El comandante de la fuerzas francesas del Sahel, el General Bruno Baratz, explicó que las posiciones en África y, especialmente en Níger, han cambiado para Francia. Ahora, las decisiones se toman en base a las necesidades nigerinas.
Los franceses han tenido que cambiar su paradigma y adaptarse a una política más de apoyo que de acción unilateral. La retirada de tropas francesas de Mali, sumada a la creciente influencia rusa y la presencia del grupo Wagner, tiene mucho que ver en este cambio de política exterior. Además, las exigencias de retirada provenientes del otro lado de la frontera con Burkina Faso también tuvieron influencia en la decisión.
Al recibir diversas criticas por el enfoque militar de Francia en el África, el presidente francés, Emmanuel Macron, decidió disminuir el poder de decisión de su país en África y dejar que las determinaciones las tomen los gobiernos locales.
Un oficial del ejército francés expuso que, en vistas a que esta modificación funcione correctamente, debe haber un proceso de “desbarkkhanización”, puesto que las condiciones han cambiado de manera drástica, y las fuerzas francesas ya no están autorizadas a perseguir insurgentes en el Sahel como lo supieron hacer en el pasado.
“Hoy el mando es de Níger, dueño del terreno y de las necesidades. Solo podemos felicitarnos por esto. Los franceses nos traen el entrenamiento militar, el equipo, la inteligencia y los recursos aéreos que nos faltan”, expresó el anterior Ministro de Defensa de Níger, Kalla Moutari.
A pesar de esto, Níger acepta alrededor de 1.500 soldados franceses para hacerle frente a la expansión del Estado Islámico del Sahara en la frontera nigerina con Mali. Aun así, las Fuerzas Armadas de Níger han tenido un incremento exponencial en los últimos años, con una proyección de 50.000 soldados para 2025 y 100.000 para el 2030.
En términos concreto, la Operación Almahaou, en la región de Tillaberi, es una operación conjunta que ha brindado resultados positivos en la lucha contra el terrorismo, según el Coronel Grégoire Servent, comandante de la base aérea de Francia en Niamey.
“Níger tiene una estrategia de contrainsurgencia particularmente eficaz, que tiene como objetivo asegurar a las poblaciones y permitir el regreso del Estado a las zonas disputadas por los grupos terroristas”, aseguró el General Baratz. Esto se contrapone con la poca efectividad que se había mostrado en la Operación Barkhane para asegurar los territorios ganados a los yihadistas tras una serie de victorias tácticas de las fuerzas francesas y malienses.
Hoy en día, el principal punto de cooperación entre Francia y Níger es el espacio aéreo. Desde la base francesa en Niamey, drones y aviones de combate despegan todos los días para el apoyo a las fuerzas nigerinas en el terreno. “A medida que aumenta el poder del ejército de Níger, el objetivo es adaptar nuestro sistema a sus necesidades”, manifestaba Baratz.