El proyecto de presupuesto 2025 que presentó el gobierno chileno, posterga la asignación del Fondo de Contingencia Estratégico, cotemplado en la Ley 21.174 de Financiamiento de las Capacidades Estratégicas de la Defensa Nacional.
De este modo, por segundo año consecutivo se aplazará la asignación de fondos adicionales para la defensa, generando incertidumbre y privando a los militares de la totalidad de los recursos que les corresponden por ley y que necesitan para el correcto desempeño de sus tareas.
Esta situación ha provocado malestar y preocupación en algunos sectores de la política y las fuerzas armadas del país trasandino. En esta línea, la Presidente de la Comisión de Defensa de la Cámara de Diputados de Chile, aseguró que desde la oposición van a rechazarle todo el presupuesto al Ministerio de Defensa, y añadió que “esto ocurre cuando vemos que los países vecinos están invirtiendo grandes sumas para recuperar sus capacidades, nosotros aquí no hacemos lo propio“. En virtud de esta inquietud, la comisión citó a la Ministra de Defensa para que explique el presupuesto asignado a su cartera en el proyecto que presentó el gobierno.
En tanto, el diario chileno La Segunda publicó un artículo llamado “Gobierno posterga por segundo año aportes a las FFAA: diputados lanzan advertencia”, que comienza con la siguiente premisa:
Argentina ha anunciado que adquirirá aviones de combate, submarinos y renovará sus blindados; mientras que Perú ratificó la compra de aeronaves nuevas. Y en Chile, en cambio, el Gobierno, por segundo año consecutivo, quiere congelar la entrega de los dineros que reemplazaron la Ley Reservada del Cobre, con los cuales se financian grandes compras y mantención de la operatividad de la maquinaria de guerra.
Ley de Presupuesto 2025
A principios de octubre, el poder ejecutivo presentó ante el Congreso el proyecto de presupuesto para el ejercicio fiscal del próximo año. En su artículo 37, autoriza al fisco a postergar durante 2025 la asignación de dos fondos contenidos en la Ley 21.174, que establece un nuevo mecanismo de financiamiento de las capacidades estratégicas de la defensa nacional a través de la creación de dos instrumentos de financiación, el Fondo Plurianual para las Capacidades Estratégicas y el Fondo de Contingencia Estratégico. Este último, quedaría sin financiamiento por segundo año consecutivo en virtud del proyecto que presentó al gobierno.
Para comprender esta problemática hay que entender cómo se financia el gasto militar del otro lado de la cordillera…
¿Cómo se financia la defensa en Chile?
Desde la sanción de la Ley 21.174 en el año 2019, la financiación para la defensa en el país trasandino proviene de tres fuentes; el presupuesto ordinario (gasto corriente, remuneraciones, bienes y servicios), el Fondo Pluriananual para las Capacidades Estratégicas de la Defensa y el Fondo de Contingencia Estratégico. Esta normativa reemplaza a la Ley Reservada del Cobre y establece un nuevo método de financiación del gasto militar.
De acuerdo a la ley 21.174, el Fondo Pluriananual para las Capacidades Estratégicas financiará la inversión en material bélico e infraestructura asociada, en base a un programa de financiamiento de inversiones a cuatro años, que permita materializar la planificación del desarrollo de la fuerza derivada de la política de defensa nacional.
Asimismo, el Fondo de Contingencia Estratégico está destinado a financiar el material bélico e infraestructura asociada y sus gastos de sostenimiento para enfrentar situaciones de guerra externa o de crisis internacional. Y también podrá ser usado para financiar material bélico e infraestructura destruidos o severamente dañados a consecuencia de situaciones de catástrofe.
Previo a la sanción de esta normativa, la Ley del Cobre destinaba un 10% de las ganancias de la empresa estatal Codelco a la inversión en defensa, asignando inicialmente un tercio de ese porcentaje a cada fuerza. Cuando el precio del cobre alcanzó un valor muy alto, parte de los fondos asignados al gasto militar no llegaron a utilizarse, quedando un saldo remanente. Esta ley le aportaba cierta previsibilidad al financiamiento de la defensa, ya que parte del presupuesto militar estaba sujeto al dinero que entraba por la venta de un mineral valioso.
Cuando la Ley del Cobre fue derogada y reemplazada por la Ley 21.174, que introdujo un nuevo mecanismo de financiamiento, se diseñó un Programa Cuatrianual de inversiones con el saldo remanente que no se había gastado. De este modo, se le asignó al Fondo Plurianual para las Capacidades Estratégicas un 55% de ese saldo restante, a transferirse anualmente durante 4 años, lo cual se termina este año. En virtud de ello, ese 55% se distribuyó en pagos anuales de USD 488 millones. Ese valor se fijó como el mínimo a partir del cual el Estado debe aportar, tanto durante esos 4 años como a partir del año 5 (el año próximo) una vez que el saldo se haya agotado. Sin embargo, en el proyecto de presupuesto que presentó el gobierno, el Fondo Plurianual para las Capacidades Estratégicas permanece en USD 488 millones, cuando este valor debería ser un punto de partida. En este punto, la ley vigente establece un mínimo, el aporte basal, cuyo monto se establece sobre el promedio de los 6 años anteriores, que algunos estiman en USD 600 millones, bastante superior a los USD 488 millones que dispuso el gobierno, según señala el Think Tank chileno Athena Lab.
Ese fondo de 488 millones de dólares es insuficiente para la realidad que se viene por delante, con la modernización que hay que hacer de los F-16, en el caso del material blindado, los Leopard definitivamente necesitan una inversión y tienen que mantener esas capacidades. Solamente la renovación de la Marina completa sale USD 7000 millones y eso no considera ninguna otra fuerza.
– Richard Kouyoumdjian, vicepresidente de AthenaLab.
Por otro lado, el Fondo de Contingencia Estratégico se conformó inicialmente con un 20% de ese saldo remanente, más aportes que debía hacer el Estado en el presupuesto una vez agotado dicho saldo. Estos aportes deben hacerse a inicios de 2025, pero por segundo año consecutivo el gobierno anunció que postergará la asignación de los fondos, generando incertidumbre en las Fuerzas Armadas y la oposición.
Durante una sesión de la Comisión de Defensa de la Cámara de Diputados, que tuvo lugar el 15 de Octubre, el Subsecretario de Defensa afirmó que no se asignará dinero al Fondo de Contingencia debido a que no se dispone de los recursos necesarios.
Unos días más tarde, el 28 de octubre, las autoridades militares y de defensa fueron citadas nuevamente en el Congreso para discutir la asignación de los fondos. En esta oportunidad, el General Iturriaga, Comandante en Jefe del Ejército chileno, informó a los legisladores sobre la falta de financiamiento para cubrir los cupos requeridos de soldados conscriptos y tropa profesional. De este modo, el General señaló que hay recursos para disponer de 1600 efectivos de tropa profesional, frente a los 7.000 que autoriza la ley. En cuanto a los conscriptos, la ley fija la cifra de 12.500, pero sólo se financia el 50%. Por este motivo, la Comisión de Defensa decidió de manera unánime dejar pendiente de aprobación la partida presupuestaria del Ministerio de Defensa.
Numerosas voces sostienen que esta situación da cuenta de la preocupación que surgió al momento de derogar la Ley del Cobre, cuando se temía que la incorporación de estos fondos al presupuesto ordinario los dejaría sometidos al criterio del gobierno de turno, dificultando la capacidad para abordar la defensa con una mirada a largo plazo.