Radar Austral

Europa importa un 40% más de GNL ruso que antes de la guerra

Según la información compartida por Global Witness, las importaciones de GNL ruso por parte de Europa han aumentado aproximadamente un 40% comparado con los niveles del 2021.

Europa importa un 40% más de GNL ruso que antes de la guerra

Según recientes hallazgos de la ONG Global Witnesslas importaciones de Gas Natural Licuado (GNL) ruso por parte de Europa han aumentado considerablemente frente a los niveles anteriores a la invasión rusa a Ucrania, aproximadamente un 40%.

En términos comparativos, la cifra es apenas superior a la compra de GNL del 2022, pero si observamos la información previa a la guerra, podemos comprobar que aumentó un 39,5% con respecto a ese momento, lo cual es un porcentaje más que considerable, teniendo en cuenta la condena europea a la invasión.

Desde Euronews, destacan que los países costeros, es decir, España, Bélgica y Francia, se han convertido en destinos activos para los transportadores de LNG, que necesitan descargar sus suministros en terminales sofisticadas donde el líquido enfriado se convierte nuevamente en forma gaseosa y se envía a las plantas de energía”.

Además de esto, se estima que la UE compró el 52% de todas las exportaciones de GNL de Rusia entre enero y julio, una cuota de mercado que supera el 49% de 2022 y el 39% de 2021. Según Global Witness, las compras del corriente año tienen un valor de 5,3 mil millones de euros, “una cantidad que pone en duda los esfuerzos del bloque por debilitar el cofre de guerra del Kremlin, que se sostiene fundamentalmente por las ventas internacionales de combustibles fósiles”.

Con posterioridad a la invasión rusa, la Unión Europea sancionó e incluso prohibió las importaciones de carbón y petróleo ruso. Sin embargo, lo que llama la atención es la exclusión del gas ruso, el cual prácticamente ha dejado de ser exportado vía gasoductos. La novedad radica en el aumento de importación de los tanques de GNL ruso vía buques, bien recibidos en los puertos europeos.

Jonathan Norondha-Gant, un activista de la ONG Global Witness, planteó que «Comprar gas ruso tiene el mismo impacto que comprar petróleo ruso. Ambos financian la guerra en Ucrania y cada euro significa más derramamiento de sangre. Mientras los países europeos critican la guerra, están poniendo dinero en los bolsillos de Putin«.

Según la información compartida por Euronews, los datos de Eurostat muestran un patrón similar. Durante el primer trimestre de 2023, Rusia fue el segundo proveedor más grande de GNL de la Unión Europea, sólo detrás de Estados Unidos y por delante de Qatar, Argelia, Noruega y Nigeria.

Isaac Levi, un analista principal del Centro de Investigación sobre Energía y Aire Limpio (CREA, por sus siglas en inglés), una institución de investigación que también rastrea las ventas de combustibles fósiles de Rusia, advirtió en Euronews que, aunque los países costeros son el punto principal de llegada para los transportadores de GNL, los consumidores finales podrían estar en otros lugares de Europa.

En síntesis, este es un caso más donde podemos ver como la realpolitik se impone sobre la narrativaEuropa necesita el gas barato ruso y lo omite en sus sanciones, a pesar de que, al mismo tiempo, condena públicamente la invasión y coopera con Ucrania a través de la OTAN. De esta manera, lejos quedaron las declaraciones posteriores a la invasión, en donde la UE se ponía como objetivo dejar de depender de las importaciones del gas ruso para el 2027.

Compartí tu opinión