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Análisis del Informe del Congreso sobre la postura estratégica de Estados Unidos

Entorno de seguridad, amenazas previstas hasta el 2035 y las capacidades nucleares y no nucleares a desarrollar: cuales son los puntos más destacados del Informe sobre la Postura Estratégica de Estados Unidos.

Publicado el 4 de noviembre de 2023 por Guillermo Castellanos
Análisis del Informe del Congreso sobre la postura estratégica de Estados Unidos

En octubre de 2023, una comisión especial del Congreso de los Estados Unidos, compuesta por doce congresistas, presentó el Informe Final sobre la Postura Estratégica de Estados Unidos. Para ello, contó con la ayuda de numerosos asesores y con la colaboración del Instituto de Defensa y Análisis (IDA), cuya misión, desde su creación en 1956, es proporcionar análisis y asesoramiento técnico en asuntos de seguridad nacional y defensa.

El Congreso autoriza regularmente la formación de una comisión para llevar a cabo una revisión de la postura estratégica de Estados Unidos y hacer recomendaciones sobre cómo avanzar en este tema. En esta ocasión, se designó un grupo bipartidista de doce personas como responsables principales de realizar esta tarea.

El informe se compone de la siguiente manera: comienza con una revisión del entorno de seguridad, describe la evolución de dicho entorno en las últimas décadas y resalta los factores clave del entorno actual que deberían guiar la política y la estrategia de Estados Unidos. Luego se mencionan las apuestas estratégicas que este país debe implementar a través de un liderazgo marcado y la colaboración con sus aliados y socios, haciendo hincapié en los puntos de confrontación y competencia que se deberán abordar en el futuro cercano. Se presentan las amenazas previstas para el período 2027-2035, la estrategia, la postura estratégica y, en base a ello, se detallan las capacidades nucleares y no nucleares que deberán desarrollarse o perfeccionarse, junto con un conjunto de medidas diplomáticas, incluyendo aquellas destinadas a reducir la proliferación mundial de armas, con el fin de mitigar el riesgo de una confrontación en la que Estados Unidos pueda verse involucrado.

Metodología utilizada en el reporte

Durante el proceso de investigación y deliberación de la Comisión responsable de elaborar este informe, se recopiló información sobre las posibles amenazas y se realizó su análisis y consideración por parte de una amplia gama de expertos en la materia, tanto de la comunidad de Inteligencia como de funcionarios gubernamentales, planificadores militares, aliados de los Estados Unidos y expertos no gubernamentales de las esferas académicas e investigativas. Cada uno de estos participantes aportó diversas perspectivas basadas en múltiples fuentes de información.

El informe especifica que en su elaboración se han utilizado fuentes no clasificadas en la medida de lo posible para ilustrar las observaciones fundamentales de la Comisión sobre la evolución del entorno de seguridad, aunque estas no constituyen la única base informativa en la que se sustentan sus conclusiones.

Estudio inicial

El informe destaca que el trabajo de la Comisión comenzó con extensas sesiones informativas con expertos de diferentes agencias de inteligencia, con el fin de comprender el nuevo y cambiante entorno de seguridad que se avecina. Estas sesiones informativas respaldaron la conclusión de que Estados Unidos, como nación, debe prepararse con urgencia para afrontar esta nueva realidad y tomar medidas inmediatas para abordar las nuevas amenazas.

En particular, los comportamientos cada vez más preocupantes y agresivos de Rusia y China a lo largo de la última década llevaron a la solicitud de una revisión de la postura estratégica de Estados Unidos, que incluye aspectos de política, estrategia y la configuración de las fuerzas de armas nucleares y no nucleares.

En base a estas observaciones, se destaca la importancia de la adaptación de la política y estrategia de Estados Unidos para poder enfrentar los desafíos y aprovechar las oportunidades presentes en el período actual. Para lograrlo, se considera esencial que este país adopte un enfoque equilibrado que integre tanto los aspectos militares como los políticos del poder nacional de manera integral para abordar y reducir los riesgos relacionados con armas nucleares. Los diversos apartados del informe detallan cómo se puede lograr esto en los próximos años.

