El Ministerio de Relaciones Exteriores de México anunció su decisión de otorgar asilo político al exvicepresidente correísta Jorge Glas Espinel.
El ecuatoriano ha permanecido como huésped en la Embajada mexicana ubicada en la ciudad de Quito desde el 17 de diciembre de 2023, lo que generó tensiones diplomáticas entre ambos países latinoamericanos. Glas se refugió en la Embajada para eludir una orden de localización y detención emitida por la Fiscalía de Ecuador en relación con el caso de la Reconstrucción de Manabí.
Impasse diplomático
El detonante de esta crisis diplomática ocurrió el pasado 3 de abril, cuando Andrés Manuel López Obrador, durante una de sus conferencias de prensa, insinuó que el magnicidio del candidato presidencial Fernando Villavicencio, un gran opositor al correísmo, se utilizó para desprestigiar a Luisa González, la candidata del partido de Correa.
El mandatario mexicano mencionó “las elecciones se llevaron a cabo de manera muy extraña” y que acciones como la presencia de candidatos con chalecos antibalas en el debate presidencial, como fue el caso del actual presidente Daniel Noboa, fueron “totalmente armadas” con la complicidad de los medios.
En respuesta a las declaraciones de AMLO, la Cancillería de Ecuador mostró su rechazo al declarar a la Embajadora de México en Quito, Raquel Serur Smeke, como “persona non grata”, otorgándole un plazo de 72 horas para abandonar el territorio nacional.
En el comunicado, se destacó que el duelo por el magnicidio de Fernando sigue siendo palpable en el país y se reafirmó el compromiso firme de velar por la soberanía estatal y el principio de no intervención en los asuntos internos.
A pesar de que López Obrador no está de acuerdo con las acciones tomadas por el país sudamericano, y de que reiteró su crítica sobre lo que considera una manipulación del proceso electoral del año pasado, también mencionó que respeta la decisión y que no habrá ruptura de relaciones con Ecuador.
Las declaraciones del presidente mexicano fueron respaldadas por un comunicado de su cancillería, que lamentó la declaración de persona non grata a la embajadora y anunció que el Gobierno de México ha decidido otorgar asilo político al expresidente Jorge Glas.
Además exigió a Ecuador a “respetar la soberanía, a no lesionar el Derecho de Asilo y a cumplir con sus obligaciones internacionales, garantizar la inviolabilidad de las misiones diplomáticas y cesar la política de hostigamiento y amedrentamiento“.
Tras el anuncio del asilo político, se ha observado un aumento de la presencia de fuerzas policiales en los alrededores de la embajada mexicana en Quito, lo cual ha sido rechazado por las autoridades mexicanas, quienes demandan respeto a su soberanía. AMLO calificó al gobierno de Noboa como “facho” y consideró excesiva la presencia de la Policía fuera de la oficina diplomática.
“Es bastante publicitario el uso de fuerza rodeando la embajada con mucha prepotencia, pero así son los fachos“
Andrés Manuel López Obrador, presidente de México
La tensión diplomática entre los países continúa, ya que las autoridades mexicanas sostienen que, tras otorgar el asilo, Ecuador “está obligado a dar inmediatamente el salvoconducto” para que Glas pueda salir del país. Meses atrás, la Canciller ecuatoriana, Gabriela Sommerfeld, mencionó que el gobierno de Daniel Noboa no autorizaría la salida del exvicepresidente.
Sommerfeld ha expresado que la situación es compleja, dado que México está interfiriendo en la justicia ecuatoriana. Según la información proporcionada por la Corte, la Fiscalía y otras instituciones, Glas tiene una sentencia ejecutoriada por delitos comunes, y la Convención sobre Asilo Diplomático es clara al respecto a lo que procede en este tema. “Si hay delincuencia común no se debe otorgar asilo y es una tesis que se discute con el Estado mexicano”, mencionó la funcionaria.
Por su parte, López Obrador defiende que para el estado mexicano, el derecho al asilo es sagrado. Afirmó: “La política exterior de México se caracteriza por proteger a perseguidos políticos”
Aunque ambos países han reiterado que las relaciones diplomáticas permanecen intactas, los próximos acontecimientos serán cruciales para el desarrollo de la tensión entre estos importantes socios estratégicos, especialmente considerando que tienen negociaciones en curso.
¿Quién es Jorge Glas?
Jorge Glas ocupó el cargo de vicepresidente de Ecuador desde 2013 hasta 2018, principalmente durante la presidencia de Rafael Correa. En 2017, fue condenado a seis años de prisión por asociación ilícita en el caso Odebrecht y a ocho años por cohecho en el caso Sobornos, penas que fueron unificadas resultando en una sentencia de ocho años de cárcel.
A fines de 2022, Glas recuperó su libertad después de cumplir cinco años de condena debido a una medida cautelar provisional, en espera de su prelibertad. Sin embargo, en diciembre de 2023, la justicia denegó la prelibertad, lo que lo obliga a regresar a prisión para cumplir el resto de su condena.
En enero de 2024, Glas enfrentó un nuevo proceso por peculado en el caso Reconstrucción de Manabí tras el terremoto del 2016. Un juez ordenó su detención preventiva, que no pudo ejecutarse ya que el exvicepresidente se encontraba refugiado en la embajada de México en Quito.
Además, está pendiente el proceso legal por la demanda presentada por su ex asistente, Soledad Padilla, quien lo acusa de acoso verbal y psicológico. Padilla trabajó como asistente personal de Glas durante 17 años, incluso después de su condena y encarcelamiento.
Glas también ha sido vinculado con los implicados en los casos Metástasis y Purga, que involucran a funcionarios públicos y operadores de justicia acusados de favorecer al narcotráfico y la corrupción.