El Ministro de Gobierno boliviano, Eduardo Del Castillo, anunció esta tarde el comienzo de un nuevo proceso penal en contra de Evo Morales, en el que se lo acusa de haber disparado contra efectivos policiales.
Se trata del tiroteo que tuvo lugar ayer, a partir del cual el líder cocalero denunció que militares y policías llevaron a cabo un intento de atentado en su contra, exigiendo al gobierno de Luis Arce que se responsabilice y tome cartas en el asunto.
Posteriormente, desde el entorno de Evo Morales se sostuvo que los autos en los que viajaban los presuntos agresores ingresaron a un cuartel, al que horas más tarde llegó un grupo de evistas exigiendo explicaciones a los uniformados.
Sin embargo, Del Castillo afirmó esta tarde que miembros de la policía boliviana fueron atacados previamente por el equipo de seguridad del expresidente, lo que habría desatado la persecución que llevó a Morales a denunciar un intento de magnicidio.
De este modo, el Ministro de Gobierno informó que la comitiva del exmandatario se negó a detenerse en un punto de control policial instalado en una carretera del Trópico de Cochabamba, desmintiendo la versión de Morales.
La Policía boliviana les pide que reduzcan la velocidad, se identifican como efectivos del orden, sin embargo, imprimen mayor velocidad, sacan armas de fuego en contra de la humanidad y la integridad de la Policía, realizan disparos de fuego desde un vehículo en contra de la vida de los efectivos de la Policía boliviana y en contra de los vehículos que estaban siendo utilizados en materia de lucha contra el narcotráfico.
Adicionalmente, se informó que un efectivo policial fue atropellado por uno de los autos del convoy que transportaba a Evo Morales.
Mientras tanto, continúan los bloqueos que mantienen aislado al Departamento de Cochabamba y general desabastecimiento de alimentos y combustibles a lo largo de todo el país. En consonancia, las tensiones entre el gobierno y los colectivos que apoyan a Evo Morales se profundizan, y la violencia escala a medida que las fuerzas de seguridad intentan desarticular los cortes de rutas.