Aspectos salientes del reporte

En relación a los posibles adversarios, el informe puntualiza lo siguiente:

  • China persigue sus objetivos revisionistas y reorienta su enfoque nuclear hacia una rivalidad estratégica con Estados Unidos debido a la percepción de que sus capacidades actuales son insuficientes. En su retórica, el liderazgo de la República Popular China a menudo emplea la ambigüedad estratégica tanto en la planificación como en la toma de decisiones. Actualmente, este país no muestra interés en entablar negociaciones relacionadas con la reducción de riesgos, el diálogo sobre estabilidad estratégica o acuerdos de control de armas que puedan limitar de alguna manera sus planes y no aceptará negociaciones que disminuyan sus ventajas. Es probable que una mayor confianza en sus fuerzas nucleares refuerce la determinación de China, aumente la intensidad de los conflictos convencionales en su región de influencia y se incremente el riesgo de errores de cálculo.
  • Por otro lado, Rusia continúa manteniendo el arsenal de armas nucleares más grande del mundo y sigue expandiendo y modernizando sus capacidades nucleares. Durante su conflicto con Ucrania, Rusia ha recurrido a la doctrina que sugiere que las capacidades nucleares son necesarias para ejercer coerción y lograr sus objetivos en un posible conflicto con los Estados Unidos y la OTAN. Considera que su arsenal de armas nucleares es la última garantía de la Federación Rusa. Por ello, ha emitido amenazas nucleares desde el inicio de la invasión de Ucrania en 2014, intensificándolas durante su segunda incursión en 2022.
  • En conjunto, China y Rusia buscan remodelar el orden internacional para que refleje más sus objetivos e intereses percibidos y sea más tolerante con sus sistemas de gobierno, desafiando las normas occidentales. Es probable que mantengan esta postura mientras el presidente  Xi Jinping y el presidente Vladimir Putin sigan en el poder. Aunque es improbable que formalicen una alianza más cercana, es probable que ambos países mantengan una relación de cooperación muy estrecha, ampliando la colaboración militar a través de transferencias de equipos, entrenamiento y ejercicios conjuntos.
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Análisis

Sobre la base de la información recopilada, los expertos concluyeron que los Estados Unidos se encuentran frente un nuevo desafío estratégico que exige una acción inmediata. Dada la evolución de las amenazas actuales, este país se verá inmerso en un entorno global sustancialmente distinto al que ha enfrentado anteriormente. Los estudios señalan un mundo inestable con un alto riesgo de conflicto, principalmente con dos naciones que poseen arsenales nucleares equiparables al estadounidense. Esta situación plantea una amenaza existencial para la cual los Estados Unidos no se encuentran debidamente preparados, a menos que sus líderes tomen decisiones para ajustar la postura estratégica de la nación.

Estrategia

En función de lo expresado en el punto anterior, la Comisión considera que para lograr la estrategia más eficaz para la estabilidad, a la luz del entorno de amenazas 2027-2035, se deben realizar tres cambios fundamentales:

  • Estados Unidos debe desarrollar e implementar de manera efectiva una estrategia verdaderamente integrada y de todo el gobierno para abordar el entorno de amenazas 2027-2035.
  • Los objetivos de la estrategia estadounidense deben incluir la disuasión efectiva y la derrota de la agresión rusa y china simultánea en Europa y Asia utilizando fuerzas convencionales. Si Estados Unidos y sus aliados y socios no despliegan suficientes fuerzas convencionales para lograr este objetivo, sería necesario modificar la estrategia estadounidense para aumentar la dependencia de las armas nucleares para poder disuadir o contrarrestar algún tipo de agresión oportunista o colaborativa en otro teatro de operaciones.
  • El tamaño y la composición de la fuerza nuclear norteamericana debe ser capaz de afrontar la posibilidad de una agresión combinada de Rusia y China. La estrategia estadounidense ya no debería tratar a las fuerzas nucleares de China como una amenaza menor. Estados Unidos necesita disponer de una postura nuclear capaz de disuadir simultáneamente a ambos países.

