Brasil ha desplazado a Estados Unidos del lugar de mayor exportador de maíz a China. Además, el país sudamericano profundiza su dominio como exportador de soja al gigante asiático. Esto se debe, principalmente, a la cosecha récord de Brasil y a la apertura del mercado chino para el maíz brasileño generada un año atrás.
De acuerdo con información de Bloomberg sobre datos aduaneros, los cargamentos con maíz procedentes de Brasil ascendieron a 8,79 millones de toneladas desde el comienzo del 2023 hasta noviembre del mismo año, representando aproximadamente un 40% de lo importado por China en ese lapso de tiempo. Durante el mismo periodo, las exportaciones estadounidenses significaron poco menos del 30%, con 6,5 millones de toneladas comercializadas.
Estos datos son significativos si tenemos en cuenta que tan solo hace dos años, en 2021, Estados Unidos representaba prácticamente el 70% de las importaciones de maíz de China, e incluso se esperaba que aumentase debido a la invasión rusa a Ucrania.
Por otro lado, Reuters agrega que Brasil también dominó las exportaciones de soja hacia Pekín, en un cuarto trimestre que habitualmente es dominado por la soja recién cosechada de los Estados Unidos. En este caso, también se impuso Brasil con su soja barata por la cosecha récord conseguida y por ser el mayor productor mundial de este commodity.
Esta transformación en las importaciones chinas se da por la simultaneidad de algunos factores:
1- Intención china de reducir su dependencia de Estados Unidos y Ucrania.
2- Cosecha récord en Brasil.
3- Relaciones diplomáticas amistosas entre el gigante asiático y el país amazónico.
Es interesante ver que una decisión geopolítica de un actor internacional tan relevante como China sobre la diversificación de sus importaciones transforma rápidamente la composición del comercio internacional, colocando a Brasil como su principal exportador. Sin embargo, es cierto que Brasil viene aumentando de manera sostenida su producción, pero para poder hacerlo la apertura del enorme mercado chino fue fundamental.
En este sentido, es importante que Argentina adopte una Política Exterior pragmática para poder aprovechar las oportunidades que la disputa hegemónica entre Estados Unidos y China ofrecen.