Japón y Filipinas acordaron el pasado 24 de febrero profundizar aún más sus lazos en materia de defensa ante un entorno de seguridad “cada vez más severo” en la región del Indo-Pacífico, dijo el ministro de Defensa japonés, general Nakatani.

El ministro nipón mantuvo un encuentro con par filipino, Gilberto Teodoro, en Manila, con el objetivo de fortalecer sus lazos militares ante un entorno de seguridad cada vez más complejo debido a las ambiciones marítimas de Pekín. De este modo, fue objeto de la reunión la situación actual en los mares de China Oriental y Meridional.

“El entorno de seguridad que nos rodea se está volviendo cada vez más severo y es necesario que los dos países, como socios estratégicos, mejoren aún más la cooperación y la colaboración en materia de defensa para mantener la paz y la estabilidad en el Indo-Pacífico”, sostuvo Nakatani a través de un traductor.

El representante de Tokio afirmó que Filipinas y Japón acordaron incrementar los intercambios militares, establecer un diálogo estratégico de alto nivel entre sus fuerzas armadas y profundizar el suministro mutuo de información.

Los lazos de seguridad entre los dos aliados de Estados Unidos se han fortalecido de manera significativa en los últimos años ya que ambos países asiáticos poseen preocupaciones comunes en torno a las acciones cada vez más asertivas de China en la región. En esta línea, tanto Japón como Filipinas han protagonizado tensos episodios junto a su poderoso vecino en el último tiempo. Filipinas y China se han confrontado en el océano en numerosas ocasiones debido bancos de arena y atolones en disputa que se encuentran dentro de la zona económica exclusiva de Manila.

El ministro japonés visitó bases militares en el norte de Filipinas el 23 de febrero, incluida una estación naval que alberga un radar costero que Japón donó como parte de su asistencia de seguridad de 600 millones de yenes (USD 5 millones) en 2023.

Adicionalmente, el gobierno filipino fue uno de los primeros beneficiarios de la asistencia oficial de Tokio en materia de seguridad, en el marco de un programa destinado a impulsar el desarrollo y fortalecimiento de las capacidades de disuasión de sus socios regionales.

En diciembre de 2024, los dos países firmaron un segundo acuerdo de seguridad en el que Japón acordó proporcionar a la armada filipina botes inflables de casco rígido y sistemas de radar costero adicionales.