Durante el martes y miércoles de esta semana, los jefes de Estado de los países miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), junto con los de algunos países invitados, se reunieron en Vilnius, Lituania con motivo de la cumbre anual de la alianza. Los principales temas que se discutieron fueron las ayudas militares a Ucrania, la posición respecto a Rusia, la adhesión de Suecia, la situación de tensión con China y la necesidad del cumplimiento del objetivo de gasto en Defensa del 2% del PBI que deben alcanzar los Estados Parte.
El lunes, en las vísperas del inicio de las reuniones, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, dio de forma sorpresiva su aprobación para que Suecia pueda formar parte de la alianza militar. En una reunión trilateral con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, y el primer ministro sueco, Ulf Kristersson, Erdogan abandonó la resistencia que sostiene hace más de un año, la cual impedía el ingreso sueco a la alianza.
Los avisos a último momento han sido una marca registrada del presidente turco que, apenas unas horas antes de estrechar la mano del sueco, dijo que la Unión Europea (UE) debería abrir el camino para la adhesión de Ankara antes de que el parlamento turco respalde la candidatura de Estocolmo para unirse a la OTAN. Cabe resaltar que Hungría también se había negado a aprobar la solicitud de Suecia, diciendo que solo aceptaría la oferta de Estocolmo una vez que Turquía lo hiciera.
El anuncio llegó luego de que Estados Unidos se haya mostrado dispuesto a levantar el bloqueo del Congreso para que Turquía pueda adquirir aviones de combate F-16, un asunto que se viene debatiendo hace años.
Además, Turquía ha logrado que Suecia acepte “apoyar activamente los esfuerzos para revitalizar” el proceso de adhesión de Turquía a la UE, incluida la modernización de la Unión Aduanera UE-Turquía y la liberalización de visas para ciudadanos turcos, así como la eliminación de barreras comerciales y el aumento de inversiones económicas bilaterales, según un declaración conjunta publicada el lunes.
En lo que respecta a Ucrania, los líderes de la OTAN transmitieron el miércoles un prudente comunicado. “Estaremos en posición de extender una invitación a Ucrania para unirse a la alianza cuando los aliados estén de acuerdo y se cumplan las condiciones”. No existen, sin embargo, unas “condiciones” definidas, y Ucrania deberá esperar como mínimo a terminar su guerra con Rusia para poder pensar en integrarse a la alianza.
Volodimir Zelenski, presidente de Ucrania, se mostró muy activo y crítico en Twitter, red social en la que escribió: “Hoy me embarqué en un viaje aquí con fe en las decisiones, con fe en los socios, con fe en una OTAN fuerte. En una OTAN que no duda y que no pierde el tiempo … ¿es eso esperar demasiado?”. A esto agregó que la falta de un plazo para la membresía de Ucrania “no tiene precedentes y es absurda”, y que tener discusiones sobre Ucrania sin su presencia fue una falta de respeto, además de que le da a Rusia una motivación para “continuar con su terror”.
A pesar del descontento del presidente, hubo algunos logros positivos para el esfuerzo de guerra ucraniano durante la cumbre. Una coalición de 11 naciones comenzará en agosto a entrenar pilotos ucranianos para volar aviones de combate F-16, lo cual se llevará a cabo en bases danesas mientras se construye un centro de entrenamiento para ese fin en Rumania.
Además, Francia prometió el envío de un “significante número” de misiles crucero de larga distancia, los cuales se suman a los Storm Shadow prometidos por los ingleses. Gran Bretaña ha dicho que proporcionará más de 70 vehículos logísticos y de combate, miles de rondas de municiones para los tanques Challenger 2 y un paquete de apoyo de 65 millones de dólares para la reparación de equipos.
Por demás, Noruega incrementará en 250 millones de dólares su ayuda militar, alcanzando así los casi mil millones de dólares aportados a lo largo de este año, mientras que Alemania enviará dos sistemas Patriot y 70 blindados Marder.
Además, la alianza eliminó el requisito de que Ucrania cumpla con lo que se conoce como Plan de Acción de Membresía (MAP) para formar parte de la misma, quitando un obstáculo del camino. También, los líderes acordaron desarrollar aún más el Paquete de Asistencia Integral (PAC), en virtud del cual Ucrania recibe asistencia no letal por 500 millones de euros en un programa de varios años.
Entre otros temas, en la mañana del miércoles se reunieron los 31 líderes de la OTAN con sus homólogos de Japón, Corea del Sur, Australia y Nueva Zelanda, con vistas a discutir los desafíos que China representa para el Indo-Pacífico. Las temáticas principales de dicha reunión fueron la explotación de minerales de tierras raras, las cadenas de suministro y el desarrollo militar de China.
Finalmente, podemos notar el compromiso de Noruega y Alemania de alcanzar el 2% del PBI en gasto militar y el fracaso del plan para establecer una oficina de enlace en Japón debido a la objeción de algunos miembros de la alianza, principalmente de Francia, que insiste en que el mandato de la OTAN no debe ir más allá del Atlántico Norte.