” que había sido suspendido por primera vez entre 2020 y 2022 por la crisis del COVID-19 pero que se suponía volvería a aplicarse este año. Las negociaciones para el presupuesto 2024 todavía están demoradas y lo más probable es que el gobierno no alcance a aprobarlo antes de que termine el año. Esta incertidumbre ha interrumpido todas las licitaciones y negociaciones gubernamentales que involucren gastos planeados para el año que viene.

En el medio de este desajuste fiscal se encuentra el fondo especial de 100 mil millones de euros para la modernización de las fuerzas armadas. El ministro de defensa dijo que los fondos del proyecto aprobado en 2022, para le cuál ya se han realizado varios desembolsos, están “exentos del congelamiento presupuestario”. A pesar de esto, compañías alemanas contratistas de defensa todavía no están seguras de que esto sea así. Las dudas están puestas sobre todo en 20 mil millones de euros incluidos en proyectos de largo plazo cuya financiación requiere autorización gubernamental.

La crisis podría perjudicar a la economía europea en general, dijo la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), con sede en París.

«Si hay menos inversión y gasto en Alemania en los próximos años por la menor disponibilidad de dinero, habrá inevitablemente un impacto en la economía de la UE», dijo a Reuters el jefe de la oficina de Alemania de la OCDE, Robert Grundke.

El sector siderúrgico alemán sumó su voz al creciente nerviosismo, advirtiendo que el fallo judicial habría puesto en duda más de 40.000 millones de euros en inversiones previstas. Estos comentarios resaltan una gran incertidumbre entre las empresas industriales de Alemania, que ya están luchando con una inflación y tasas de interés altas y miran cada vez más hacia mercados más favorables como Estados Unidos.

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