En medio de las crecientes amenazas de Rusia a la arquitectura de seguridad europea, el Reino Unido retirará del servicio 5 buques de la Marina británica, una docena de helicópteros y un lote de drones. La medida se debe a los recortes presupuestarios que vienen sufriendo hace tiempo el Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea.
Este miércoles, el Secretario de Defensa John Healey se dirigió al Parlamento para justificar la decisión, que según el gobierno permitirá ahorrar más de USD 600 millones en los próximos 5 años. Asimismo, el funcionario señaló que la medida es parte de un plan de reestructuración y modernización de las fuerzas armadas, y que el material seleccionado está obsoleto, por lo que su retirada era necesaria hace tiempo. Sin embargo, especialistas hablan de un “retiro acelerado”, ya que algunas unidades serán desmanteladas antes de la fecha prevista para su salida del servicio.
Healey aseguró que la defensa británica enfrenta serias presiones financieras, pero reiteró la promesa de que el gobierno buscará la manera de incrementar el presupuesto de esta área al 2,5% del PBI. En esta línea, declaró que deben tomarse decisiones difíciles, en relación a la desmantelación de numerosos sistemas de armas:
- Dos buques de asalto anfibio de la Royal Navy. Se trata del HMS Albion y el HMS Bulwark, que pasarán a retiro a fin de año, aproximadamente una década antes de lo previsto.
- Dos buques auxiliares de la Royal Navy. El RFA Wave Knight y el RFA Wave Ruler, embarcaciones que apoyan las capacidades logísticas de los grupos de tareas desplegados en distintos puntos del globo.
- Una Fragata Tipo 23. El HMS Northumberland, que continúa operando luego de años de la fecha fijada inicialmente para su salida del servicio. Será retirada en marzo de 2025.
- 14 helicópteros Chinook de transporte de carga pesada del ejército británico.
- 17 helicópteros Puma de la fuerza aérea.
- 46 drones Watchkeeper, entrados en servicio hace 6 años.
Estas serían las unidades que serán retiradas, no obstante, el Secretario de Defensa les aclaró a los miembros del Parlamento británico, que el desmantelamiento de este material no será la última decisión difícil que deberá tomarse para arreglar la situación heredada por las gestiones anteriores en materia de defensa.
En este sentido, explicó que el equipamiento seleccionado para desmantelamiento es obsoleto, y es necesario enfocar el limitado presupuesto en los sistemas de armas más adecuados para la guerra moderna.
Si bien el stock eliminado será reemplazado eventualmente, la fabricación de nuevos buques, helicópteros, y demás activos para la defensa toma años. El retiro acelerado de material, junto con los recortes presupuestarios y los retrasos de algunos proyectos en desarrollo, puede resultar en un desacople entre la retirada de viejas unidades y la entrada en servicio de las nuevas.
Este último podría ser el caso de las unidades de superficie de la Royal Navy. La transición de las fragatas tipo 23 a las tipo 26 será un tanto problemática, mientras algunos proyectan que la cantidad de fragatas operativas pueda disminuir a 7 a mediados de la próxima década. En esta línea, un miembro del Parlamento le transmitió su preocupación al Secretario de Defensa luego del anuncio de este miércoles.
Tras conocerse la noticia del retiro del HMS Northumberland (otra fragata tipo 23 menos) un diputado presionó a John Healey para obtener detalles sobre el stock de la Marina británica, pidiéndole que informara cuantas fragatas estarán disponibles antes de la entrada en servicio de las tipo 26. Por su parte, el Secretario de Defensa aseguró que la retirada del HMS Northumberland no afecta las capacidades de la Armada ya que el buque no era viable operacionalmente, y reacondicionarlo no valía la pena en términos financieros.
El mismo diputado, sostuvo que los militares escuchan con desesperación al gobierno y la oposición discutir si la “catastrófica falta de financiamiento” de las fuerzas armadas se produjo durante los últimos 14 o los últimos 30 años. En tanto, la defensa británica atraviesa mínimos históricos en términos de presupuesto, unidades operativas y personal, mientras aumentan las tensiones en Europa y Medio Oriente provocando una demanda de recursos militares cada vez mayor.