De acuerdo a información a la que accedió Radar Austral, está previsto que en el mes de enero de 2025 llegue a la Argentina una delegación del Ejército de la India para subir el Aconcagua, junto a efectivos del Ejército Argentino.
Asimismo, en julio del mismo año, será la Argentina quien envíe una comitiva de uniformados al exterior, para realizar una expedición, nada más y nada menos que al Himalaya, en colaboración con sus pares de la India.
De este modo, los ejércitos de Argentina e India conquistarán el próximo año dos de las cumbres más altas del mundo.
De Mendoza a Nepal
El Cerro Aconcagua, situado en la provincia de Mendoza, forma parte de la Cordillera de los Andes. A 6.900 metros sobre el nivel del mar, es el pico más alto de todo el continente, y un ícono del montañismo a nivel mundial. Con sus fuertes vientos y bajas temperaturas, atrae alpinistas de todo el mundo que viajan a Argentina para escalar hasta la cima, un desafío habitual para los montañistas del Ejército Argentino.
Del otro lado del globo, en Asia, está el Himalaya, cadena montañosa que alberga los picos más altos del planeta, entre los que se encuentra el Monte Everest, con más de 8.800 metros sobre el nivel del mar. Esta cordillera se extiende a lo largo de cinco países: China, Bután, Nepal, Pakistán, y la India. Esta última, recibirá en julio de 2025 a un contingente del Ejército Argentino.
Según fuentes del Ejército Argentino, el único antecedente de este suceso data de 1954, cuando la comitiva del Teniente Ibáñez viajó a la India para alcanzar la cumbre del Monte Dhaulagiri, en la Cordillera del Himalaya.
El Teniente Ibáñez, héroe argentino de alta montaña
Francisco Gerónimo Ibañez fue un pionero del montañismo de altura en Argentina. Nacido en 1927 en la provincia de San Juan, demostró una gran vocación por las actividades de montaña desde su infancia. A sus 10 años se unió al Club Andinista de Mendoza, y a los 19, ingresó al Colegio Militar de la Nación para convertirse en Artillero de Montaña.
Luego de conquistar numerosas cumbres a lo largo del Cordón del Plata y la Precordillera mendocina, en el año1949 alcanzó por primera vez la cima del Aconcagua durante unas vacaciones de verano, siendo todavía un cadete del Colegio Militar. Durante toda su vida Ibañez llegaría a la cumbre del Aconcagua un total de 6 veces.
Esta hazaña le valió el “Condor de Plata”, una condecoración otorgada a los militares argentinos en el marco de actividades de alta montaña. Ibáñez fue el primer cadete del Ejército (y la persona más joven) en recibir esta distinción.
En 1952, fue designado Oficial de Enlace de una expedición francesa que escaló por primera vez el Cerro Fitz Roy, un hito en aquella época. Por este motivo, Ibáñez y los franceses fueron reconocidos con la condecoración del Condor de Oro honoris causa. Adicionalmente, el gobierno de Francia le otorgó una beca para formarse en una de las mejores escuelas de alpinismo del mundo.
En aquella oportunidad, Ibañez se encontró cara a cara con el entonces Presidente de la Argentina, el Teniente General Juan Domingo Perón.
El Teniente Ibañez aprovechó la ocasión para expresarle al presidente su intención de realizar una expedición al Himalaya en nombre del Ejército Argentino. Perón, que en sus primeros años como militar había alcanzado la aptitud de tropa de montaña (especialización dentro del ejército) empatizó con el entusiasmo del joven oficial y le dió su aval, en calidad de Presidente de la Nación.
De este modo, con el apoyo económico necesario, el Teniente Ibáñez comenzó a organizar la expedición para la que venía preparándose hace años, reuniendo a los andinistas más capaces y experimentados del país. El objetivo era hacer cumbre en el Monte Dhaulagiri, séptimo pico más alto del mundo con más de 8.000 metros sobre el nivel del mar.
El 3 de abril de 1954 los integrantes de la expedición se reunieron en el campamento base, a los pies de la inmensa montaña, para comenzar la escalada después de meses de preparativos y de traslado de material.
Luego de meses de ascenso en medio de fuertes vientos y temperaturas extremas, y de montar campamentos en distintos puntos de la montaña, el 1 de junio, los montañistas argentinos tocaron la altura máxima a la que llegarían, 8.050 metros. A tan solo 117 metros de la cima del Dhaulagiri, el Teniente Ibáñez sufriría congelamiento de pies, por lo que debió ser trasladado para recibir atención médica.
El 1 de julio, luego de un mes de intervenciones quirúrjicas y traslados para ser atentido a lo largo de distintas ciudades de la zona, el resto de la expedición recibió la noticia de que Paco había muerto.
Su jefe ha muerto afirmó el gobernador de Pokhara, quien decidió ir personalmente a dar aviso a la delegación del fallecimiento del Teniente Ibáñez, que tuvo lugar en Katmandú, el 30 de junio de 1954.
El fallecimiento de Paco, tuvo una gran repercusión internacional y, muy especialmente, en Nepal, donde las autoridades del país y las representaciones diplomáticas como sociales de las colonias europeas se hicieron eco de la situación. Un sacerdote jesuita norteamericano y director de un colegio ubicado en las afueras de la ciudad, realizó el responso correspondiente; la Misión técnica norteamericana fue la que construyó el ataúd para el traslado, dado que como es costumbre en estos países asiáticos, los cadáveres se incineran y no habría sido posible conseguir este artículo funerario.
– Doctor Alfredo Magnani, miembro de la expedición argentina al Himalaya.