El presidente sirio, Bashar al-Assad, recibió en la capital de su país al ministro de Relaciones Exteriores de Arabia Saudita, el príncipe Faisal bin Farham, con el objetivo de poner fin al aislamiento de Siria y restaurar las relaciones diplomáticas entre Damasco y Riad.
Se trata de la primera visita de un ministro del reino saudita a Siria en más de 10 años, puesto que, a raíz de la represión del gobierno de al-Assad en los inicios de la guerra civil, Siria fue suspendida de la Liga Árabe.
En la reunión con el presidente sirio, el ministro saudita enfatizó la necesidad de hallar una solución política para la crisis siria. En este sentido, ambas partes prometieron continuar dialogando para resolver las dificultades, preservar la unidad del país y resolver las dificultades humanitarias.
Además, el príncipe Faisal habló con al-Assad sobre la importancia de crear las condiciones para que la ayuda humanitaria pueda llegar a todas las regiones del país y para el regreso de los casi siete millones de refugiados sirios, lo cual contribuiría a mejorar la estabilidad del país.
Luego del encuentro, el ministro de Relaciones Exteriores de al-Assad catalogó el encuentro como un crucial avance para el país en recuperar su identidad árabe.
Esta visita oficial forma parte de una serie de movimientos diplomáticos impulsados por Siria hacia varios países de la Liga Árabe, tales como Túnez, Algeria y Emiratos Árabes Unidos, los cuales buscan la reincorporación siria al foro árabe tras su suspensión en 2011.
La semana pasada, Arabia Saudita invitó al ministro de Relaciones Exteriores sirio, Faisal Mekdad, a Jeddah en vistas a reunirse con ministros de países del Consejo de Cooperación del Golfo y otros miembros de la Liga, como Jordania, Irak y Egipto. Sin embargo, Qatar todavía se opone a la decisión de normalizar las relaciones con el gobierno de al-Assad.
Tras los terremotos del 6 de febrero, más de 13 millones de personas en Siria dependen de asistencia humanitaria extranjera, lo cual representa más de la mitad de la población.
El reciente movimiento en pos del fin del aislamiento regional e internacional sirio se da en el marco de la normalización y restauración de relaciones diplomáticas entre Arabia Saudita e Irán gracias a un acuerdo alcanzado con la mediación de China.
Irán, principal aliado de al-Assad, junto con Rusia, durante décadas ha estado enfrentado política, militar y discursivamente con Arabia Saudita de manera directa e indirecta. Sin embargo, desde el restablecimiento diplomático de las dos potencias regionales, se ha priorizado avanzar en pos de la estabilidad en Medio Oriente, y uno de los escenarios claves de la región es precisamente Siria.
Al-Assad declaró el mes pasado durante una visita a Moscú que “Siria no es más una escena del conflicto Saudo-Iraní”. Por ello, el presidente espera que el acercamiento a las naciones separadas por el golfo pérsico pueda traer inversiones para reconstruir el destrozado país luego 12 años de guerra y más de medio millón de vidas perdidas.