Radar Austral

El sol vuelve a nacer en Oriente

Japón recupera la capacidad de un portaaviones por primera vez en décadas, en medio de un rearme provocado por las amenazas que representan China, Corea del Norte y Rusia.

Publicado el 25 de abril de 2024 por Ryan Leif Hillblad
El sol vuelve a nacer en Oriente

Japón ha transformado un buque portahelicópteros en su primer portaaviones desde la Segunda Guerra Mundial. El nuevo buque llamado Kaga, permitirá a la Armada contar con la capacidad de transportar y desplegar cazas multirol F-35B que despegarán y aterrizarán de forma vertical desde el buque. Este hecho es un paso más en el proceso de rearme y modernización militar que Japón emprendió desde el año 2012 durante el gobierno del fallecido primer ministro Shinzo Abe. 

Este buque si bien no es un portaaviones tradicional, tendrá la capacidad de causar disrupciones en la región, en particular en el Mar del Sur de China y las islas Senkaku/Diaoyu. Este portaaviones si bien no es un gran impedimento frente a los tres con los que cuenta China, si han comenzado a preocupar a sus dirigentes. Ambos países poseen una serie de conflictos que incluye la soberanía sobre las mencionadas islas, a la vez que Tokio ha declarado que la expansión militar china es “una gran preocupación”, así como una potencial amenaza tanto a Japón como para Taiwán. 

Tokyo está inmerso en un proceso de rearme comenzado hace una década cuando el ex primer ministro Abe dió el primer paso en un país con una constitución pacifista redactada por Estados Unidos, de crear un Consejo de Seguridad Nacional con rango ministerial. Los planes a futuro de Japón incluyen la modificación de otro buque de transporte de helicópteros, el Izumo, que será capaz de lanzar y recuperar cazas F-35 desde una pista tradicional, convirtiéndose en el primer portaaviones pleno de la armada japonesa en décadas. 

El actual gobierno del primer ministro Fumio Kishida aprobó en diciembre de 2023 un enorme aumento del 16% del gasto militar para las Fuerzas de Defensa Japonesas para 2024, totalizando 54.000 millones de dólares, ubicando al país dentro del top 10 de los mayores gastos bélicos del mundo. Aún más, la administración anunció un ambicioso plan para gastar 302.000 millones de dólares en Defensa en el período 2023-2027. El plan incluye la adquisición de defensas antiaéreas, nuevas fragatas, nuevos cazas F-35, sistemas de defensa de misiles, entre otros. 

Japón publicó en 2023 su nuevo libro blanco de Defensa en donde se detalló que el país experimenta “el entorno de seguridad más severo y complejo desde el final de la Segunda Guerra Mundial”, debido a las acciones de Rusia, Corea del Norte y China. Frente a una región crecientemente conflictiva el gobierno japonés ha apostado por el rearme militar y una creciente cooperación militar con Estados Unidos. Washington es el principal aliado de Japón, teniendo en su territorio desplegados más de 50.000 efectivos, cientos de aeronaves, el único grupo de ataque de portaaviones desplegado permanentemente fuera de Estados Unidos, y una multiplicidad de bases militares que le permiten proyectar poder muy cerca del territorio chino.

Tokio está tratando de realizar un fino balance, ya que por un lado el gobierno busca mantener una relación de trabajo con Beijing que sostenga los profundos lazos comerciales entre ambas naciones, pero a la vez busca preparar a sus fuerzas armadas para un posible conflicto. La principal estrategia es generar una importante disuasión y un bloque unido con Estados Unidos que contenga las aspiraciones expansionistas de Beijing.

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