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Estados Unidos no busca mejorar las relaciones con el régimen de al-Assad

El Departamento de Estado norteamericano dice que «no apoya» la presión para normalizar las relaciones con el gobierno del Bashar al-Assad.

Publicado el 8 de mayo de 2023 por Tobías Yapur Alí
Estados Unidos no busca mejorar las relaciones con el régimen de al-Assad

Estados Unidos anunció que no busca «normalizar ni mejorar’’ las relaciones diplomáticas entre Washington y Damasco,  comento un portavoz del Departamento de Estado. «No normalizaremos las relaciones con el régimen de Assad y tampoco apoyamos que otros normalicen con Damasco”.

Este anuncio se produce en medio del impulso regional por la normalización de las relaciones con el gobierno de al-Assad, el cual ha generado el reingreso de Siria a la Liga Árabe tras más de una década de suspensión.

La decisión oficial estipula que Siria podrá reanudar su participación en las reuniones de la Liga Árabe de inmediato, al tiempo que pidió explícitamente una solución de la crisis producto de la guerra civil, incluidas la cuestión de los millones de refugiados que han ido a parar a países vecinos y el problema del contrabando de drogas.

En este sentido, Antony Blinken, secretario de Estado norteamericano, respondió a la reciente reunión en Amán, capital de Jordania, entre Siria y sus vecinos árabes presidida por Ayman Safadi, el ministro de relaciones exteriores de Jordania.

«El secretario Blinken dejó claro que Estados Unidos no normalizará las relaciones con el régimen de Assad y no apoya que otros lo hagan hasta que haya un progreso político auténtico facilitado por la ONU, en línea con la Resolución 2254 del Consejo de Seguridad de la ONU» (Departamento de Estado de Estados Unidos).

La resolución del Consejo de Seguridad, aprobada en 2015, exige que se lleven adelante elecciones libres y limpias en Siria bajo supervisión de la ONU y diálogos de paz entre las diferentes facciones que controlan el país, que se encuentra fragmentado internamente.

Las últimas elecciones presidenciales en Siria se llevaron a cabo en 2021, las cuales resultaron en una victoria de al-Assad con el 95% de los votos. No obstante, las Naciones Unidas afirmaron que estas elecciones que no son parte del proceso de paz sirio, mientras que Estados Unidos no reconocerá resultados electorales a menos que la votación sea “libre, justa, supervisada por las Naciones Unidas y represente a toda la sociedad siria”.

Cabe destacar que ciertas regiones del país, como el Rojaba, controlada por fuerzas kurdas apoyadas por Estados Unidos con más de cuatro millones de habitantes, no han participado en las elecciones, pues solo se ha votado en las zonas controladas por el régimen.

En 2012, producto de la represión del gobierno de al-Assad contra los manifestantes que salieron a las calles con motivo de la emergencia de la Primavera Árabe, Washington rompió relaciones diplomáticas con Damasco y procedió a cerrar su embajada en la capital siria.

Asimismo, Estados Unidos aplicó sanciones contra el régimen de al-Assad, como el “Ceasar Act”, que prohíbe cualquier tipo de negocios con Siria, buscando aislar internacionalmente al país.

A pesar de que Estados Unidos alienta a sus aliados a no restablecer relaciones con Siria, no ha penalizado a aquellos que han optado acercarse. Los Emiratos Árabes Unidos, un importante aliado norteamericano en la región, es uno de los principales vecinos de Siria en promover su reinserción a la Liga Árabe.

«Nuestros socios tienen la intención de usar el compromiso directo con el régimen de Assad (para) exigir progreso en estas áreas y si bien somos escépticos sobre la disposición de Assad a tomar las medidas necesarias, estamos, no obstante, alineados con nuestros socios árabes en los objetivos finales» (Departamento de Estado estadounidense).

«Ha quedado claro que nos mantendremos firmes en nuestros principios fundamentales de sanciones«, las cuales siguen en pleno efecto.

Un nuevo capítulo comienza para Siria al ser incorporada a la Liga Árabe en el marco de un apaciguamiento regional producto del restablecimiento de las relaciones irano-saudíes. No obstante, la presión norteamericana sobre el país continúa dificultando su integración internacional y recuperación de la guerra civil que azota al país hace más de una década, a pesar de que hace unos años ya se han reducido los enfrentamientos armados.

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