Se trata de un modelo de tipo furtivo, concebido como un caza multirol y pensado para complementar los sistemas de armas del gigante asiático.
La exhibición tendrá lugar en el marco de la XV Exposición Internacional de Aviación y Aeroespacial de China, también conocida como Airshow China, un evento del cual participan empresas de diversos países, como es el caso de las compañías rusas y la esperada performance del caza ruso PAK-FA 50, de quinta generación.
Según declaraciones oficiales, la introducción del J-35A convertirá a China en el segundo país del mundo en operar simultáneamente 2 tipos de aeronaves de tecnología furtiva. El primero, como cabría esperar, es Estados Unidos a través de sus F-22 Raptor y F-35 Lightning II, ambos procedentes de las fábricas de Lockheed Martin y complementarios entre sí.
Asimismo, tanto analistas chinos como extranjeros asumen que el nuevo caza de combate vendría a complementar las capacidades del Chengdu J-20. Este último es un caza furtivo de tipo pesado, pensado para garantizar la superioridad en el espacio aéreo, mientras que el J-35A se perfilaría más bien como un caza furtivo mediano, diseñado para tareas multirol y de operaciones tanto aire-aire como de aire-superficie.
En virtud de estas características, se espera que este sistema de armas se integre principalmente a la Armada de China, pudiendo llegar a operar tanto en sus portaaviones en servicio, el Liaoning y el Shandong, como en el moderno portaaviones Fujian, que aún no se encuentra activo. Si bien este último todavía está en construcción, una vez finalizado contaría con una rampa de vuelo plana y el empleo de un Sistema de Lanzamiento de Aeronaves Electromagnético (EMALS), similar al del USS Gerald Ford, que le permitiría lanzar a vuelo más rápidamente una mayor cantidad de aeronaves.
J-35A chino vs F-35C estadounidense
Aunque la información disponible es escasa y el misterio probablemente seguirá girando en torno al desarrollo del J-35 y sus variantes, las declaraciones de oficiales de las Fuerzas Armadas de China han sostenido reiteradamente que las capacidades de este Jet se asemejarán a las que posee el F-35 estadounidense. En tanto, las comparaciones entre ambos modelos no tardaron en llegar debido al claro parecido a primera vista.
En función de estas declaraciones, pueden trazarse algunas comparaciones útiles que permitan visualizar el impacto que podría suponer la introducción de esta nueva aeronave a los teatros de operaciones regionales. A tales fines, hay dos grandes variables:
Capacidad Furtiva
En caso de contar con ventajas furtivas similares a las del F-35, una vez China ponga en servicio su nuevo caza de quinta generación, pasaría a gozar de capacidades y posibilidad de proyección militar a la que todavía no puede acceder, teniendo en cuenta las capacidades aéreas de los demás actores que son parte de las disputas en el Mar de la China Meridional.
En este escenario, el poder de China solamente pasaría a equiparase tecnológicamente con los F-35C de los Estados Unidos, Corea del Sur y Japón. Y si bien Australia también es usuaria de este sistema de armas, de momento solo cuenta con la versión F-35A, la cual solo está disponible para operar desde aeródromos terrestres.
Rango de alcance
Si el J-35 se equiparase al F-35C en cuanto a su capacidad para disponer de combustible en su fuselaje interno, su rango de acción se extendería (sin repostaje en vuelo) a unas 600 millas náuticas, o bien, unos 965 kilómetros de ida y vuelta, desde el punto de despegue. Esto se traduce en un rango máximo de acción de 1.200 mn o 1.931 km.
De ser así, no sería el más adecuado para generar una amplia capacidad de proyección o presencia militar. De hecho, esta variable ha estado entre las principales críticas que se le hacen al F-35C respecto de otras aeronaves navales. En reiteradas ocasiones se ha señalado que el F-35 debe necesariamente complementarse con otros sistemas, como el F-18 Super Hornet, que dispone de un alcance máximo de 900 m.n. o 1.448 km. de ida y vuelta, lo que implica un rango de 1.800 mn. o 2.896 km.
El siguiente mapa presenta una aproximación del alcance potencial del J-35A si este se equiparase a las capacidades del F-35C (600m.n), en comparación con un F-18 Super Hornet (900m.n), en un escenario hipotético en el que pudiesen operar desde las Islas de Woody, una de las tantas bases militarizadas que posee China en el Mar de China Meridional.
El rango de alcance es un factor crucial para garantizar la protección del grupo de tareas navales del cual proceden los aviones de combate. Por ende, si las capacidades del J-35 en esta materia se equiparan a las del F-35C, China tendría que hacer frente a los mismos desafíos que enfrentan los EE. UU. Pero si China supo tomar los recaudos suficientes como para ampliar la capacidad su alcance operativo, entonces tendría la oportunidad de superar a la armada estadounidense, al menos en esta cuestión en particular.
Hasta el momento se han logrado avistar hasta tres variantes de prototipos del J-35. Una de ellas parecería contar con un tren de aterrizaje delantero a doble rueda, apto para su empleo en portaaviones, a partir de lo cual se asume que el nuevo caza multirol tendría una versión naval.
De este modo, una vez incorporado, el J-35 chino se convertiría en la segunda aeronave de combate del mundo, después del F-35, en llevar la tecnología furtiva hacia los océanos.