La crisis política en Corea del Sur parece no encontrar un desenlace. A casi un mes del polémico intento del presidente Yoon Suk-Yeol de suspender las funciones del Parlamento mediante ley marcial, en virtud de lo cual fue suspendido en el cargo y se enfrenta ahora a un juicio político, la Asamblea resolvió destituir al presidente interino Han Duck-Soo, profundizando un período de inestabilidad política y poniendo a prueba el destacado sistema democrático surcoreano.

De este modo, en función de lo votado por los parlamentarios, el Ministro de Finanzas Choi se convierte en presidente interino, mientras el Tribunal Constitucional promete actuar con rapidez en el juicio político contra Yoon.

La decisión del parlamento de remover a Han Duck-Soo se debe a la negativa de este último a nombrar de manera inmediata a tres jueces para cubrir las vacantes disponibles en el Tribunal Constitucional, argumentando que esto excedía sus facultades como presidente interino. Luego de esto, la Asamblea aprobó una moción de impeachment con 192 votos a favor y ninguno en contra.

La remoción de Han fue iniciativa de los partidos de la oposición, mientras que el Partido del Poder Popular (PPP), actualmente en el gobierno, trató de boicotear la votación. De este modo, los parlamentarios oficialistas se levantaron de sus asientos, rodearon el podio del orador gritando que la votación era «inválida».

Mientras tanto, este viernes, el Tribunal Constitucional llevó a cabo la primera audiencia para definir si ratifica o anula la destitución del presidente Yoon Suk-Yeol, a partir de este momento, el cuerpo judicial tiene 180 días para tomar una decisión, mientras que la próxima audiencia está programada para el 3 de enero. Si el Tribunal resuelve la destitución de Yoon, se deberá convocar a elecciones en un plazo de 60 días.