Posterior a la masacre realizada por el grupo terrorista Hamas, el 11 de octubre el gobierno israeli creó un gabinete de guerra junto a integrantes de los partidos políticos más fuertes del país con la intención de superar esta difícil situación. Lejos de ser la solución, la crisis interna continuó y con el tiempo se hizo más profunda por puntos cruciales en los que había fuerte desacuerdo.
Previo al punto de inflexión que significó el 7 de octubre, el primer ministro Netanyahu ya venía siendo cuestionado por su apoyo a la polémica reforma judicial, la que principalmente buscaría cambiar la composición del Comité de Selección Judicial para que el control sobre el nombramiento de los jueces se otorgue efectivamente al gobierno, creando un marco de protestas en las calles con multitudes que se oponen, argumentando que esta debilitaría la independencia del poder judicial, y asimismo a la democracia en el país.
Con esa situación latente en la sociedad, se podría pensar que la coalición iba a ser difícil de manejar.
Los integrantes del gabinete son:
- Benjamin Netanyahu, primer ministro, del partido Likud.
- Yoav Gallant, ministro de defensa, del partido Likud.
- Benny Gantz, ex general, del partido HaMahane HaMamlachti.
Mientras estos 3 son los líderes del gabinete, hay otros integrantes que ofrecen experiencia y asesoría desde otras áreas necesarias para ser efectivos a la hora de actuar.
- Gadi Eisenknot, ex general, del partido HaMahane HaMamlachti.
- Arieh Deri, presidente del partido Shass.
- Ron Dermer, ministro de asuntos estratégicos.
- Itamar Ben-Gvir, ministro de seguridad nacional.
- Bezalel Smotrich, ministro de finanzas.
- Yariv Levin, ministro de justicia.
El partido del Likud se lo considera como uno de los partidos más de derecha de la política israeli que ha llegado a tener un primer ministro, con ideas liberales en lo económico y muy estricto en temas tanto de seguridad como de defensa, mientras que HaMahane HaMamlachti se posiciona más al centro, a favor de una política de paz con Palestina y apoya a “la solución de dos estados” pero siempre protegiendo la integridad y seguridad del estado de Israel. El partido Shass es ultraortodoxo y vela por la defensa de los intereses de las comunidades, además de promover una agenda basada en los valores religiosos del judaísmo ortodoxo.
El objetivo de la coalición era mostrar tanto al país como al mundo que, ante una situación como esta, Israel permanece junto sin importar las diferencias políticas y con un enemigo en común.
Cuando llegó el momento en el que se decidió hacer una intervención terrestre dentro de Gaza, allí comenzaron los primeros conflictos entre miembros dentro del gabinete. En cuanto a operaciones militares, había dos puntos de vista, ambos creen que la intervención era necesaria pero, del lado del Likud proponían una invasión agresiva mientras que Gantz proponía una invasión más táctica y medida, siendo esta más cuidadosa con los civiles palestinos pero asimismo, tomaría mucho tiempo llegar a tomar posiciones militares dentro de la franja.
Otro factor muy importante es la relación que iba a mantener Israel con sus aliados en el mundo, principalmente con Estados Unidos, en una situación donde tienes que encontrar un equilibrio entre el beneficio propio como mantener la seguridad de tus ciudadanos y rescatar rehenes en Gaza y asimismo cumplir con exigencias de organismos internacionales con el apoyo de grandes potencias mundiales. El encargado de esto era el ministro de asuntos estratégicos Ron Dermer junto con Gantz, que también tenía participación ya que supo establecer relaciones con líderes mundiales previamente. Mientras estos proponen seguir ciertos consejos de organismos, otra parte del gabinete se negaba rotundamente, causando fracturas dentro del mismo.
Este tipo de fracturas que se veía en el gabinete se plasmaba en la población israeli, distintas opiniones de distintos sectores. Por un lado había manifestaciones llamando a un alto al fuego mientras que por el otro lado insistían con que el uso del ejército sea aún mayor del actual. Esta es la situación en la que se encuentra Netanyahu como primer ministro durante la crisis.
Disolución del gabinete
El domingo 9 de junio de 2024, Benny Gantz y Gadi Eisenknot decidieron renunciar al gabinete de guerra formado para la crisis ante la falta de acuerdos con las otras fuerzas políticas.
Recordamos que ambos son parte de HaMahane HaMamlachti, partido reconocido por ser más centrista que el Likud que lidera Netanyahu y es integrado por otros miembros del gabinete.
Los desacuerdos, aparentemente insalvables, fueron por la discrepancia que había sobre la estrategia militar utilizada y las políticas de seguridad nacional propuestas por integrantes del gabinete, argumentando que estas llevarían la guerra a un estancamiento con un alto costo tanto monetario como también de vidas civiles pérdidas.
Por otro lado, la imagen del primer ministro se vio debilitada luego del acto terrorista y así también su liderazgo, causante de que no haya confianza en él a la hora de tomar decisiones.
Ambos integrantes de HaMahane HaMamlachti creian que estas políticas iban a llevar a una desestabilidad social dentro del país, eso junto a la falta de convicción para lograr un acuerdo de alto al fuego y un plan futuro sobre qué hacer con los territorios de la franja una vez que la guerra termine, llevó a que decidan renunciar al gabinete, que una semana después fue disuelto por decisión de Benjamin Netanyahu.
Luego del gabinete ser disuelto el 18 de junio de 2024, actualmente las decisiones son tomadas en base a un foro de consultas más reducido, formado por los integrantes que restaban en el gabinete, Netanyahu, Gallant, Dermer y Deri.
Ante las amenazas recibidas por Irán y por Hezbollah en los últimos días, el foro de consulta se encuentra en alerta máxima a la espera de un ataque y decidido a responder de manera tajante. También se discutió la idea de hacer ataques preventivos como se hizo en La Guerra de los Seis Días en 1967.