Postura estratégica

En el contexto estratégico planteado, la Comisión aprecia que se necesita disponer de una capacidad tanto convencional como nuclear, siendo sumamente válido el papel tradicional que poseen las armas nucleares para ejercer disuasión sobre los adversarios, dar garantía a los aliados y lograr los objetivos estadounidenses en caso de que falle la disuasión o las acciones de cobertura en contra de posibles eventos adversos. Por dicha razón, la Comisión ha recomendado realizar las siguientes acciones:

Primero, ejecutar de manera total y urgente un Programa de Modernización Nuclear, que incluya el reemplazo de todos los sistemas vectores nucleares de Estados Unidos, la actualización de sus ojivas, de sus sistemas de comando, control, comunicaciones y de su infraestructura asociada de manera que todo el arsenal nuclear estadounidense siga siendo eficaz en un entorno de lucha frente a dos pares nucleares.

Segundo, la postura de la fuerza nuclear estratégica de Estados Unidos debería modificarse para:

  • Afectar un mayor número de objetivos debido a la creciente amenaza nuclear china.
  • Afrontar la posibilidad de que China despliegue misiles de gran escala con capacidad de contraataque.
  • Evitar depender del lanzamiento de misiles balísticos intercontinentales (ICBM) teniendo sus lugares de lanzamiento bajo ataque a efectos de mantener un elemento disuasivo eficaz.
  • Tener en cuenta los avances en las defensas aéreas y antimisiles integradas (IAMD) de Rusia y China.

Tercero, la postura de la fuerza nuclear estadounidense en el o los teatros de operaciones debe modificarse cuanto antes para:

  • Proporcionar al Presidente una gama de opciones de respuesta nuclear militarmente efectivas para disuadir o contrarrestar el uso limitado de armas nucleares por parte de Rusia o China en esta área.
  • Abordar la necesidad de que Estados Unidos tenga fuerzas nucleares desplegadas o con base en el teatro de operaciones de Asia y el Pacífico.
  • Compensar cualquier déficit de capacidades no nucleares de Estados Unidos y sus aliados en un conflicto en dos escenarios, secuencial o simultáneo, contra Rusia y China.
  • Afrontar los avances en IAMD ruso y chino.

Capacidades Nucleares

La Comisión recomienda que Estados Unidos mantenga una estrategia nuclear coherente con la Ley de Conflictos Armados, que esté basada en seis principios fundamentales

