El mundo que tenemos
Con una guerra de impacto mundial en curso, la agenda global se resume en crisis energética, alimentaria y humanitaria, calentamiento global y problemas de desarrollo. A esto se suma la competencia hegemónica entre China y Estados Unidos, y las agendas de cada región en particular, muchas de ellas con impacto global, como es el crimen organizado transnacional o las inestabilidades políticas. Cuando la política interna tiene una correcta visión de lo que está pasando afuera, puede saber cómo sacar provecho del contexto global -o aunque sea protegerse de él-.
Una de las grandes críticas que recibió la gestión de Cambiemos fue la falta de visión internacional. Buscar abrir el comercio cuando las grandes economías se estaban cerrando, o ir en busca de países que querían moverse solos, no es una política adecuada. Asimismo, otro conjunto de críticas se elevaron contra el Frente de Todos, hoy Unión por la Patria, cuando Alberto Fernández decidió visitar Rusia 20 días antes de la guerra de Ucrania. Y es que leer el contexto internacional puede no ser fácil, pero es clave. Los pasos en falso pueden costar caros.
Parecería que Argentina tiene mucho para ofrecer al mundo de hoy. Aunque la situación macroeconómica sea negativa, analistas financieros internacionales exponen que Argentina tiene grandes oportunidades que aprovechar: productos provenientes de la industria agropecuaria, alimentos, energía y una zona de paz para incentivar el desarrollo. Si el clima ayuda, las inversiones y los mercados están a disposición y la democracia está en orden, estas condiciones podrían generar un excedente de divisas favorable para pagar las deudas, re invertir, generar desarrollo y estabilizar la economía. Para que todo esto sea así, el próximo gobierno deberá tener una visión estratégica de Argentina en el mundo.
Campaña electoral en clave internacional
Hablemos de las listas que pasaron las PASO y sus propuestas de política exterior de cara a octubre. También tengamos en cuenta aquellas propuestas en otros ejes, como economía, defensa o seguridad, los cuales también influyen en la proyección internacional. Las propuestas fueron relevadas por Politeia, una aplicación que ordena las propuestas de todos los candidatos en ejes temáticos en base a las Plataformas Electorales de cada partido, discursos y pronunciamientos de los candidatos.
Empecemos por los socios internacionales que buscarán cada fórmula. En primer lugar, Unión por la Patria, encabezada por Sergio Massa, apostará al multilateralismo e irá en busca de la integración regional. Según lo hecho en el ejercicio de sus funciones como ministro de Economía, se puede presumir que también buscará un equilibrio entre China y los Estados Unidos.
En segundo lugar, Juntos por el Cambio, con Patricia Bullrich como ganadora de la interna, apuesta a un alineamiento con Occidente y estima aumentar las relaciones con Asia, África y Medio Oriente. También promueve al multilateralismo como marco y un relanzamiento de la relación con Brasil, el MERCOSUR y la región como plataforma de apertura al mundo.
En tercer lugar, La Libertad Avanza, liderado por Javier Milei, propone a Estados Unidos e Israel como sus aliados, un alineamiento con Occidente y no impulsar vínculos con China y Rusia.
Por su parte, la lista de Juan Schiaretti, Hacemos por Nuestro País, apuesta a la región buscando fortalecer al MERCOSUR y también contempla el valor del multilateralismo. Por último, para el Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT), encabezado por Myriam Bregman, hay que impulsar una unión socialista con América Latina y velar por un apoyo a Cuba y Palestina.
En lo que respecta a las relaciones económicas internacionales, Unión por la Patria busca atraer inversiones, con el objetivo de fortalecer la industria nacional, y exportar con mayor valor agregado. Probablemente, también busque fortalecer las reservas, por medio, entre otras medidas, de la ampliación de los SWAP de divisas con China.
Por su parte, Juntos por el Cambio promoverá reformas específicas relacionadas con la eliminación de restricciones, el impulso de infraestructura y el desarrollo sostenible en sectores estratégicos, como la agroindustria, la minería y la energía, para lograr el crecimiento de las exportaciones.
Hacemos por Nuestro País, además de prometer un mayor incentivo a las inversiones, suma la revalorización del Mar Argentino para el desarrollo económico. Por otro lado, La Libertad Avanza propone una apertura del comercio, libre competencia de monedas e incentivo a las inversiones privadas. Asimismo, el FIT apuesta a la nacionalización del comercio exterior y de la hidrovía del Paraná y de los puertos argentinos, además de por la ruptura de los lazos con el FMI.
Por último, en lo que refiere a defensa y seguridad transnacional, no todos tienen propuestas concretas. Patricia Bullrich propone incorporar a las Fuerzas Armadas (FFAA) en la lucha contra el narcotráfico. Por su parte, Javier Milei también se ajusta a esa visión, coincidiendo en el despliegue territorial de las FFAA; además de impulsar un replanteo de la política de Defensa Nacional en función de la Política Exterior Argentina. Hacia el otro extremo, Myriam Bregman milita la eliminación de la presencia de las fuerzas de seguridad en los barrios.
¿Qué lugar ocupa la política exterior?
En primer lugar, aunque se observan propuestas de política exterior, se nota que no es prioridad en la agenda. Las propuestas son aisladas y ningún candidato las enmarca en una estrategia integral para Argentina en el mundo. Sin embargo, eso también se explica por el hecho de que la política exterior no entra entre las prioridades de la opinión pública.
En segundo lugar, son pocas las propuestas que terminan de entender el contexto global actual. En lo que respecta a las relaciones, algunas fuerzas contemplan a la importancia de fortalecer los vínculos regionales, que es clave para ganar margen de maniobra, aunque eso también depende de cómo se la use. También es cierto que varias plataformas políticas proponen la diversificación de los socios comerciales. Sin embargo, varios plantean tomar posiciones innecesarias en un mundo altamente competitivo.
Por otra parte, es importante apostar al desarrollo nacional y procurar que las medidas de apertura económica no aumenten la dependencia en un mundo que demostró la necesidad de ser autosuficiente en cuestiones esenciales como alimentos, energía y salud.
En tercer lugar, las propuestas en materia de seguridad transnacional ignoran algunas cuestiones fundamentales. A pesar de que el crimen organizado está superando a las fuerzas de seguridad y pone en jaque la soberanía nacional, las Fuerzas Armadas no están preparadas para este tipo de amenaza.
En último lugar, podemos decir que faltan propuestas en temáticas esenciales y/o estratégicas. La Cuestión Malvinas, la Antártida y la participación activa en organismos internacionales en materia de seguridad internacional, la defensa de los derechos humanos, la democracia, la paz y el desarrollo sostenible son algunos ejemplos de agendas importantes para la Argentina, pero que los candidatos no han tratado con profundidad en sus propuestas.
En síntesis, quien llegue a la Casa Rosada el 10 de diciembre deberá diseñar una estrategia sólida de inserción en el mundo si quiere ver buenos resultados al interior del país. Cualquiera sea la fuerza que gane no debe olvidar que tenemos recursos estratégicos por explotar y exportar, que no hay que afrontar más costos que los necesarios y que el modelo de desarrollo que se elija debe ser acorde a las economías del Sur Global como lo es Argentina.