Dado que ninguno de los ocho candidatos obtuvo la mayoría de votos requerida según Constitución Nacional del Ecuador en las elecciones generales del 20 de agosto; es decir, más de la mitad de los votos válidos o más del 40% de los votos con una diferencia de al menos el 10% sobre el segundo candidato; la elección del binomio presidencial se definirá en una segunda vuelta electoral, en la que competirán los dos candidatos con mayor cantidad de votos en la primera vuelta.
La contienda por la presidencia del Ecuador se desarrolla entre Luisa González, la candidata de la Revolución Ciudadana, quien obtuvo el 33,49% de los votos válidos en los comicios pasados, y Daniel Noboa, candidato de la alianza ADN, quien alcanzó el 23,47% de los votos válidos.
El domingo 1 de octubre se realizó el debate presidencial organizado por el Consejo Nacional Electoral entre los dos candidatos presidenciales finalistas. El mismo estuvo centrado en cuatro ejes temáticos: economía, seguridad, social y político.
Algunos analistas políticos coinciden en que el evento se desarrolló en un tono cauteloso, en el que los candidatos se cuidaron de no exponerse ante la opinión pública con afirmaciones confrontativas o declaraciones polémicas. Este es el caso de la politóloga ecuatoriana Arianna Tanca, quien sostiene que “ningún candidato se arriesgó. Sus intervenciones fueron calculadas para evitar errores. Saben que existe un 30% de indecisión y un 10% nulos. Votos que pueden decantarse para cualquier y en cualquier momento. Ninguno se salió del guión para no perder el partido“.
En cuanto a las propuestas, González destacó, desde lo económico, la generación de créditos productivos a baja tasa de interés utilizando las reservas nacionales que se encuentran en Suiza. En relación a la seguridad, mencionó el plan “Resurgir de la Paz y la Seguridad“, que involucra una inversión de 500 millones de dólares en el equipamiento de vehículos, motos, armamento y la rehabilitación de instituciones como el ECU 911, UPC y UVC. Además, se refirió a la militarización de cárceles, espacios públicos, puertos y aeropuertos, así como la creación de un sistema de recompensas para los delincuentes más buscados.
En el ámbito social, la candidata propuso declarar las zonas escolares como zonas seguras y reintroducir el desayuno escolar y uniformes como medidas para fomentar la economía popular y solidaria en el campo educativo. Respecto a la educación superior, planteó la creación de un ciclo inicial universitario, el aumento del presupuesto y el número de cupos en las universidades públicas, así como la promoción de estudios telemáticos. En el campo de la salud, se comprometió al funcionamiento de los quirófanos las 24 horas del día en hospitales públicos para atender cirugías represadas, cuyo costo sería de aproximadamente 60 millones de dólares.
En el ámbito político, mencionó la intención de volver a crear el Ministerio de Energía y Minas para regular la extracción de recursos naturales y llevar a cabo un censo minero. Además, anticipándose al fenómeno de El Niño, se comprometió a declarar en estado de emergencia el sector de vialidad con el fin de rehabilitar las vías, puertos y puentes que puedan verse afectados.
Por su parte, Noboa mencionó varias propuestas en diferentes áreas. En el ámbito económico, destacó la generación de Inversión Extranjera Directa, la eliminación del Impuesto a la Salida de Divisas y la atracción de bancos internacionales para obtener tasas de interés más bajas. En cuanto a cuestiones tributarias, propuso otorgar deducciones adicionales a las empresas en función de la cantidad de empleo que generen, así como incentivos para el empleo juvenil de egresados de universidades públicas. También, planteó la producción de diésel a bajo costo a través de la refinación de petróleo ecuatoriano en refinerías como la de La Libertad y Esmeraldas.
En el ámbito de la seguridad, el candidato habló del “Plan Fénix“, que incluye la militarización de la frontera con tecnología avanzada, presencia militar en los puertos y un sistema de rastreo satelital para el seguimiento de las exportaciones en las principales vías estratégicas del Ecuador. Además, propuso implementar un sistema de escaneo en los peajes antes de llegar a los puertos. También, se refirió a la vigilancia en barrios urbano-marginales con tecnología proporcionada por el Gobierno de Israel y la creación de una Agencia Nacional de Inteligencia que reportaría directamente al presidente de la República y dictaría medidas de acción para las fuerzas de reacción, que incluyen la Policía y los militares. Por último, propuso la segmentación de las cárceles a través de un sistema transitorio y la idea de cárceles barcazas, con el objetivo de aislar completamente al 17% de internos violentos.
En el ámbito social, Noboa propuso la implementación de un sistema nacional de guarderías para que las madres puedan trabajar, la provisión de desayuno y almuerzo escolar con un índice nutricional adecuado, además de alimentos provenientes de productores locales. Asimismo, sugirió la entrega de un bono adicional de 60 dólares a las madres para ayudarles con los gastos de alimentación. Por último, propuso abordar la situación de los niños que han sido afectados por la problemática del microtráfico de drogas.
En cuanto al ámbito político, propuso resolver las deudas del Estado con el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) mediante un plan de pagos que permita recuperar la liquidez de la institución. Prometió enviar mensualmente a la Asamblea Nacional proyectos de ley económicos urgentes en caso de ser elegido. También, mencionó su intención de convocar a una consulta popular en los primeros 100 días de su mandato, la cual le permitiría impulsar cambios institucionales, incluyendo el papel de las fuerzas armadas en la lucha contra el crimen organizado.