Radar Austral

Análisis de la situación de seguridad en Níger

A pesar de las críticas que el nuevo gobierno militar de Níger le hace al antiguo gobierno democrático, ACLED revela que el rendimiento en materia de seguridad por parte de la administración del presidente derrocado ha sido considerablemente mejor que el de sus antecesores y que el de los gobiernos militares en Burkina Faso y Malí.

Publicado el 4 de agosto de 2023 por Santiago Vera García
Análisis de la situación de seguridad en Níger

El pasado 26 de julio de 2023, la Guardia Presidencial detuvo al presidente de Níger, Mohamed Bazoum, y a su familia, dando pie a un nuevo golpe de Estado en la región del Sahel. Posteriormente, el Ejército del país de África Occidental se sumaría al golpe, confirmando así la caída de la democracia nigerina.

Luego de ello, un conjunto de altos oficiales de varias ramas de las fuerzas de defensa y seguridad formaron una junta, llamada Consejo Nacional para la Salvaguardia de la Patria (CNSP), y anunciaron la toma del poder en una transmisión televisada.

Según Armed Conflict Location & Event Data (ACLED), una organización que recopila datos sobre las ubicaciones, fechas, actores, víctimas y tipos de violencia política y eventos de protesta en todo el mundo, la respuesta pública al golpe fue diversa, pues se observaron, primero, manifestaciones en apoyo a Bazoum, las cuales fueron seguidas de manifestaciones en apoyo al CNSP.

El golpe de Estado ha sido condenado por la comunidad internacional, sobre todo por Estados Unidos, Francia y la Unión Europea (UE), y la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO).

Cabe recordarse que, durante una cumbre en la capital de Nigeria, Abuja, la CEDEAO consideró llevar adelante una intervención militar y aplicar sanciones con el objetivo de presionar a la junta para que restablezca a Bazoum dando un ultimátum de una semana. Además, la Unión Económica y Monetaria de África Occidental (UEMOA) impusosanciones inmediatas y congeló los activos del Estado nigeriano.

Por el contrario, Burkina Faso, Guinea y Malí han declarado su apoyo a la junta nigerina, expresando su oposición a la aplicación de cualquier sanción impuesta a Níger. Incluso, Burkina Faso y Malí advirtieron que cualquier intervención militar en Níger era una declaración de guerra contra ellos en una declaración conjunta.

Según informa ACLED, Níger representa el último de los tres estados centrales del Sahel en sucumbir a un golpe militar, después de Malí, que sufrió dos golpes de Estado, en 2020 y 2021 respectivamente, y Burkina Faso, que padeció el mismo destino tras dos golpes consecutivos en 2022.

En este contexto, ACLED entiende que, “si bien algunos interpretan este evento a través del contexto de la creciente influencia de Rusia o su alineación con las iniciativas de entrenamiento militar occidentales, los catalizadores primarios fueron esencialmente de naturaleza doméstica”. En concreto, los motivos principales del golpe están relacionados con la crisis de la situación de seguridad a nivel nacionalproducto de la expansión de la amenaza que presentan distintos grupos terroristas yihadistas.

Según el análisis de ACLED, Níger ha experimentado un crecimiento continuo en la actividad yihadista desde 2018. A partir de entonces, 2021 ha sido el “año récord” en cuanto al nivel de violencia interna, cuya métrica se basa en la cantidad de muertes.

Fuente: ACLED

Así las cosas, resulta pertinente destacar los diferentes desafíos de seguridad que enfrenta Níger, los cuales han sido numerados por ACLED:

  1. El oeste del país se enfrenta a la insurgencia saheliana impulsada por la rama del Estado Islámico en el Sahel y por Jama’at Nusrat al-Islam wal-Muslimin (JNIM), grupo afiliado a al-Qaeda.
  2. La región sureste de Diffa se ve afectada por la insurgencia del Estado Islámico en África Occidental (ISWAP, por sus siglas en inglés) y Boko Haram.
  3. La región central de Tahoua está presenciando una mezcla de militancia y bandidaje del Estado Islámico en el Sahel.
  4. En Maradi, a lo largo de la frontera sur con Nigeria, una serie de bandas organizadas criminales están muy activas.
  5. La región de Agadez, clave en las distintas rutas de oro y de contrabando de diversos materiales que se extienden a lo largo de la frontera con Libia, Argelia y Chad, también ha sido testigo de la actividad de una gran cantidad de grupos armados, entre ellos rebeldes chadianos y sudaneses, narcotraficantes y otras organizaciones de crimen organizado.

En concreto, 2019 y 2020, durante el gobierno de Mahamadou Issoufou, fueron particularmente devastadores para las fuerzas de seguridad y defensa nigerinas, ya que sufrieron grandes pérdidas debido a una serie de ataques con víctimas masivas perpetrados por el Estado Islámico en el Sahel. Además, en 2021, Níger experimentó un año récord de violencia interna, lo que coincidió con la primera transición democrática del país luego de que Bazoum sucediera a Issoufou.

Sin embargo, a pesar de que, desde entonces, Níger sigue registrando un gran número de incidentes de conflicto, los niveles de violencia letal están disminuyendo constantemente. En comparación, estos números se han reducido significativamente en comparación con Malí y Burkina Faso.

En este sentido, ACLED ha llegado a la conclusión de que “a Níger le ha ido estadísticamente mejor que a sus vecinos en términos de violencia y conflicto”. Si bien el número de incidentes de violencia política aumentó en 2022 con respecto al año anterior, la letalidad de la violencia ha disminuido significativamente, lo cual se evidencia en la reducción de la cantidad de muertes en 2022 con respecto al 2021.

Adicionalmente, “Si bien la junta de #Niger ha citado la creciente inseguridad como justificación para el golpe, la violencia ha ido disminuyendoEn la primera mitad de 2023, los incidentes de conflicto disminuyeron en un 39% en comparación con el período de seis meses anterior“, publicó ACLED en X, anteriormente conocido como Twitter.

Fuente: ACLED

Por añadidura, el análisis de ACLED muestra que los ataques contra civiles disminuyeron en un 49%, y las muertes resultantes disminuyeron en un 16%. A este respecto, las operaciones de las fuerzas de seguridad nigerinas aumentaron en un 32% en el mismo período, demostrando un esfuerzo continuo para contrarrestar la inseguridad.

En este contexto, teniendo en cuenta que la democracia en Níger ha tenido un mejor rendimiento en materia de seguridad en comparación con los gobiernos militares en Burkina Faso y Malí, el éxito de la junta en el mantenimiento del poder y la construcción de legitimidad “no está garantizado, afirma ACLED.

La junta aún no ha consolidado su posición y la situación está lejos de estabilizarse”. Seguir reduciendo la cantidad de muertes producto de ataques violentos a nivel interno debe ser la prioridad fundamental del nuevo gobierno de facto en Níger si aspira a perpetrarse en el poder.

Compartí tu opinión