  • Segundo ataque garantizado. Estados Unidos debe organizar sus fuerzas nucleares y sus capacidades de mando y control de manera que ningún enemigo pueda degradar las fuerzas nucleares estadounidenses en un primer ataque lo suficiente como para evitar una respuesta devastadora que imponga costos inaceptables para el adversario. Un segundo ataque garantizado es posible gracias a la disposición y medidas de protección que permita que las fuerzas nucleares sobrevivientes de ese primer ataque, tengan el tamaño y la capacidad suficientes para infligir un daño inaceptable a un atacante bajo cualquier circunstancia.
  • Respuesta flexible. A través de este principio se busca lograr que el Presidente de Estados Unidos disponga de una gama suficiente de opciones de respuesta después de una escalada del adversario para poner fin a un conflicto en términos aceptables para este país y sus aliados – socios con el menor nivel de daño posible. Ello implica mantener una combinación de capacidades militares que incluye fuerzas convencionales, fuerzas nucleares y otros activos estratégicos. La idea es que esta diversidad de capacidades brinda opciones para disuadir a los adversarios y responder de manera proporcionada a las amenazas, ya sea a través de medios diplomáticos, estratégicos o convencionales.
  • Disuasión ajustada. Se refiere a tener una respuesta preparada y adaptable que tenga en cuenta los aspectos únicos del cálculo de decisión de cada potencial adversario. Este enfoque busca garantizar que la disuasión sea efectiva y proporcional a la amenaza en cuestión. Implica evaluar detenidamente a quién se pretende disuadir, qué tipo de amenazas puede presentarse y cómo se pueden aplicar medidas de disuasión adecuadas para prevenirlas, mitigarlas o disuadirlas. 
  • Disuasión y garantía ampliadas. Se basa en las alianzas tanto en Europa como en Asia de los Estados Unidos e implica la promesa de defender a sus aliados y socios mediante la disuasión, tanto nuclear como convencional, con el propósito de protegerlos de posibles amenazas. Esta estrategia busca disuadir a los adversarios de llevar a cabo ataques contra los aliados y, al mismo tiempo, garantizarles que Estados Unidos estará dispuestos a defenderlos si fuera necesario.
  • Ambigüedad calculada. Esta estrategia implica mantener una cierta ambigüedad o falta de claridad deliberada acerca de ciertos aspectos de la política y las capacidades nucleares que se dispone, con el fin de disuadir a los adversarios, aumentar la incertidumbre y, en última instancia, fortalecer la postura de disuasión nuclear. 
  • Cobertura contra riesgo. Se refiere a las otras estrategias y medidas que Estados Unidos emplea para protegerse contra amenazas que puedan afectar su seguridad, ya sea en el ámbito nacional o internacional. Estas medidas pueden ser de carácter militar, político, económico, cibernético o de otro tipo y tienen como objetivo prevenir o mitigar los posibles impactos adversos en la seguridad de esta nación.

Capacidades No Nucleares

En función de todo lo analizado, la Comisión recomienda que los Estados Unidos deben desplegar urgentemente una arquitectura espacial más resiliente y adoptar una estrategia que incluya elementos tanto ofensivos como defensivos para garantizar el acceso y las operaciones en el espacio. Se deben tomar medidas para asegurarse de estar a la vanguardia de las tecnologías emergentes, tales como el manejo de información, la computación cuántica y la inteligencia artificial, para evitar sorpresas estratégicas y potencialmente mejorar la postura estratégica adoptada. Para ello, se debe priorizar la correspondiente financiación de estas acciones y acelerar los programas de ataque de precisión de vectores no nucleares de largo alcance para satisfacer las necesidades operativas y en mayores cantidades de las previstas actualmente.

La Comisión aprecia que Estados Unidos debe perfeccionar su sistema IAMD de manera que pueda disuadir y derrotar los posibles ataques coercitivos de Rusia y China, y determinar las capacidades necesarias para adelantarse a potenciales amenazas de Corea del Norte. Para ello, debe transferirse la responsabilidad de las operaciones y el mantenimiento de la defensa antimisiles a los Departamentos Militares correspondientes, dejando a la Agencia de Defensa de Misiles (MDA) estadounidense solamente abocada en la investigación, el desarrollo, la creación de prototipos y las pruebas en el terreno.

Todos estos principios son considerados vitales y necesarios para poder abordar las posibles amenazas que pueden afectar a Estados Unidos en el período 2027-2035.

Conclusiones derivadas del estudio del documento

De la lectura en profundidad de todo este informe nos surge una serie de conclusiones relacionadas:

Resulta evidente que Estados Unidos enfrentará un entorno de seguridad altamente complejo y desafiante en el período 2027-2035, caracterizado por una creciente rivalidad estratégica con China y Rusia. Ambas naciones buscan activamente remodelar el orden internacional de acuerdo a sus intereses y desafiar las normas occidentales, lo que plantea una amenaza existencial para este país y sus aliados. La agresividad y ambigüedad estratégica de China, junto con la expansión y modernización del arsenal nuclear de Rusia, han llevado a la necesidad de revisar la postura estratégica de Estados Unidos.

