Este miércoles, los senadores de EEUU trataron la actualización de la Ley de Autorización de la Defensa Nacional para el ejercicio fiscal del próximo año. Esta normativa detalla el presupuesto, los gastos y las políticas del Pentágono. Con 85 votos a favor y 14 en contra, se aprobó el monto de USD 895.200 millones que fija la ley para el financiamiento de las actividades del Departamento de Defensa de Washington. Dicha cifra, representa un aumento del 1% respecto al 2024.

La semana pasada, el proyecto recibió la aprobación de la Cámara de Representantes, con 281 votos a favor, y 140 en contra. De este modo, habiendo sido aprobada en ambas instancias, ahora la legislación espera el visto bueno de Joe Biden para entrar en vigor.

El proyecto aprobado autoriza importantes aumentos salariales para el personal de menor rango (aproximadamente un 14%) dentro de las fuerzas armadas, apunta a contrarrestar el poder creciente de China y elimina la cobertura de tratamientos para «afirmación de género», de los hijos de militares. Este último punto fue objeto de disputa en la Cámara de representantes, motivo por el cual el tratamiento del proyecto se prolongó durante meses, frente al rechazo de algunos sectores demócratas.

Chuck Summer, líder de la mayoría demócrata en el Senado, sostuvo que el proyecto no es perfecto pero que «incluye algunas cosas muy buenas por las que los demócratas lucharon» y que contiene «sólidas disposiciones para enfrentarse al Partido Comunista Chino en una base de seguridad nacional». A contramano de esta postura, en la Cámara de representantes la mayoría de los demócratas votaron en contra del proyecto.

Por su parte, los republicanos señalaron que el aumento del 1% con respecto al 2024, no es suficiente, en un contexto internacional signado por la inestabilidad y los constantes desafíos a la hegemonía norteamericana. En esta línea, se espera que los republicanos presionen nuevamente para aumentar el gasto en defensa, una vez que obtengan el control de la Casa Blanca y el Congreso el próximo año.

«Actualmente experimentamos los momentos de seguridad nacional más peligrosos desde la Segunda Guerra Mundial», aseguró el senador republicano Roger Wicker, quien aboga por aumentos del gasto militar que sobrepasarían los límites fijados en el acuerdo bipartidista destinado a frenar el incremento de la deuda.

En tanto, la ley aprobada evidencia una impronta confrontativa hacia China, postura en la que demócratas y republicanos suelen estar unidos. El proyecto incluye un fondo que podría utilizarse para enviar recursos militares a Taiwán, dedica importantes montos a la inversión en inteligencia artificial, y refuerza la producción nacional de municiones. Del mismo modo, contiene restricciones para la compra de productos chinos por parte de las fuerzas armadas, algo en lo que Washington ha avanzado en los últimos años. No se trata únicamente de elementos destinados a actividades militares, sino que las prohibiciones también abarcan la compra de alimentos, por ejemplo.

Frente a estas medidas, el Ministerio de Relaciones Exteriores de China expresó su descontento. «Desde drones hasta grúas, desde refrigeradores hasta ajo, cada vez más productos chinos han sido acusados por Estados Unidos de representar riesgos para la seguridad nacional. Pero ¿ha mostrado Estados Unidos alguna evidencia confiable o una razón para respaldar esas acusaciones?« sostuvo la vocera del Ministerio.

No obstante, la percepción de China como la principal amenaza persiste como una postura compartida por demócratas y republicanos en el Congreso, mientras que los mayores desacuerdos giraron en torno a cuestiones como la eliminación de la cobertura médica para tratamientos de género. En tanto, se espera que tras la llegada de Trump a la Casa Blanca, haya importantes cambios en la política de defensa.