El satélite tiene el objetivo de tomar imágenes del suelo egipcio para propósitos ambientales y para al mismo tiempo realizar actividades de teledetección. El mismo tiene un costo de U$D 74 millones, financiado por Beijing.
El oficial encargado del proyecto, el Dr. Ahmed Al-Rafei, ha dicho que el proyecto ha sido fruto de cooperación entre ambos países. Tanto el testeo como la instalación del satélite fue coordinado y llevado a cabo por ambas agencias espaciales.
El MisrSat 2 será enviado desde El Cairo a Beijing el 28 de junio y será testeado en suelo chino antes de su lanzamiento. Antes de esto, la Agencia Espacial Egipcia realizó un evento para recibir los componentes mecánicos y eléctricos del satélite.
Este evento se realizó en el Centro de la Asamblea, Integración y Ensayos de Satélites de la EGSA, el edificio más moderno de la industria aeroespacial de África. Según la EGSA, la posesión de tecnología espacial es vital para el desarrollo sustentable y el crecimiento económico del país del norte de África.
Sede de la Agencia Espacial Egipcia
En cuanto a lo técnico del satélite, pesa alrededor de 350kg y tiene una vida útil de 5 años. Cuenta con imágenes de alta resolución de hasta 2 metros sobre el suelo en blanco y negro y 8 metros en color. Según Al-Rafei, es un salto en el campo de la tecnología espacial.
La EGSA fue creada en 2018 para llevar a cabo la política exterior espacial de Egipto, y este es su primer proyecto importante de cooperación con una potencia extranjera. Esto se enmarca dentro del proyecto chino de la Nueva Ruta de la Seda.
La Nueva Ruta de la Seda, también conocida como La Iniciativa de la Franja y la Ruta, es un proyecto de desarrollo de infraestructura global y cooperación internacional llevado a cabo por la República Popular China. Es uno de los principales pilares de la política exterior de Xi Jinping.