 Para abordar adecuadamente este desafío estratégico que se ha planteado, la Comisión designada por el Congreso norteamericano ha recomendado desarrollar una serie de medidas cruciales. En primer lugar, se enfatiza la necesidad de una modernización nuclear total y urgente, incluyendo la actualización de sistemas vectores nucleares, ojivas y sistemas de comando y control. Esta modernización es considerada esencial para mantener la efectividad del arsenal nuclear en un entorno de lucha frente a dos pares nucleares.

 Además, en el informe se hace hincapié en la importancia de desarrollar una estrategia integral y de todo el gobierno para abordar las amenazas en el período 2027-2035. Esto incluye la disuasión efectiva y la derrota de la agresión rusa y china en Europa y Asia mediante fuerzas convencionales, lo que requiere el despliegue de suficientes recursos para lograr este objetivo. Además, Estados Unidos debe abordar la posibilidad de un conflicto en dos frentes, secuencial o simultáneo, y asegurarse de disponer de fuerzas nucleares capaces de disuadir a ambas naciones.

 Otro aspecto crítico es el papel del empleo del espacio exterior en la estrategia de Estados Unidos. La Comisión recomienda el desarrollo de una arquitectura espacial más resiliente y una estrategia que incluya elementos ofensivos y defensivos para garantizar el acceso y las operaciones en el espacio. También se resalta la importancia de invertir en tecnologías emergentes como la inteligencia artificial y la computación cuántica para evitar sorpresas estratégicas y mejorar la postura estratégica.

La defensa antimisiles es otro componente esencial para garantizar la seguridad de Estados Unidos. La Comisión recomienda la transferencia de la responsabilidad de las operaciones y el mantenimiento de la defensa antimisiles a los Departamentos Militares correspondientes, lo que permitiría a la Agencia de Defensa de Misiles centrarse en la investigación, desarrollo y pruebas en el terreno.

Las conclusiones subrayan en general la necesidad de que Estados Unidos tome medidas inmediatas y significativas para adaptarse a un entorno de seguridad en constante evolución y garantizar su seguridad en el período 2027-2035. Queda claro por el prolijo relevamiento efectuado de las actuales capacidades, que este país debe modernizar su arsenal nuclear, desarrollar una estrategia integral, invertir en tecnologías avanzadas y fortalecer sus capacidades en el espacio y en la defensa antimisiles para hacer frente a las amenazas planteadas por China y Rusia.

En el contexto de las conclusiones anteriores, es importante destacar que la seguridad y la paz mundial son objetivos fundamentales que deben guiar cualquier acción tomada por Estados Unidos y otras naciones. Aunque el informe se centra en las amenazas y desafíos estratégicos, la búsqueda de la paz y la estabilidad globales debe ser también un objetivo a alcanzar y que obviamente debe ser compartido por la mayoría de las naciones.

Para contribuir a la paz mundial, apreciamos que es crucial que Estados Unidos y otras potencias nucleares reconozcan la importancia de la disuasión y de mantener un equilibrio estratégico. La disuasión nuclear ha sido un elemento clave para evitar conflictos a gran escala en el pasado, y sigue siendo relevante en el contexto actual. Sin embargo, la paz mundial no solo se basa en la fuerza militar, sino también en la diplomacia, el diálogo y la cooperación internacional.

En ese sentido, Estados Unidos y otras naciones deberían esforzarse por fomentar la diplomacia y el diálogo con sus rivales estratégicos, como China y Rusia, para abordar sus preocupaciones y reducir la posibilidad de conflictos. Además, todos deben trabajar en acuerdos de control de armas que limiten el desarrollo y despliegue de armas nucleares y sistemas de misiles ofensivos, lo cual puede contribuir a reducir las tensiones y promover un entorno de seguridad más estable.

En resumen, aunque la seguridad estratégica es un aspecto crítico, no se debe perder de vista el objetivo más amplio de la paz mundial. Estados Unidos y otras naciones deben equilibrar sus medidas de seguridad con esfuerzos diplomáticos y colaborativos para promover la estabilidad global y evitar conflictos a gran escala.

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