Azerbaiyán y Armenia intercambiaron prisioneros de guerra durante la jornada del miércoles, en lo que supone un nuevo paso hacia la normalización de sus relaciones después de que Azerbaiyán pareciera finalmente vencer en el conflicto entre ambas naciones que data desde principios de los 90s.
El intercambio implicó la liberación por parte de Azerbaiyán de 32 armenios, en su mayoría capturados a finales de 2020. Por su parte, Armenia entregó a dos soldados azeríes detenidos desde abril de 2023. Cabe recordar que se trata del primer intercambio de prisioneros desde la ofensiva lanzada por Azerbaiyán en septiembre de este año.
“Treinta y un miembros de las fuerzas armadas de Armenia capturados en 2020-2023 y un militar capturado en Nagorno Karabaj en septiembre han cruzado la frontera entre Azerbaiyán y Armenia y se encuentran en territorio armenio“, escribió el primer ministro armenio, Nikol Pashinyan, en su cuenta de Facebook y de X.
Por su parte, la comisión estatal de prisioneros de guerra de Azerbaiyán también emitió un comunicado sobre el intercambio en el cual se lee que “Los soldados armenios fueron entregados a Armenia después de que el Comité Internacional de la Cruz Roja examinara su salud y llegara a una conclusión positiva“.
El intercambio se produjo una semana después de que los gobiernos con sede en Bakú y en Ereván emitieran la semana pasada una declaración conjunta en la que se comprometían a lograr una “paz largamente esperada en la región” y anunciaran el intercambio de prisioneros. Además, ambas partes “reconfirman su intención de normalizar las relaciones y alcanzar un tratado de paz sobre la base del respeto a los principios de soberanía e integridad territorial“.
En noviembre, Armenia confirmó que un total de 55 prisioneros de guerra su nacionalidad estaban retenidos por Azerbaiyán, incluidos seis civiles, 41 soldados y ocho líderes separatistas que fueron arrestados a raíz de la operación militar de Bakú en septiembre.
La agencia de noticias rusa TASS informó el miércoles que los dos países también estaban discutiendo la retirada de tropas de la frontera, aunque aún no se ha tomado ninguna decisión concluyente.
El intercambio de prisioneros fue bien recibido por la Unión Europea y Estados Unidos, que durante décadas han tratado de persuadir a los dos países para que firmen un tratado de paz para resolver cuestiones pendientes, incluida la demarcación de sus fronteras.
El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, elogió el acuerdo como un gran avance, escribiendo en X que acoge con beneplácito el acuerdo para liberar a los prisioneros y proceder a una “apertura sin precedentes en el diálogo político“.
Es pertinente recordar que la mediación por parte de países occidentales se ha intensificado a raíz de la disminución de la influencia rusa en la región desde la invasión rusa de Ucrania y desde que el apoyo a Armenia no ha sido tan ferviente.
Conflicto por la región del Nagorno-Karabaj
Armenia y Azerbaiyán formaban parte de la Unión Soviética, que colapsó en 1991, dos años después de la caída del Muro de Berlín. Desde entonces, los países del Cáucaso Sur han librado dos guerras por la región de Nagorno-Karabaj, una zona montañosa que, si bien oficialmente forma parte de Azerbaiyán, solía estar poblada por una población étnicamente armenia. Recordemos que el enclave se autoproclamó independiente en 1991.
Un año después, se autodenominó República de Artsaj y Stepanakert, su ciudad más grande, se convirtió en su capital. Hasta septiembre de este año, la región ha funcionado con un gobierno autónomo, con respaldo económico, político y militar de Armenia.
En septiembre de este año, luego de una guerra que tuvo lugar en el año 2020, Azerbaiyán libró una campaña militar relámpago en la región, la cual duró un solo día. La ofensiva, que cumplió con los objetivos políticos y militares azeríes, dio pie a que la gran mayoría de los 120.000 residentes armenios huyeran rumbo a Armenia.
Luego de la victoria azerí, el presidente de la autoproclamada república de Artsaj, Samvel Shahramanyan, decretó, el 28 de septiembre, la disolución de la entidad separatista. “Todos los órganos estatales y las organización dependientes de ellos deben disolverse antes del 1 de enero de 2024, y la república de Artsaj deja de existir“, se lee en el decreto oficial.
La disolución de la autoproclamada República de Artsaj, lo cual ha sido catalogado como “uno de los días más oscuros” para el pueblo armenio, fue una de las condiciones impuestas por Azerbaiyán para detener la operación militar.