El anuncio fue llevado a cabo por la embajadora de Estados Unidos en el Congo, Lucy Tamlyn, junto con el representante ante las agencias de las Naciones Unidas para la alimentación y la agricultura, Jeffrey Prescott. A parte de los 414 millones de USD, se anunciaron unos 10 millones extras destinados a asistencia médica, dado el reciente brote de mpox o viruela del simio en la región. Además, la Agencia de los Estados Unidos para el desarrollo internacional comunicó que donará 50.000 vacunas para combatir dicha enfermedad.
Esta es una infección viral que puede esparcirse a través del contacto cercano, que usualmente es leve pero puede provocar la muerte, más aún en lugares de condiciones precarias. Ya se estiman alrededor de 27.000 casos en el Congo, donde 1.100 han sido fatales, en su mayoría niños.
El contexto del país hace que todos los problemas se agudicen. El Congo atraviesa una situación delicada, dado que el enfrentamiento entre las fuerzas gubernamentales y grupos armados en busca de poder no cesa, y genera miles de desplazados. Existen alrededor de 120 milicias en el país, pero la más mediática es la llamada M23, a la cual se le acusa de querer controlar territorios ricos en minerales.
Estados Unidos es el mayor proveedor de ayuda humanitaria para el Congo, así como el donador bilateral más importante para el sector de salud del país. Este año fiscal, los Estados Unidos donaron más de 256 millones de dólares en asistencia médica a través de diversos programas.
Esta ayuda viene dada en un contexto oportuno para los Estados Unidos, donde se disputa el control sobre África entre Occidente y el eje sino-ruso, el cual viene ejerciendo una considerable influencia en el continente africano. Cabe mencionar que en el Congo, curiosamente, se encuentra el 80% de las reservas de coltán, un mineral necesario para fabricar dispositivos electrónicos, así como smartphones, tablets y ordenadores portátiles.