El candidato presidencial moderado, Massoud Pezeshkian, se enfrentará al conservador alineado con el Líder Supremo, Saeed Jalili, el 5 de julio, luego que ninguno de los dos lograra alcanzar más del 50% de los votos en las elecciones presidenciales del 28 de junio.
Estas elecciones se dan en el marco de la muerte de Ebrahim Raisi, el presidente conservador iraní que falleció en un accidente de helicóptero en mayo de este año.
En las elecciones con la menor participación electoral de la historia del país, con 40%.El moderado Masoud Pezeshkian encabezó los resultados con un 42,2% de los votos mientras que Jalili alcanzó el 38.6%.
Pezeshkian, legislador, cirujano y ministro de salud durante el 2001-2006, se posiciona como un candidato moderado sin intenciones de desarticular el régimen teocrático iraní. Sin embargo es respaldado por los reformistas del sistema, en parte porque fue uno de los pocos candidatos no alineado con el Líder Supremo aprobado para postularse como candidato por el consejo de guardianes.
Luego de emitir su voto, Pezeshkian declaro:
‘’Respetaremos la ley del hiyab, pero no debería haber nunca ningún comportamiento intrusivo o inhumano contra las mujeres’’.
Refiriéndose a la trágica muerte de Mahsa Amisi, una mujer de 22 años brutalmente asesinada por la policía iraní por no llevar puesto el hijab correctamente, causando las mayores protestas contra el gobierno teocrático de la última década.
Por otro lado, Saeed Jalili, representa al status quo defendiendo al régimen teocrático. Ex negociador del acuerdo nuclear iraní, Jalili se posicionó como un importante y leal asesor para el Líder Supremo Jamenei, asegurando un apoyo y continuidad en la visión del Ayatola.
El Ayatola Ali Jamanei tiene ya 85 años, por lo que el próximo presidente iraní puede desempeñar un rol clave en la elección del sucesor del líder supremo, por ello, Jamanei necesita un presidente leal al régimen que asista en la elección de un sucesor que asegure la continuación del régimen teocrático.
Es preciso mencionar que el sistema iraní delega el poder de decisión en materias claves en gran parte al Líder Supremo, aparte de otros órganos reducidos como la Asamblea de Expertos y el Consejo de Guardianes. Por lo que una victoria de candidatos moderados y reformistas no significa una oportunidad para cambiar profundamente el régimen.
No obstante, con un contexto regional de fuerte inestabilidad producto a las ofensivas israelíes sobre la Franja de Gaza y el sur de Líbano, y con un fuerte de rol de Irán en todos los conflictos de la región, Pezeshkian puede ser la cara de una política exterior iraní menos confortativa y más abierta al diálogo.