Este miércoles el gobierno boliviano acusó al exministro Juan Ramón Quintana y los dirigentes Ponciano Santos y Humberto Claros, todos cercanos a Evo Morales, por presuntos delitos de Asociación Delictuosa, Instigación Pública a Delinquir y Terrorismo.
A través de un comunicado, la Procuraduría General del Estado solicitó formalmente que se proceda a la aprehensión de numerosos dirigentes vinculados al ex mandatario, en un nuevo episodio de la escalada de hostilidades entre el gobierno y los movimientos sociales e indígenas.
Los antecedentes de la investigación indican que se habría organizado y alentado a realizar bloqueos y protestas violentas, incluyendo llamados públicos a toma de acciones específicas contra el orden público, tales como bloquear vías de tránsito estratégicas y la toma de rehenes en instalaciones de las Fuerzas Armadas.
El comunicado se refirió a las tomas de cuarteles que tuvieron lugar el fin de semana, cuando manifestantes ingresaron por la fuerza a unidades militares del Trópico de Cochabamba y tomaron como rehenes a los uniformados que se encontraban prestando servicios.
Como si fuera poco, el Ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, anunció el día de hoy la detención de 13 personas acusadas de haber secuestrado a dos policías durante el despeje de un camino que permanecía bloqueado.
Mientras tanto, Evo Morales ordenó la suspensión de los bloqueos que llevan casi un mes, con el objetivo de poder entablar negociaciones con el gobierno de Luis Arce. En consonancia, los evistas anunciaron que suspenderán por un plazo de 72 horas los cortes de rutas y caminos que se han extendido durante 23 días, profundizando la crisis económica que ya podía evidenciarse desde antes del inicio de las manifestaciones.
De este modo, dirigentes sociales señalaron que los bloqueos se detendrán a la espera del diálogo propuesto por el gobierno. En tanto, en el Departamento de Cochabamba, foco del conflicto, los manifestantes ya han comenzado a replegarse en distintos puntos.
Estamos haciendo una pausa con vigilia por 72 horas, por un tema humanitario, queremos ir a llorar a nuestros muertos que nos han ocasionado, queremos ir a curar las heridas de nuestros heridos, queremos ir a defender a nuestros presos en este momento, por eso estamos haciendo esta pausa, queremos ver que la comunidad internacional ahora venga, intermedia en el diálogo que el Gobierno ha dicho.
Evo Morales, que desde hace 24 días está atrincherado en Cochabamba, le exigirá al gobierno la liberación de todos los detenidos durante los despejes de los bloqueos, y la instauración de mesas de diálogo avocadas a temas económicos y sociales. Adicionalmente, solicitó que organismos internacionales oficien de mediadores en las negociaciones.