El mes pasado, el entonces jefe de gabinete de ministros del gobierno, Nicolás Posse, elevó al congreso el informe número 139 de la Jefatura de Gabinete. En el mismo, se hizo mención en reiteradas ocasiones al estado de la radarización del espacio aéreo argentino. Una de las preguntas formuladas en esa línea, apuntaba a saber la cantidad de radares primarios y secundarios que se encuentran operativos, además de sus horas de funcionamiento.
De acuerdo a la información provista por el Ministerio de Defensa ante la consulta realizada, actualmente hay 7 radares primarios, 1 radar FPS, 1 radar de alcance mediano experimental, y 1 radar de alcance mediano desplegados y en servicio. En cuanto a los radares secundarios, se cuenta actualmente con 24 desplegados a lo largo de todo el territorio, de los cuales 3 se encuentran fuera de servicio.
Según señala el informe, los sistemas de radar operan las 24 horas del día durante todo el año.
Diferencias entre radar primario y radar secundario:
Al detectar una aeronave, un radar primario es capaz de obtener determinada información de la misma sin necesidad de entablar una comunicación. Dicha información consiste en: la ubicación de la aeronave en el espacio con respecto al norte magnético, la distancia a la que se encuentra del radar que la detecta, y su altura.
Cada uno de estos tres datos recibe el nombre de “dimensión.” En consonancia con esto, un radar primario puede ser bidimensional (determina las dos primeras dimensiones) o tridimensional (determina las tres dimensiones de la aeronave).
En el caso de los radares secundarios, la información que obtengan depende de si la aeronave detectada decida cooperar o no, ya que lo que estos radares hacen es emitir una señal a través de la cual pueden entablar una comunicación, y de esa forma solicitar los datos requeridos.
No obstante, si el vuelo en cuestión no provee los datos que se le piden, estos no se obtienen, mientras que los radares primarios determinan la información independientemente de que la aeronave detectada sea cooperativa, es decir, funcionan por sí solos.
Otros datos que los legisladores solicitaron fueron la cantidad de radares 2D o 3D que se encuentran funcionando y qué porcentaje de cobertura existe en relación a todo el espacio aéreo y marítimo de la Nación. El informe arrojó que actualmente se cuenta con un total de 12 sistemas de radares 3D. Si bien no se detalló que porcentaje del total del espacio aéreo argentino se encuentra radarizado, se informó que la frontera norte cuenta con una cobertura del 100%.
Esta medida responde al Sistema Nacional de Vigilancia y Control Aeroespacial (SINVICA), que le otorga prioridad a dicha frontera en la distribución territorial de radares. El SINVICA fue creado a través del decreto 1407/2007, ante la necesidad de contar con un sistema integral capaz de atender tanto a la seguridad del tránsito aéreo, como a la detección de aeronaves que violen la soberanía argentina. Dicho decreto designó al Ministerio de Defensa como autoridad de aplicación, y a la Fuerza Aérea como organismo ejecutor del SINVICA.
Respecto a las acciones más recientes llevadas a cabo en esta materia, el informe señaló que desde el año 2015 a 2023, se instalaron radares en Merlo (Provincia de Buenos Aires), Tartagal (Salta), Las Lomitas (Formosa), Ingeniero Juárez (Formosa), Pirané (Formosa), Villaguay (Entre Ríos) y Mercedes (Corrientes). Además se informó que este año se instalarán radares en las localidades de Tostado (Santa Fé) y San Pedro (Misiones).
Asimismo, entre 2025 y 2027 se instalarán radares tipo RPA (radar primario argentino) en Río Grande (Tierra del Fuego), Río Gallegos (Santa Cruz), Posadas (Misiones), Resistencia y Taco Pozo (Chaco).
Un actor fundamental en el marco del plan de radarización es INVAP, empresa seleccionada para proveer al Estado de los medios y la infraestructura necesaria para ejercer el control del espacio aéreo. Esta empresa desarrolló el Radar Primario Argentino (RPA), un radar tridimensional con un alcance de más de 400 km. De esta forma INVAP se convirtió en un socio clave de la Fuerza Aérea, suministrando la tecnología e infraestructura necesaria para mantener operativo el SINVICA.
A este parte sobre las capacidades de control del espacio aéreo, se le suma la reciente compra de 24 cazas F-16, que una vez operativos le darán al Estado argentino la capacidad disuasoria que necesita para custodiar los cielos. Según el informe, la adquisición de estas aeronaves forma parte de las acciones llevadas a cabo en el marco del SINVICA, así como la incorporación (el año pasado) del sistema de armas misilístico RBS 70.