En los 10 meses transcurridos desde el inicio de la actual gestión, se registró una disminución de la deuda equivalente a USD 46.418 millones, luego de la incorporación de los pasivos remunerados del BCRA, como las LELIQs, a la deuda bruta del Tesoro de la nación (el total de las obligaciones financieras que posee el gobierno nacional, sin descontar sus activos).
Se trata de un monto superior a la deuda contraída con el FMI en el año 2019, durante el gobierno de Mauricio Macri, de USD 44.000 millones, respectivamente.
En consonancia, en noviembre de 2023, la deuda consolidada del Tesoro más la del Banco Central era el equivalente a USD 487.213 millones, mientras que la cifra registrada en agosto de este año, es de USD 440.795.
De este modo, la deuda en dólares se redujo en USD 10.000 millones, gracias a la recompra de títulos de deuda del Tesoro emitidos con anterioridad, absorbiendo instrumentos financieros que estaban en circulación. Esto reduce la carga que el Tesoro tiene tanto con el mercado como con el Banco Central, en términos de obligaciones a pagar.
En tanto, la deuda en pesos registró una disminución equivalente a un valor de casi USD 20.000 millones.