La República Argentina ha manifestado oposición a la firma del acuerdo Unión Europea – Mercosur, que se llevaría a cabo el próximo jueves en la cumbre del Mercosur en Río de Janeiro. La postura de la saliente gestión no coincide con la postura del nuevo gobierno liderado por Javier Milei.
De acuerdo a las declaraciones del Canciller Santiago Cafiero para La Nación, “El acuerdo MERCOSUR – UE que fue iniciado en 2019 tiene un impacto negativo en la industria del MERCOSUR, sin reportar a cambio beneficios para sus exportaciones agropecuarias, que están limitadas por cuotas muy restrictivas y sujetas a regulaciones ambientales unilaterales que las exponen a una vulnerabilidad a futuro”. De esta manera, el argumento principal para oponerse es que el acuerdo no reportaría grandes beneficios para el MERCOSUR.
La visión del Presidente Alberto Fernández es que el acuerdo no se firmó porque «encontró resistencia dentro de Europa«. Además, solicitó «determinadas condiciones que permitan sostener y hacer crecer nuestras industrias«. El Presidente aclaró que su intención es «firmarlo», porque sostiene que «geopolíticamente es correcto un acuerdo» entre ambos bloques, pero advirtió “quiero discutir algo que les sirva a los argentinos, es un acuerdo entre dos regiones, hay intereses que tener en cuenta«, señaló el Presidente en diálogo con Radio Futurock.
La perspectiva de la nueva gestión es distinta. Diana Mondino, la futura canciller del nuevo gobierno, declaró en la semana que, “No es solo con la UE sino también con el EFTA, Singapur y ASEAN, son puertas que se abren que son monumentales. Ojalá se firme ahora, Alberto lo concrete y se lleve ese logro. Mucho mejor tener el acuerdo que no tenerlo”.
Por otro lado, el Canciller saliente, Santiago Cafiero, comentó en diálogo con Página12 que «el impacto del acuerdo será desfavorable para el bloque del Mercosur, anclando las brechas de desarrollo existentes y desalentando la inversión en la industria y el desarrollo de nuevas cadenas de valor”. Incluso, “la producción de commodities, en particular alimentos, tendrán que enfrentar una normativa ambiental creciente y costosa acompañada de cuotas permanentes sobre productos en los que los países del Mercosur son competitivos«.
Finalmente, el Presidente Lula da Silva busca darle impulso al acuerdo con vistas a concretarlo. Tal es así que afirmó en la red social X desde la COP28 de Dubái, que el Mercosur y la Unión Europea estaban «cerca de cerrar» el acuerdo, tras reunirse con la titular de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el Presidente de España, el recientemente reelecto Pedro Sanchez. Mientras que el Presidente Emanuel Macron, planteó en diálogo con periodistas que no estaba a favor del acuerdo porque «no era bueno para nadie«.