Este jueves, todos los líderes de la Unión Europea participarán de una cumbre para mostrar públicamente su respado a Ucrania, en medio de los roces con la administración Trump y las negociaciones entre Washington y Moscú.
El encuentro, del que participará también Zelensky, tiene lugar dos días después de que Úrsula Von der Leyen anunciara el plan ReArm Europe, una iniciativa para, como el nombre lo dice, rearmar el bloque. Según sostuvo la presidente de la Comisión Europea, el proyecto podría movilizar más de USD 800.000 millones en gastos militares para la defensa del continente.

A comienzos de esta semana, Estados Unidos suspendió la entrega de armamento a Ucrania, y el día de ayer, Washington informó que resolvió cortar indefinidamente el intercambio de inteligencia con Kiev. Del mismo modo, le prohibió al Reino Unido proporcionar a las fuerzas ucranianas información de inteligencia estadounidense. Según las declaraciones del asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca y el Director de la CIA, se trataría de una pausa momentánea, mientras «Washington reconsidera los aspectos de su relación con Kiev».
A medida que el gobierno de Trump presiona a Ucrania para aceptar un alto al fuego, congelando la ayuda material, el apoyo de la UE cobra cada vez mayor relevancia para el sostenimiento del esfuerzo bélico de Kiev. En tanto, los aliados europeos se movilizan para tener un rol protagónico en una eventual mesa de negociaciones, frente al accionar de Washington y Moscú.
Frente a las iniciativas que barajaron los aliados europeos en las últimas semanas, el Ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, quien participó de la reunión en Riad junto a su par estadounidense Marco Rubio, expresó este jueves su rechazo al despliegue de tropas europeas en Ucrania en el marco de un acuerdo de paz, aseverando que sería una «guerra directa». La semana pasada, el Primer Ministro británico Keir Starmer mencionó la posibilidad de enviar tropas para garantizar el cumplimiendo de un futuro acuerdo de paz, comprometiéndose a respaldar dicha iniciativa con «botas en el terreno y aviones en el cielo».

El mandatario británico anunció el domingo que el Reino Unido impulsará la formación de una coalición de Estados para dar apoyo a Ucrania y garantizar el cumplimiento de un potencial acuerdo de paz. Mientras tanto, este miércoles Macron pronunció un discurso en el que remarcó que «el futuro de Europa no tiene que ser decidido en Washington o en Moscú», y sugirió que la paz en Ucrania quizá vaya de la mano del despliegue de tropas europeas en el terreno. En esta línea, el presidente de Francia aseguró que Rusia se ha convertido en una amenaza para Europa y que hay que contemplar el potencial escenario de no contar con el apoyo de EEUU para afrontarla.