Desde la crisis del 2008, el sistema financiero ha experimentado una transformación significativa a través de la aparición de nuevas formas de dinero, como lo son las monedas digitales emitidas por bancos centrales, o CBDC, por sus siglas en inglés (Central Bank Digital Currency).
En los últimos meses hemos visto cómo diferentes bancos centrales del mundo han comenzado pruebas pilotos para emitir sus propias monedas digitales, e incluso algunos ya las han lanzado al mercado, como Brasil y Rusia. Por esta razón, en este artículo vamos a intentar explicar con claridad algunos interrogantes que se abren con estas nuevas tecnologías.
¿Qué son las CBDC?
Las monedas digitales emitidas por bancos centrales son una evolución de la moneda fiduciaria tradicional. A diferencia de las criptomonedas descentralizadas como Bitcoin, las CBDC son creadas y respaldadas por los bancos centrales nacionales, lo que las convierte en una forma digital de dinero emitido oficialmente por una entidad gubernamental. Esto les otorga una garantía de estabilidad en relación a la moneda nacional, y al mismo tiempo el respaldo por parte de la autoridad monetaria del país.
El objetivo que persiguen los bancos centrales consiste en mejorar el sistema de pagos, dado el aumento de los pagos electrónicos y el descenso del uso del efectivo. Sin embargo, también innovan en estos aspectos porque consideran que la creación de instrumentos digitales de pago privados no regulados, como las criptomonedas y su variante muy utilizada en nuestros días, las stablecoins, puede poner en riesgo la estabilidad financiera.
Ventajas de las CBDC
Una de las principales ventajas de las CBDC es la eficiencia en las transacciones. Las transferencias de dinero podrían realizarse de manera instantánea, las 24 horas del día, los 7 días de la semana, eliminando las demoras asociadas con los sistemas de pago tradicionales.
Además, las CBDC podrían aumentar la inclusión financiera al proporcionar acceso a servicios financieros a personas que no tienen cuentas bancarias tradicionales. Esto es particularmente relevante en regiones donde la infraestructura bancaria es limitada y las personas dependen en gran medida del efectivo, como es el caso de los países en vías de desarrollo.
Por otro lado, el costo de emisión presentaría una marcada disminución, al igual que la carga impositiva. Finalmente, otro potencial beneficio de las CBDC es que podrían aumentar la seguridad y estabilidad del sistema financiero, evitando la adopción de las criptomonedas, activos altamente volátiles, o de las stablecoins, que en última instancia están reguladas por actores privados.
Desafíos y consideraciones pertinentes
A pesar de las ventajas, la implementación de las CBDC no está exenta de desafíos. Uno de los principales desafíos es el diseño y la gestión de la privacidad y la seguridad. Las CBDC deben proteger los datos de los usuarios y prevenir posibles amenazas, como los ciberataques, que podrían comprometer la integridad del sistema financiero.
Por otro lado, la transición a una economía basada en CBDC podría tener implicaciones importantes para la política monetaria y la estabilidad financiera. Los bancos centrales tendrían que adaptar sus enfoques tradicionales para ejecutar la política monetaria. Además, la implementación de CBDC genera incertidumbre debido a la falta de evidencia empírica ante la eventual introducción de la misma.
¿Las CBDC son criptomonedas?
Si bien hay algunos debates en torno a esta cuestión, lo cierto es que las CBDC no son una criptomoneda en sentido estricto. Esto se debe a que las CBDC difieren en algunas características esenciales e inherentes a las criptomonedas; a saber:
- Emisión: las CBDC, como su nombre lo indica, son emitidas por bancos centrales; es decir, por instituciones gubernamentales centralizadas. Las criptomonedas, en cambio, son descentralizadas y no tienen un emisor central.
- Regulación: las CBDC están reguladas por el gobierno y son monedas de curso legal respaldadas por la autoridad monetaria de un país, mientras que las criptomonedas operan en un entorno legal que puede variar de un lugar a otro.
- Tecnología: si bien algunas CBDC utilizan la tecnología blockchain, o sistemas similares, para registrar las transacciones, esto no es un requisito del dinero digital y puede variar. Por otro lado, las criptomonedas se basan estrictamente en la tecnología blockchain.
- Privacidad y anonimato: las CBDC pueden tener diferentes niveles de privacidad y anonimato, pero los bancos centrales suelen tener acceso a los datos de las transacciones. En el caso de las criptomonedas, la privacidad y el anonimato es mayor, y si bien hay movimientos rastreables y las nuevas regulaciones buscan contrarrestar esto, es muy difícil obtener información sobre los actores que realizan las transacciones.
En síntesis, a medida que varios países exploran la posibilidad de emitir CBDC, es probable que veamos un cambio significativo en la forma en que operan los sistemas financieros a nivel mundial. Si bien aún existen desafíos por abordar, el potencial para la eficiencia, la inclusión y la transformación económica es interesante. Es evidente que los bancos centrales no quieren perder su poder de control sobre el sistema monetario. Seguiremos de cerca los nuevos lanzamientos de CBDC al mercado, para poder ver su impacto en la economía y las finanzas internacionales, poniendo un ojo sobre el asunto de la privacidad y trazabilidad de las transacciones entre privados.