Durante la mañana del domingo 26 de noviembre, en la capital de Sierra Leona, Freetown, se oyeron una gran cantidad de disparos, que, horas más tarde, el gobierno confirmaría que fue un intento de golpe de estado. Hombres armados irrumpieron en una armería de las fuerzas armadas, para luego dirigirse a dos prisiones localizadas en la ciudad y liberaron a varios prisioneros. Finalmente, fueron frenados por las fuerzas de seguridad y defensa. Hubo un total de 19 muertos por los enfrentamientos, siendo 13 de ellos soldados, y además 13 oficiales de las fuerzas armadas y un civil fueron arrestados.
La pregunta que surge es si este intento de golpe de estado está influenciado por la ola golpista que sacudió al África durante estos dos últimos años, con Gabón y Níger como los ejemplos más próximos. Según Valnora Edwin, analista política radicada en Freetown, la respuesta es más simple que eso: inestabilidad política. En una entrevista con la BBC, la analista dijo que al haber altos niveles de desempleo, el único empleador que ofrece empleo estable es el gobierno, pero con los cambios de partido gobernante, esto se dificulta. Por ende, las épocas eleccionarias generan muchas rispideces.
“Si tu partido político pierde, eso significa que entra alguien más y si has sido abierto sobre tu afiliación política, pierdes todo lo que tienes: influencia, oportunidades y acceso. Cuando llega un nuevo gobierno, incluso dentro del ejército y la policía, cuando se trata de ascensos, traslados y jubilaciones, favorecen a ciertos grupos étnicos”, explicó Edwin.
Esto llega en tiempos de altísima inestabilidad en la política sierraleonés. El presidente, Julius Maada Bio, fue elegido, por un estrecho margen, para un segundo mandato en junio de este año. A pesar de eso, el principal partido opositor ha denunciado fraude sistemáticamente, ha estado boicoteando en el Congreso por alrededor de cuatro meses. Estas tensiones no pudieron ser resueltas a nivel local, y un contingente de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) tuvo que actuar como mediador.
Es por esto que los analistas creen que el intento de golpe de estado está directamente influenciado por la política local, y que los nuevos gobiernos de facto en la región no han tenido ningún tipo de influencia directa.
Julius Maada Bio, presidente de Sierra Leona
A su vez, tan solo cinco días más tarde, y a nada más que a 800 kilómetros de distancia, un grupo de soldados, liderados por varios oficiales de las fuerzas armadas, intentaron liberar a un ministro y otro oficial de alto rango en Bissau, capital de Guinea-Bissau. Supuestamente, luego se dirigirían al palacio presidencial. Miembros de las fuerzas especiales fueron enviados a negociar, y al caerse las negociaciones, un intercambio de disparos sucedió en el lugar. Luego fueron arrestados por miembros de la Guardia Nacional.
Los perpetradores del intento de golpe quisieron liberar a Souleiman Seidi y António Monteiro, ministros de finanzas y secretario del Tesoro, respectivamente. Estos habían sido arrestados provisionalmente en una investigación por corrupción, en la cual estos miembros del gobierno no podían explicar un pago de 10 millones de dólares de fondos del estado a 11 compañías diferentes. Según la oposición, estas empresas tienen lazos con el presidente y varios de sus ministros.
El presidente, Umaro Sissoco Embaló, no se encontraba en el país, ya que estaba en la COP28 en Dubái, la conferencia sobre cambio climático de las Naciones Unidas. Es el segundo intento de golpe de estado que se lleva a cabo bajo su gobierno, que comenzó en 2020. En febrero del 2022, el presidente sobrevivió un ataque en el cual estuvo sometido por cinco horas a tiroteos y explosiones. Esto no es característico solamente de su gobierno, ya que desde 1974, cuando logró su independencia de Portugal, Guinea-Bissau ha sufrido una gran cantidad de intentos de golpes de estado, algunos siendo exitosos y otros no.
Umaro Sissoco Embaló, presidente de Sierra Leona
Tres días luego del incidente, el presidente, ya de regreso en su país, anunció la disolución del parlamento, y no especificó cuando se llevarían a cabo las elecciones. Es la segunda vez que lleva a cabo esta maniobra, la primera siendo luego del primer intento de golpe en febrero del pasado año. El líder de la oposición denunció esto como una medida antidemocrática, y varias personas se reunieron en la puerta del edificio de la Asamblea para protestar la decisión.
Embaló respondió lo siguiente: “Ante este intento de golpe de Estado… y la existencia de fuertes evidencias de complicidad política, el normal funcionamiento de las instituciones de la República se volvió insostenible”.
Así como en el intento de socavar el orden constitucional en Sierra leona, analistas y expertos descartan que los golpes de estado en el resto del África hayan tenido influencia sobre lo sucedido en Bissau.