Las refinerías de petróleo se están mostrando incapaces de producir el diésel necesario para el abastecimiento del mercado internacional. Según la información que trascendió en Bloomberg, los futuros de petróleo se están disparando y además, el precio del diesel, derivado del petróleo, subió por encima de los 140 dólares en Estados Unidos, un nivel más que considerable teniendo en cuenta la época del año en la cual se produce el aumento.
Dado ello, pasaremos a comentar brevemente algunas de las posibles causas de la escasez y los impactos que se esperan en el mercado internacional.
Posibles causas de la escasez de diésel
En primer lugar, uno de los factores más importantes para comprender la caída en la oferta de diésel es la disminución de la producción de crudos ricos en diésel de Arabia Saudita y Rusia. Estos dos actores han anunciado, el pasado 5 de septiembre, en el marco de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), que prolongarán las restricciones en la producción hasta fin de año, periodo donde la demanda suele aumentar.
Esta medida fue tomada con el objetivo declarado de “apoyar la estabilidad y el equilibrio de los mercados petroleros”. Es decir, buscando que no caiga el precio del barril en el mercado internacional, ambos países acordaron mantener la restricción de la producción por debajo de sus capacidades máximas.
En segundo lugar, debemos tener en cuenta la caída en la actividad de las refinerías de petróleo, la cual ocurre por dos razones principales. Por un lado, el cierre de plantas poco eficientes durante la pandemia de COVID-19, en un contexto de baja demanda; y, por el otro, la temperatura: el verano que azotó el Hemisferio Norte con sus altas temperaturas afectó fuertemente a la producción de las refinerías, ya que este tipo de instalaciones son incapaces de manejar altas temperaturas como las que se han registrado este verano, viéndose obligadas a producir a un ritmo menor del habitual.
En tercer lugar, hay que considerar la diversificación de la demanda que menciona Callum Bruce, analista de Goldman Sachs Group Inc, para Bloomberg. En este sentido, a la restricción productiva por el calor y la merma en la producción de los países de la OPEP, se le suma la presión sobre las refinerías para la producción de otros productos, como combustibles para aviones o gasolina, donde la demanda se ha recuperado con más fuerza que en el caso del diésel.
Finalmente, el último factor que mencionaremos es la baja cantidad de existencia que acumulan, tanto los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) como los países no nucleados en la OPEP, como China y Singapur. Según la información de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), las existencias de los países de la OCDE son más bajas de lo normal, siendo las menores de los últimos cinco años. En el caso de China, el gigante asiático anunció el aumento de la cuota de exportación, pero los analistas evalúan que este aumento es insuficiente para evitar la tensión en el mercado internacional.
Impactos de la escasez de diesel
Esta caída en la producción y en el refinamiento del diésel tiene una serie de consecuencias relevantes. Por un lado, es menester mencionar la cuestiones económicas. La primera de las consecuencias que sale a la luz es el muy probable aumento del diésel, dada la alta demanda y la baja oferta. Siguiendo a Clay Seigle, director de servicios petroleros globales de Rapidan Energy Group, el diésel es el combustible de los camiones, que transportan productos de las fábricas al mercado y a los puertos para exportación. Por lo tanto, el resultado esperable será un aumento en los costos de transporte, que se trasladará a las empresas y, a posteriori, a los consumidores, generando una mayor presión inflacionaria, y por ende, una mayor tendencia a la recesión.
Por otro lado, otro impacto se daría en la priorización en el refinamiento de diésel por sobre la gasolina (nafta) u otros productos energéticos, trasladando la escasez a otros productos derivados del petróleo.
Reflexiones finales
La tensión que estamos viviendo en el mercado internacional de hidrocarburos demuestra el peso significativo que aún mantiene la OPEP como grupo de presión internacional de este mercado. El acuerdo entre Rusia y Arabia Saudita para reducir la producción es el principal canal de transmisión de la escasez del diésel.
Asimismo, se ha plausible el fuerte impacto que está teniendo el cambio climático en la economía internacional, ya que las altas temperaturas que afectaron al hemisferio norte, son otro factor relevante de la caída de la producción.
Finalmente, queda por verse qué tan profundos son los impactos en la economía, y si se cumplen los pronósticos de presión inflacionaria y recesión.