Hace unos días Delhi anunció la consolidación de un acuerdo con Beijing para trazar un programa acordado de patrullajes en zonas fronterizas en disputa.
En 2020, ambos países tuvieron que trasladar sus tropas de algunas áreas en disputa para evitar enfrentamientos, reduciendo de este modo las actividades de patrullaje.
Las tensiones entre ambos países a lo largo de más de 3.000 kilómetros de frontera (perímetro denominado Line of Actual Control/LAC) se incrementaron en los últimos 4 años luego de un enfrentamiento en junio de 2020, que dejó un saldo de 20 soldados indios y cuatro chinos muertos. En aquella oportunidad, tropas chinas e indias protagonizaron un encarnizado combate cuerpo a cuerpo en el Valle de Galwan, a lo largo de la LAC. Desde entonces, Delhi y Beijing se comprometieron a estabilizar la situación, pero volvieron a registrarse enfrentamientos en 2020 y 2021, en el marco de un largo historial de tensiones que viene desde la guerra de 1962.
Hemos vuelto a la situación de 2020 y podemos decir que el proceso de retirada de China se ha completado, declaró ante los medios el Ministro de Relaciones Exteriores de Beijing. Por su parte, el jefe de Estado Mayor del Ejército aseguró que se está tratando de reestablecer la confianza pero que luego deben venir más fases de desescalada, en línea con lo señalado por algunos expertos que sugieren que las disputas están lejos de haber quedado resueltas.
Este primer acuerdo tuvo lugar luego de numerosas negociaciones durante los últimos 4 años, en un intento por enfriar las relaciones entre ambos países.
En este marco, Narendra Modi y Xi Jinping se vieron las caras esta semana en la ciudad rusa de Kazan, escenario de la 16° Cumbre de los BRICS.