El Armed Conflict Location and Event Data Project (ACLED) ha publicado información actualizada sobre la escalada de violencia regional en Oriente Medio tras el comienzo de la guerra en la Franja de Gaza entre Israel y Hamás.
“Desde el estallido del actual conflicto palestino-israelí, el llamado ‘eje de resistencia’ liderado por Irán se ha movilizado contra Israel y Estados Unidos en múltiples frentes en todo Medio Oriente. Los grupos armados afiliados a Irán han lanzado casi 260 ataques contra objetivos israelíes y vinculados a Israel, y más de 80 contra objetivos estadounidenses y vinculados a Estados Unidos. A su vez, Estados Unidos e Israel han tomado represalias lanzando más de 900 ataques contra las fuerzas del ‘eje de resistencia’ en Líbano, Siria e Irak“, declaró ACLED.
En total, entonces, ha habido aproximadamente 340 incidentes de violencia contra objetivos israelíes o estadounidenses por parte de las fuerzas de miembros del “Eje de la Resistencia”, y más de 900 incidentes de violencia contra fuerzas del “Eje de la Resistencia” por parte de Israel o de las fuerzas estadounidenses, entre los cuales se incluyen más de 890 perpetrados por las fuerzas israelíes y más de 15 por la fuerza afiliada a Estados Unidos.
El análisis de ACLED se realizó el 29 de noviembre, por lo que no incluye información sobre los enfrentamientos que han ocurrido durante el 30 de noviembre y los cinco días del corriente mes de diciembre.
Líbano
En El Líbano, Hezbolá, el grupo más poderoso de todo el “Eje de la Resistencia”, ha intercambiado fuego casi diariamente con Israel desde el 7 de octubre. Si bien las escaramuzas han tenido un alcance geográfico limitado, Hezbolá ha obligado a Israel a desviar parte de sus recursos militares desde Gaza hacia el frente norte.
Las fuerzas de Hezbolá también han disparado morteros y misiles de diverso tipo, incluidos los clásicos tierra-aire, contra objetivos ubicados el norte de Israel, totalizando más de 130 incidentes. Por su parte, Israel ha respondido con más de 860 ataques aéreos y bombardeos en el sur del Líbano.
Los enfrentamientos entre ambos bandos, en total, han resultado en la muerte de al menos 85 combatientes de Hezbolá, más de 30 palestinos, siete soldados israelíes y tres civiles israelíes.
Desde el 1 de diciembre, las fuerzas israelíes y los militantes de Hezbolá intercambiaron disparos a través de la frontera entre Israel y el Líbano durante tres días consecutivos. El domingo, las fuerzas israelíes informaron que varios de sus soldados habían resultado heridos y que habían disparado artillería en respuesta.
Irak y Siria
En Irak, un conjunto de milicias chiítas, bajo el nuevo paraguas denominado Resistencia Islamista en Irak, ha llevado a cabo más de 50 ataques con vehículos aéreos no tripulados y cohetes contra objetivos norteamericanos y de la Coalición Global, liderada por Estados Unidos, en Irak y Siria desde el 17 de octubre, hiriendo a docenas de militares estadounidenses.
En concreto, los objetivos han sido la base aérea de Ain al-Asad, Camp Victory y la base aérea de Harir, en Irak, y las bases militares estadounidenses en los campos petrolíferos de al-Tanf, Shadada y Omar, en Siria.
En represalia, Estados Unidos ha llevado a cabo tres ataques aéreos contra los grupos chiítas Katibat Hizbullah y Asaib Ahl al-Haq, además de otros 15 ataques aéreos en el este de Siria contra instalaciones utilizadas por el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán y las milicias respaldadas por Irán.
Yemen y el Mar Rojo
En Yemen y el Mar Rojo, los hutíes han abierto un nuevo frente de guerra con Israel, lanzando ataques con drones y misiles hacia el país en nueve días diferentes. Adicionalmente, un presunto dron hutí también atacó un buque de guerra estadounidense en el Mar Rojo el pasado 15 de noviembre.
Aparte de dos drones mal dirigidos que golpearon ciudades egipcias en las costas del Mar Rojo, los buques de guerra estadounidenses y el sistema de defensa antimisiles de Israel han interceptado hasta ahora todos los drones y misiles hutíes. Sin embargo, dos incidentes puntuales ocurridos en las últimas dos semanas de noviembre -la incautación por parte de los hutíes de un buque comercial en el Mar Rojo y el lanzamiento de misiles desde Yemen hacia un barco petrolero en el Golfo de Adén– ponen de relieve el creciente riesgo para el transporte marítimo comercial en toda la región.
En este contexto, cabe agregar que, el 3 de diciembre, las fuerzas hutíes lanzaron una serie de nuevos ataques contra buques vinculados a Israel en el Mar Rojo que provocaron la respuesta estadounidense a partir de un destructor de misiles que ha sido desplegado en la región.
Estados Unidos confirmó el domingo por la noche que tres buques comerciales fueron atacados en el estrecho de Bab al-Mandeb, un paso marítimo que separa la península arábiga del Cuerno de África.
En principio, se cree que se dispararon varios proyectiles contra el buque granelero Unity Explorer, con bandera de Bahamas, y al menos uno de estos alcanzó su objetivo. Los otros dos buques comerciales, los graneleros de bandera panameña Number 9 y Sophie II, también fueron alcanzados por misiles. Washington tiene “todas las razones para creer que estos ataques, aunque lanzados por los hutíes en Yemen, están totalmente habilitados por Irán“.
En respuesta, el USS Carney, un destructor de misiles guiados de la clase Arleigh Burke, habría derribado un dron que parecía dirigirse hacia él, además de derribar otros dos drones más mientras respondía a las llamadas de socorro de los barcos.