Radar Austral

Eurasia: un nuevo bloque histórico 

En un contexto de creciente enfrentamiento de Estados Unidos con potencias revisionistas, el futuro de Eurasia puede ser central en la nueva geopolítica.

Publicado el 7 de junio de 2023 por Ryan Leif Hillblad
Eurasia: un nuevo bloque histórico 

Si bien las ramificaciones de la invasión rusa a Ucrania son todavía difíciles de prever, una ya parece clara: Eurasia será central en el futuroHal Brands, profesor de la Universidad Johns Hopkins School de Estudios Internacionales Avanzados, recientemente publicó un artículo en la revista Foreign Policy en el que argumenta que las próximas décadas se verán signadas por una competencia por la mayor masa terrestre del planeta: Eurasia.

El llamado viejo mundo se está convirtiendo en un eje de poder en un contexto internacional crecientemente revisionista. Según Brands, cuatro países están comenzando a formar una coalición de intereses: China, Rusia, Irán y Corea del Norte; quienes mantienen diversos niveles de intercambios y cooperación, aunque más por la voluntad de modificar el orden internacional “unipolar” sostenido por Estados Unidos que por afinidad político-económica

Estados Unidos posee aliados con un gran nivel de cohesión interna, en términos ideológicos y económicos, lo cual se observa, fundamentalmente, en la OTAN. Estas alianzas están basadas en Europa Occidental y en Asia Oriental. Por el contrario, en el centro de la gran masa terrestre de Eurasia, los aliados de Washington son casi inexistentes. Frente a un Occidente geográficamente disperso, Hal Brands argumenta que se está constituyendo un bloque geográfico revisionista, una autopista terrestre que conecta países de tendencia autocrática, que se encuentra alejado de la influencia de la Armada de los Estados Unidos y de su control de los océanos globales.

Durante la Guerra Fría, no fue posible la configuración de un bloque Euroasiático común, puesto que la Unión Soviética y la República Popular China de Mao se convirtieron en enemigos acérrimos desde finales de los años 50. En este sentido, el acercamiento de Estados Unidos a China en 1972, fue un primer paso que ayudó a generar un balance en contra del bloque soviético. Hoy, por el contrario, Washington no parece tener opciones posibles para acercarse a Rusia y debilitar a China que no involucren cesiones territoriales ucranianas.

En 2022, China y Rusia proclamaron una “alianza sin límites” que, con el correr de los meses y la continuidad de la guerra en Ucrania, parece haberse consolidado. Además, en 2023, por primera vez el yuan superó al dólar como la moneda más utilizada en la Bolsa de Moscú. El comercio entre ambos países aumentó un 30% en 2022, y se prevé que llegue este año a 200.000 millones de dólares.

Sin embargo, cabe resaltar que algunos sectores de la elite estatal y de seguridad de Rusia son reticentes a la integración de tipo militar y ven con preocupación la creciente dependencia con Beijing. En esta línea, el presidente Vladimir Putin aclaró en marzo de este año que Rusia no está buscando formar una alianza militar con China

De todas maneras, la consolidación del bloque Euroasiático está avanzando aún a pesar de la debilidad rusa, lo cual se evidencia en el creciente rol que China está jugando en Asia Central, la principal y más antigua zona de influencia de Rusia. En este contexto, la llamada “pax-rusica” sobre Asia Central está siendo cuestionada. Con Moscú ocupada en sus asuntos bélicos de su zona de influencia europea, Asia está siendo desatendida, y China está ocupando el espacio

Recientemente el presidente chino, Xi Jinping, recibió en la ciudad de Xia, a los presidentes de Kazakhstán, Kyrgyzstán, Tajikistán, Turkmenistán y Uzbekistán. La cumbre, que tuvo lugar al mismo tiempo que se realizaba la cumbre del G7 en Japón, se desarrolló en una importante ciudad de la Antigua Ruta de la Seda.

Con respecto a ello, cabe resalar que, en 1990, el 80% del comercio de los países post soviéticos de Asia Central se realizaba con la Federación RusaEn 2023, Rusia tan solo representa dos tercios del comercio que éstos países realizan con China. En 2020, los créditos chinos a la región ascendían a 40.000 millones de dólares, para 2022 habían aumentando a 70.000 millones. Beijing se está consolidando como el gran jugador en Asia Central, creando una centralidad económica cada vez mayor de países que gravitan en torno a su eje. 

China está avanzando con obras de infraestructura comercial y energética para vincular más al país con el Medio Oriente. Desde el fin de la Guerra Fría, el anticomunismo, antiguo aglutinante de las relaciones especiales de Estados Unidos con países como Arabia Saudita, desapareció. Recientemente, dos guerras impopulares e infructuosas en la región han llevado a Washington a limitar su accionar en Medio Oriente. Por otro lado, China representa un cliente con un creciente apetito para las exportaciones de hidrocarburos del golfo. Sumado a esto, a su favor juega el hecho de que no cuestiona la política interna de las dictaduras y monarquías de la región

Frente a la creciente competencia entre grandes potencias, una multiplicidad de Estados están llevando a cabo un doble juego de equilibrios entre las coaliciones rivales para extraer las mejores condiciones posibles. Arabia Saudita, los Emiratos Árabes, India, Egipto y Turquía son algunos ejemplos. De diversas formas, estos países son centrales para el control de Eurasia y, consecuentemente, para las nuevas geografías del enfrentamiento político global

La creciente integración del mundo euroasiático puede significar un menor impacto de las sanciones económicas que Estados Unidos aplica a países que desafían el orden internacional. Crecientes intercambios económicos y militares están consolidando una nueva zona de poder en la cual Occidente en general no posee grandes aliados. La guerra parece haber renovado el liderazgo estadounidense dentro de la OTAN y de Occidente en general, devolviendo a Washington una clara misión internacional. Sin embargo, también se ha generado un movimiento aglutinador de países que desean modificar el sistema internacional liberal creado después de la Segunda Guerra Mundial. En este nuevo esquema, Eurasia será determinante para la competencia entre las grandes potencias.

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