El día de ayer el primer ministro finlandés Petteri Orpo anunció que, luego de semanas con progresivos cierres parciales, clausurará por completo la frontera con Rusia. El cierre de todos los cruces a lo largo de los 1.340 kilómetros de frontera iniciará esta noche y, en principio, durará hasta el 13 de diciembre.
Finlandia ha acusado a Rusia de avivar la afluencia de migrantes. “Ésta es una actividad de influencia rusa y no la aceptamos”; “Es una actividad organizada, no una emergencia genuina“, dijo Orpo en conferencia de prensa en la que dijo que la participación de Rusia fue confirmada por la inteligencia finlandesa.
Ante estas acusaciones, la semana pasada la agencia fronteriza de la Unión Europea, Frontex, desplegó guardias; intérpretes; vehículos y equipamiento para mejorar el control fronterizo finlandés. Suecia anunció también su colaboración mientras que Estonia evalúa aplicar medidas similares.
En lo que va del mes Finlandia ya había cerrado 7 de sus 8 pasos fronterizos con Rusia dejando abierto solo el cruce más boreal. Esta noche cerrará también este último, ubicado en la región de Laponia, por encima del Circulo Polar Ártico.
La tensión entre ambos países ha escalado exponencialmente desde la invasión rusa de Ucrania en 2022. Esto llevó a Finlandia a intensificar su acercamiento a occidente y convertirse en el miembro número 31 de la OTAN en abril de este año.
El lunes, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, acusó a Rusia de utilizar la migración como herramienta para presionar a Finlandia y expresó “la solidaridad de la OTAN con su aliado Finlandia”.
“Creo que este es otro ejemplo de cómo Rusia está utilizando muchas herramientas diferentes para presionar a sus vecinos. Los hemos visto usar la energía, los hemos visto usar ciberataques, los hemos visto usar diferentes tipos de operaciones clandestinas para tratar de socavar nuestras democracias” dijo Stoltenberg en Bruselas.
La semana pasada el diario finlandés Iltalehti publicó un artículo en el cual se narra el periplo de los inmigrantes que generaron el conflicto diplomático. Según el diario, los rusos entregan visas a personas de Somalia y Siria, estos ingresarían así a Rusia para luego, ayudados por las fuerzas de seguridad del país, cruzar la frontera a Finlandia.
El Kremlin ha negado repetidamente las afirmaciones, y el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso ha dicho que la decisión de Finlandia de cerrar los puestos de control fronterizos es “inequívocamente” provocativa.
Sin embargo, el número de migrantes que levantó las sospechas finlandesas es bastante bajo. Fueron menos de 1000 los migrantes indocumentados los que, desde agosto, intentaron entrar al país. Las autoridades finlandesas argumentan que si bien no es un gran número, representa un pico altísimo en relación con otros periodos, más teniendo en cuenta las condiciones climáticas extremas en varios puntos de la frontera ruso-finlandesa.
“Está claro que están recibiendo ayuda. Han sido escoltados y transportados”, dijo el primer ministro, líder del conservador Partido de Coalición Nacional. “La guardia fronteriza rusa claramente ha cambiado sus prácticas. Permiten a las personas cruzar la frontera sin los documentos de viaje válidos.” agregó.
Esta no es la primera vez en los últimos años que Helsinki cierra sus fronteras. Ya lo hizo a finales de septiembre de 2022 cuando Putin anunció la movilización parcial de tropas. La convocatoria de cientos de miles de ciudadanos para unirse a las tropas rusas provocó una huida masiva. Más de 8.500 rusos cruzaron la frontera en un solo día.
La frontera entre estos países a tenido mucha acción en los últimos tiempos. A principios de este año, la Guardia Fronteriza finlandesa comenzó la fase piloto de construcción de una valla fronteriza a lo largo de algunas partes clave de la frontera oriental.
El martes, Annika Sandlund, representante de la agencia de la ONU para los refugiados en los países nórdicos y bálticos, dijo que cerrar todos los pasos fronterizos sería “contrario al derecho internacional”. Existe preocupación por el bienestar de los migrantes que puedan quedar varados en la taiga rusa donde en las últimas semanas se registraron temperaturas de hasta -20°C.
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) ha llamado a “ambas partes a respetar las obligaciones estatales bajo el derecho internacional y garantizar la seguridad, la dignidad y la protección de los derechos de los migrantes”.
Orpo recordó situaciones similares ocurridas en 2015 y 2016 cuando cientos de solicitantes de asilo ingresaron a Finlandia desde Rusia. Cabe destacar que en aquella ocasión Rusia se mostró más colaborativa ante esta problemática y luego del reclamo finlandés endureció sus controles migratorios.
En 2021 Polonia rechazó solicitantes de asilo que buscaban cruzar su frontera oriental alegando que Bielorrusia planeaba enviar miles de inmigrantes de Oriente Medio a la Unión Europea. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, denunció en aquella ocasión a Minsk por orquestar un “ataque híbrido” contra el bloque.