El referéndum impulsado por Mateusz Morawiecki, actual primer ministro polaco, preguntará a los votantes si apoyan o no la aceptación de «miles de inmigrantes ilegales de Oriente Medio y África» como parte de un plan de reubicación de la Unión Europea (UE). En este sentido, el actual gobierno considera a la inmigración de Medio Oriente y África como una amenaza a la identidad cultural nacional y a la seguridad.
Cabe resaltar que el partido conservador católico de Morawiecki, llamado Ley y Justicia, busca mantenerse en el poder en las elecciones parlamentarias de octubre. El tema inmigratorio fue parte central de la campaña de Ley y Justica en 2015, año en el que el partido conservador asumió el poder, cuando Andrzej Duda resultó victorioso en una elección muy reñida.
No hay que dejar de lado que los inmigrantes ucranianos, blancos y cristianos y cuyo pueblo ha estado bastante ligado al polaco históricamente, han sido aceptados sin mayores vacilaciones. Así las cosas, hoy en día habitan en Polonia más de un millón de ucranianos.
El movimiento de inmigrantes africanos y de Medio Oriente estaría enmarcado en el plan de relocalización de la UE anunciado en junio luego de largas discusiones. El plan busca compartir la responsabilidad por los migrantes que entran a Europa sin autorización, lo cual ha sido la raíz de una de las crisis políticas que hace tiempo afectan al bloque. Con ello, el pacto migratorio busca equilibrar las obligaciones de los países a los que llegan la mayoría de los migrantes y las del resto de los miembros que se comprometen a brindar apoyo.
Este referéndum se realizaría junto a la elección parlamentaria, además de que el gobierno podría incluir otras preguntas relacionadas con tópicos sensibles con el objetivo de movilizar la base conservadora. Más temprano este mes, el líder del partido gobernante, Jaroslaw Kaczynski, dijo que también podría incluir preguntas sobre privatizaciones y sobre “si la riqueza de generaciones permanecerá en manos polacas”.
Si bien Ley y Justicia lidera en las encuestas, la oposición del ex primer ministro, Donald Tusk, intentará impedir que el gobierno alcance un tercer término sin precedentes. El líder de la oposición encabeza la coalición de centroderecha Plataforma Cívica, de corte pro-empresarial y pro-europeo, y proviene del histórico partido Solidaridad de Lech Walesa. En su gobierno, que duró de 2007 a 2015, elevó la edad de jubilación, realizó privatizaciones y recibió algunos miles de inmigrantes.
En el anuncio del potencial referéndum, el gobierno polaco mostró autos en llamas y escenas de violencia callejera en Europa del Este, junto con imágenes de un hombre negro lamiendo un cuchillo. En ese contexto, el líder del partido pregunta a los votantes si querían que eso ocurra en Polonia y, entonces, “dejar de ser los dueños de su propio país”. También se dejó ver la dimensión moderadamente euroescéptica del partido en el momento en el que el primer ministro preguntó “si se quiere formar parte del sistema de relocalización forzada impuesta por la burocracia europea”.
Un político de la oposición, Robert Biedron, reaccionó diciendo que la pregunta sobre la inmigración no tiene sentido porque la participación en el mecanismo de la UE no es obligatoria y puede ser reemplazada por otras formas de responsabilidad compartida. Según señaló, Polonia misma podría ser elegible para recibir apoyo o una exención de su contribución debido al elevado número de refugiados ucranianos.
Además de las preguntas sobre inmigración y privatizaciones, Ley y Justicia anunció que incluirá una pregunta sobre aumentar la edad de jubilación. El actual gobierno redujo la edad jubilatoria en 2020 a 60 para mujeres y 65 para varones. En este sentido, Morawiecki atacó fuertemente al ex primer ministro, alegando que “Tusk es la mayor amenaza para nuestra seguridad, es la mayor amenaza para la seguridad de Polonia”. “No permitamos que Tusk, como enviado de las élites de Bruselas, destruya la seguridad en Polonia”, agregó.
Al inicio de la crisis migratoria europea, Polonia no era ni un país de entrada ni un país de destino para inmigrantes y refugiados. No obstante, se convirtió en un estado de primera línea hace dos años cuando los inmigrantes comenzaron a cruzar desde Bielorrusia, algo que algunos sectores entre las autoridades europeas ven como un esfuerzo de Rusia para generar disturbios en Polonia y en otros países europeos.
Recientemente, Polonia ha estado construyendo un gran muro en su frontera oriental, a la par del incremento de la presencia militar en la frontera este, lo cual se debe tanto a la preocupación migratoria como a la creciente amenaza rusa.