Hace unos días atrás, el Ejército Argentino anunció la adquisición de 189 motos Himalayan por un monto de $ 309.676.500 pesos. Una compra que para el lector desprevenido le parecerá una buena noticia para el Ejército. Por otro lado, la Fuerza Aérea Argentina está a punto de concretar la compra de aviones de combate supersónicos a Estados Unidos. Nuevamente el lector pensará, ¡Qué buena noticia! Lamentablemente estas compras lo único que hacen es esconder un problema crónico en nuestras Fuerzas Armadas, y que contribuyen aún más, a la indefensión nacional. Si querido lector, no son buenas noticias, son espejitos de colores.
Desde que el poder político comenzó a intentar tibiamente revertir el proceso de desinversión “invirtiendo” recursos financieros en las Fuerzas Armadas lo hace mal, sin un plan estratégico, y sin actuar coordinadamente.
Sin mencionar que no atiende a cuestiones fundamentales de política exterior, que es gravitante para el empleo efectivo de los medios. Y para demostrar este punto, me voy a basar en un ejemplo muy concreto: el Proyecto de Modernización del TAM 2C, llevado adelante por la empresa israelí Elbyt System.
El proyecto básicamente busca modernizar el VC TAM, con un montón de mejoras, en su rendimiento para el combate. Es una buena inversión, a simple vista. Se van a modernizar los 3 regimientos de tanques de la Brigada Blindada I Coronel Martín Rodríguez.
No obstante, y acá empiezo a ver el vaso medio lleno, hay un montón de cuestiones que no se tuvieron en cuenta. No lo tuvo en cuenta, el Ejército ni mucho menos los funcionarios civiles en el Ministerio de Defensa. ¿Se cuenta con la infraestructura adecuada para guardar esos vehículos? ¿Tenemos un VC recuperador para realizar el mantenimiento en Campaña y Guarnición del Tanque? ¿Tenemos proveedores locales que aseguren la cadena logística? ¿Se modernizó el resto de la familia de Vehículos para que pueda operar en conjunto? La respuesta es un rotundo NO.
El TAM 2C, cuando llegue al Regimiento de Cazadores de Tanques 8 General Necochea, por ejemplo, va a llegar a un lugar que, para no herir susceptibilidades está igual que hace sesenta años. Invertimos millones de dólares sin tener en cuenta el crónico problema que tiene el Ejército Argentino y el resto de las fuerzas armadas, la LOGÍSITICA.
En 2015 el Ejército cambió el compendio doctrinario base enmarcado en el viejo Reglamento de Instrumento Militar Terrestre por el Reglamento de Conducción de las Fuerzas Terrestres ROB 00 – 01. Allí se agregaron 2 principios para la conducción de las operaciones terrestres que, en mi opinión, tiene estrecha relación con el tema en cuestión; estos son SOSTENIMIENTO e INTEGRACIÓN.
El primero se enuncia como la “Capacidad y habilidad para mantener los efectivos, los abastecimientos y el mantenimiento del material con el propósito de conservar la capacidad operativa de las Fuerzas propias durante las operaciones militares antes, durante y después de logrado el cumplimiento de la misión”. Mientras que el segundo hace referencia a la “Sinergia obtenida a partir de efectos conjuntos resultantes de amalgamar de manera eficaz y eficiente las capacidades disponibles, mediando una cabal comprensión de la naturaleza de tales efectos y los aspectos contribuyentes que hacen a su eficaz materialización, para posibilitar una solución integral del problema militar”.
En otras palabras, hay que ser capaz de sostener el esfuerzo para garantizar el empleo operativo de los medios (Aviones, tanques, cañones, etc). Siendo apto y eficaz en tanto se lo conciba, planifique y emplee en forma integrada, que orientan su instrumentación. Es decir, si las fuerzas armadas siguen comprando equipamiento que no tiene interoperabilidad, su empleo va ser en el mejor de los casos una pesadilla. El Ejército Alemán, lo aprendió durante la Segunda Guerra Mundial y los Estadounidenses hicieron escuela desarrollando toda una familia de vehículos basada en el chasis del Tanque Sherman.
Sin embargo, antes de “invertir” los escasos recursos de un Estado, como el de la República Argentina, en tanques, aviones, Drones y cuestiones estrambóticas que sólo sirven para la propaganda y no contribuyen en nada a la mejora del Sistema de Defensa Nacional, se debe invertir en los básicos: INFRAESTRUCTURA EDILICIA, ARMAMENTO DE DOTACIÓN INDIVIDUAL, LOGÍSTICA y SISTEMAS INFORMÁTICOS MODERNOS que permitan por un lado agilizar la gestión y administración diaria de las Fuerzas Armadas, crear condiciones aptas para la adquisición de material más costoso y minimizar el riesgo de accidente con fusiles y pistolas que no poseen estándares de seguridad modernos.
Estos puntos son fundamentales, si se quieren construir cimientos sólidos que permitan una eficiente adquisición de equipos y recuperación de capacidades para las Fuerzas Armadas. Ignacio Lula Da Silva, un político latinoamericano, muy bien visto por una parte de la dirigencia del país y muchos conciudadanos nuestros. Cuando asumió en su primer mandato como presidente de la República Federativa del Brasil en su discurso de puesta en funciones dijo lo siguiente: Para Brasil, primero, lo urgente, luego lo posible y por último los sueños.
El Estado Argentino, y sus Fuerzas Armadas, deben solucionar los problemas básicos antes de penas en Jets Supersónicos o Submarinos nucleares. La Indefensión y los males del Sistema de Defensa Nacional, van a seguir existiendo o peor aún, acrecentándose, sino se ordenan las prioridades y se centralizan los esfuerzos en post de objetivos comunes en las 3 fuerzas.