La Agencia de Cooperación para la Seguridad de la Defensa (DSCA) informó que el Departamento de Estado aprobó dos posibles ventas militares extranjeras (FMS) destinadas a suministrar una enorme cantidad de municiones a Israel, por un monto aproximado de USD 7.400 millones. Según los respectivos comunicados publicados por la DSCA, Israel solicitó comprar 3.000 misiles aire-tierra AGM-114 Hellfire y 4.966 bombas GBU y MK82, junto a equipo y elementos relacionados.
Una semana atrás tuvo lugar el primer encuentro oficial entre Trump y Netanyahu, donde el republicano lanzó polémicas declaraciones sobre el futuro de Gaza dejando de lado una eventual solución de dos Estados. Este alejamiento de Trump de la tradicional postura de Washington acerca de la gobernanza de la Franja de Gaza cuando el conflicto termine, encendió las alarmas entre actores regionales como Egipto y Arabia Saudita, y reafirmó su apoyo a Jerusalén. En este marco, el Departamento de Estado aprobó dos operaciones para equipar a la fuerza aérea israelí vía FMS.
La primera de las dos ventas aprobadas, consta de 3.000 misiles aire-tierra AGM-114 Hellfire, junto a su respectivo equipo de prueba, soporte, y piezas de repuesto. Asimismo, incluye el soporte de software, la capacitación del personal y servicios de soporte técnico y logístico. La operación está valuada en USD 660 millones y se espera que la entrega comience a partir de 2028.

En tanto, la segunda operación aprobada abarca una lista mucho más amplia de elementos, por un valor de USD 6.750 millones:
- Bombas de diámetro pequeño GBU-39/B – 2.166 unidades
- Bombas MK-82 de uso general – 2.800 unidades
- Kits de guía de munición de ataque directo conjunto (JDAM) KMU-556E/B – 13.000 unidades
- Kits de guía de munición de ataque directo conjunto (JDAM) KMU-557E/B – 3.475 unidades
- Kits de guía de munición de ataque directo conjunto (JDAM) KMU-572E/B – 1.004 unidades
- Espoletas FMU-152A/B – 17.475 unidades

En cuanto a esta venta, la DSCA prevé que la entrega del material comience este año, bajo la premisa de que «Estados Unidos está comprometido con la seguridad de Israel y es vital para sus intereses nacionales ayudar a Israel a desarrollar y mantener una capacidad de autodefensa fuerte y preparada». En esta línea, el comunicado afirma que «la venta propuesta mejora la capacidad de Israel para hacer frente a las amenazas actuales y futuras, fortalece su defensa interna y sirve como elemento disuasorio frente a las amenazas regionales.»