La cumbre del G20 tendrá lugar en Dehli este fin de semana y aunque Xi había dicho anteriormente que viajaría a la capital india para la reunión, el Ministerio de Asuntos Exteriores de China no confirmó su asistencia cuando se le pidió que lo hiciera en una rueda de prensa el jueves pasado.
“Estoy decepcionado… pero voy a poder verlo“, dijo Biden a los periodistas el domingo, aunque no aclaró cuándo podría tener lugar esa reunión con el líder chino. Ambos se encontraron por última vez en el marco de la cumbre del G20 del año pasado en Bali, Indonesia.
La ausencia de Xi se produce en medio de un contexto de tensión en las relaciones entre China e India. Entre otras cosas, los dos países se enfrentan a lo largo de su disputada frontera de 3400km en la región del Himalaya. La semana pasada, India protestó después de que Beijing publicara un mapa que afirma que el estado de Arunachal Pradesh y la meseta de Aksai Chin son territorio chino. Este mapa también generó quejas por parte de Tailandia, Filipinas y Nepal.
China considera todo el estado indio nororiental de Arunachal Pradesh como su territorio y lo llama “Tíbet del Sur”, afirmación que India rechaza firmemente. India reclama la meseta de Aksai Chin en el Himalaya, controlada por China. Las relaciones entre India y China han empeorado desde 2020, cuando sus tropas se vieron involucradas en un enfrentamiento en el valle de Galwan en Ladakh; este fue el primer enfrentamiento fatal entre las dos partes desde 1975.
Un acuerdo firmado por ambas naciones en 1996 prohíbe el uso de explosivos y armas de fuego en las cercanías de la frontera. Por eso las frecuentes escaramuzas entre las tropas de dos potencias nucleares, de las más avanzadas tecnológicamente y con las dos fuerzas armadas más numerosas en efectivos se dan en increíbles batallas campales con armas blancas y puños. Las dos naciones también compiten mediante la construcción de infraestructura a lo largo de la frontera, también conocida como Línea de Control Real (LAC en inglés). China e India estuvieron involucrados en una Guerra en 1962 en la que India sufrió una humillante derrota.
Xi Jinping y Joe Biden podrían tener una oportunidad para reunirse en noviembre en la cumbre de líderes del Foro de Cooperación del Asia Pacífico en San Francisco. Los dos países están en desacuerdo en una variedad de cuestiones, incluidos los derechos humanos en Xinjiang y Hong Kong, los reclamos territoriales sobre Taiwán y el Mar de China Meridional y el creciente dominio de Beijing sobre una serie de industrias claves.
En un intento por mejorar los vínculos, una serie de altos funcionarios estadounidenses han viajado a China en los últimos meses. Entre ellos se encuentran el secretario de Estado, Antony Blinken, la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, y el enviado especial de Estados Unidos para el clima, John Kerry.
Mientras tanto, Xi busca ubicar a Beijing como líder del mundo en desarrollo, reuniendo apoyo para una alternativa al orden mundial liderado por Washington. En la cumbre del BRICS en Sudáfrica el mes pasado criticó la “hegemonía” de Occidente e instó a las naciones en desarrollo a “librarse del yugo del colonialismo” en sus discursos.