Ya han transcurrido 10 días desde que los seguidores de Evo Morales comenzaron a bloquear las rutas en defensa del ex presidente acusado de trata de personas. Al día de hoy, el Departamento de Cochabamba se encuentra aislado del resto del país, y muchas ciudades están desconectadas, impidiendo la circulación de productos de consumo y combustible.
Mientras tanto, la violencia empieza aumentar a medida que el gobierno intenta desarticular los cortes de rutas, y algunos ciudadanos se convocan para enfrentar a los manifestantes que paralizan la economía del país.
Este martes, las fuerzas de seguridad intervinieron en 7 puntos de bloqueo, encontrándose con una fuerte resistencia por parte de los seguidores de Evo Morales, quienes evitaron que la policía pudiera despejar la ruta que conecta a Cochabamba con Santa Cruz de la Sierra. Según se informó, los manifestantes habrían superado a los efectivos policiales, quienes reportaron que un grupo de bloqueadores portaba armas de fuego.
En este marco, el presidente Luis Arce declaró que la policía desbloqueará las carreteras del país gradualmente y advirtió que ningún bloqueo salvará a quienes estén vinculados a la pedofilia, refiriéndose al exmandatario Evo Morales, acusado de haber embarazado a una menor de edad.
Por su parte, una funcionaria aseguró que los manifestantes buscan incitar la violencia con el objetivo de generar caos y presionar al gobierno para acortar el mandato de Arce. Asimismo, apuntó contra el dirigente evitista Juan Ramón Quintana, quien declaró que “este bloqueo se nutre de sangre”.
El viernes pasado, durante un operativo policial en La Paz, los efectivos habrían sorprendido a un grupo de manifestantes en posesión de explosivos, dispuestos a bloquear un camino.
Mientras los evitistas se dirigen a la capital, la falta de combustible y alimentos provocada por los bloqueos de rutas comienza a sentirse a lo largo de todo el país. En consonancia, el Secretario de Salud de Cochabamba anunció un plan de contingencia para garantizar el abastecimiento de carne, verduras y otros productos en los hospitales de la ciudad, que se ven perjudicados por las manifestaciones. Paralelamente, en distintos puntos del país se reportan filas de camiones con alimentos varados en las rutas.
En consecuencia, distintos sectores productivos se han pronunciado en contra de las manifestaciones, exigiendo al gobierno que tome medidas al respecto para garantizar la circulación.
De este modo, representantes de constructores, lecheros, floricultores, transportistas, productores de hortalizas, comerciantes avicultores y juntas vecinales, demandan que finalicen los bloqueos que perjudican a la economía.
En esta línea, el Comité Cívico de Cochabamba, una organización que reúne a representantes de diferentes sectores de la economía, señaló que el aparato productivo de la ciudad “está al borde de la quiebra“, y que las medidas de fuerza de los movimientos afines a Evo Morales profundizan la crisis económica.
En este marco, se registra en todo el país desabastecimiento de productos básicos como carne, arroz y verduras, sumado a la escasez de combustible.
Prácticamente en todas las capitales y poblaciones medianas están sin gasolina y diésel, lo que ha reducido notablemente el servicio de transporte público. Además los transportistas se han declarado en emergencia, aseguró el periódico boliviano “El Deber”.
En la ciudad de La Paz, capital del país, la violencia escala a medida que los sindicatos de transporte sostienen el paro e impiden la circulación de camiones.
En este marco, el día de hoy circularon imágenes de choferes sindicalizados agrediendo en grupo a un conductor que se habría negado a acatar el paro decretado por los sindicatos.
En el video se observa a un grupo de choferes sosteniendo a un hombre, mientras otro lo golpea con un cinturón repetidas veces.