El segundo al mando en la Casa Blanca llega a Groenlandia en el marco de un polémico viaje, para visitar la base espacial estadounidense Pituffik, en el noroeste de la isla. Situada en el Ártico, Groenlandia es un territorio de ultramar perteneciente al Reino de Dinamarca pero que goza de una considerable autonomía política.
Tras su regreso a la oficina oval, Trump ha demostrado en reiteradas ocasiones, de forma explícita, su interés por adquirir Groenlandia. Esta iniciativa, que fue contemplada también durante su primer mandato, ha tomado fuerza en los últimos meses tras los polémicos dichos del presidente.
Ante esta situación, los gobiernos de Dinamarca y Groenlandia, han manifestado su rechazo, aseverando que la isla no está a la venta. Asimismo, el tema ha suscitado importantes discusiones en la política danesa, donde algunos apoyan la idea de permitir que los habitantes de la isla puedan votar para decidir si quieren o no integrarse a los Estados Unidos, y otros se niegan rotundamente. En tanto, una encuesta realizada en el mes de enero sugiere que la mayoría de los habitantes estarían en contra de la idea.
En este panorama, la llegada de J.D. Vance, quien no recibió invitación alguna, es un motivo de controversia y preocupación tanto para el gobierno local como para Copenhage. El presunto motivo del viaje es visitar la base espacial Pituffik, instalada en el norte de la isla a partir de un acuerdo de defensa mutua entre Estados Unidos y Dinamarca.

Groenlandia forma una nueva coalición de gobierno horas antes de la llegada de Vance
Previo a la visita del vicepresidente, este viernes el gobierno anunció un acuerdo para formar una nueva coalición gubernamental. El nuevo gobierno que se formó estará encabezado por Jens-Frederik Nielsen, quien ha instado a todos los partidos a mostrarse unidos mediante la formación de una amplia coalición, dejando de lado los desacuerdos frente a la agenda de Trump.