Este viernes, Argentina dió un importante paso en el marco del Programa F-16, con la firma de una Carta de Oferta y Aceptación (LOA), avanzando con la incorporación de sistemas y equipos para los 24 aviones de combate comprados a Dinamarca a comienzos de este año.
Una LOA es un documento formal utilizado el ámbito de la cooperación internacional en materia de defensa, marca la instancia en la cual el país comprador acepta los términos y condiciones ofrecidos por el vendedor y decide avanzar con la selección en base a lo autorizado.
El documento fue firmado por el titular de la cartera de Defensa, Luis Petri, y el representante de Washington en Buenos Aires, Marc Stanley. El día anterior a la firma, el gobierno nacional puso bajo secreto militar las operaciones concernientes a la incorporación y equipamiento de los F-16, a través del decreto 1073/2024, publicado en el Boletín Oficial el jueves pasado.
Hasta el momento, sólo quedaban sujetas a secreto militar las obras de infraestructura en la VI Brigada Aérea de Tandil, en el marco de la adecuación de las instalaciones para la llegada de los F-16. De este modo, a partir de ahora la adquisición de armamento para las aeronaves no podrá ser de público conocimiento.

Este acuerdo representará un crucial salto cualitativo para las capacidades de la fuerza aérea argentina, que junto a la incorporación de los 24 F-16A/B MLU tendrá acceso a tecnología avanzada en materia de comunicaciones, transmisión de datos y guerra electrónica, equipo y armamento de última generación, soporte logístico, y formación para pilotos y equipos técnicos.
Si bien no se conoce exactamente el material a incorporar, tal como adelantó Radar Austral a finales de octubre, Washington emitió un comunicado a través del cual autorizó un paquete de armamento valuado en USD 941 millones para equipar los 24 F-16 de Argentina, paso previo a la Carta de Oferta y Aceptación firmada el viernes. Dicho paquete, contempla la adquisición de misiles aire-aire de alcance medio AIM-120 y Bombas MK-82, entre otros elementos.
En la tarde del viernes, paralelamente a la firma de la LOA para la incorporación de armamento, aterrizó en el Palomar el Hércules T-66 de la Fuerza Aérea que hace algunos días había partido rumbo a Dinamarca para traer al país el F-16 N°25, destinado a entrenamiento en tierra. De este modo, trajo en su bodega el motor y componentes de la aeronave aludida. Mientras tanto, el fuselaje del avión será trasladado en un segundo vuelo por el Hércules T-69, que ya despegó rumbo a Dinamarca.
